La odisea que ha sufrido la serie Daredevil desde su estreno en Netflix está a la altura de los peores momentos de Matt Murdock. Mi pasión por el personaje hizo que me pidiera el día en el trabajo para poder ver el estreno de su primera temporada. Tras un buen comienzo de su primera temporada, que nunca pudo ocultar el poco presupuesto que Marvel dedicó a la misma, la serie fue decayendo. De hecho, la tercera tanda de capítulos fue un despropósito que analizamos aquí. El paso de la serie a Disney Plus, tras las series de catastróficas desdichas que ellos llaman estrenos, no despertó ni un ápice de entusiasmo por nuestra parte.
LOS PRECEDENTES DEL ESTRENO DE DAREDEVIL: BORN AGAIN
Las noticias que llegaban de esta especie de cuarta temporada de Daredevil que en realidad no lo es, no podían ser más desalentadoras. Por un lado, los ejecutivos decían con la desvergüenza habitual de estos tiempos que el título nada tenía que ver con el cómic de Frank Miller del mismo nombre. Vamos, que era una tomadura de pelo para darse publicidad. Los rumores decían que, tras ver que en los cuatro primeros episodios Matt ni se ponía el traje, Kevin Feige puso el grito en el cielo. Sí, el mismo Kevin Feige que ha dado el visto bueno a birrias atómicas como The Marvels y Echo. Así que no me da el entendimiento para acercarme a cómo sería la calidad de lo que tuvo que ver este hombre. Quizás pueda guardar lo grabado como una nueva forma de tortura.
Al menos, Feige dio la orden de empezar de nuevo, cambiar el enfoque por completo y hacer una especie de continuación asequible para quienes no han visto las temporadas anteriores. O, como en mi caso, para los que no recordamos absolutamente nada de la última. Entre otras cosas, porque no había casi nada bueno para recordar (y mucho menos su aparición en She-Hulk: Abogada Hulka). Si esta serie es el primer paso para la vuelta al respeto y calidad de las producciones, Marvel es lo que queremos saber a continuación. Aviso de que hay spoilers.
CRÍTICA DE LOS DOS PRIMEROS EPISODIOS DAREDEVIL: BORN AGAIN
La primera reflexión fue el evidente paso del tiempo para todo el casting, algo que obviamente no ocurre en los cómics. Sí lo es cuando ejerces de superhéroe. La ambientación se ve algo acartonada, y no destaca tampoco por su gran producción audiovisual. En cambio, si parecía ofrecer unos diálogos solventes y ganas de aportar acción desde el principio. Eso sí, la idea de matar a Foggy Nelson me ha parecido vergonzosa y bochornosa.
Investigando, no fuera que Elden Helson, el actor, no estuviera disponible, la explicación ha sido «ser un acicate para Matt». Daredevil, un personaje con sesenta años de cómics a sus espaldas, nunca ha necesitado que mataran a Foggy para tener motivaciones. Mis sospechas van más bien hacia la poda de la sobrefinanciada ideología woke de estos años que aún sufrimos los puristas de los cómics. Tener a dos hombres blancos heterosexuales de protagonistas era el equivalente a ser racista, machista, fascista y todo lo acabado en ista. Y respetar la obra original, un insulto a las «nuevas generaciones». Nunca sabremos por qué. Menos mal que el casting ser realizó antes de que se impusiera lo woke, o no tendríamos protagonistas elegidos exclusivamente por su carisma y talento y parecidos a los personajes.
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