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Retratos de los Hijos, de George R. R. Martin. Reseña

Retratos de los Hijos, de George R. R. Martin


El escritor norteamericano George R. R. Martin (1948) es mundialmente conocido por su saga Canción de Hielo y Fuego. Esta fue presentada a los lectores españoles por Ediciones Gigamesh en 2002, convirtiéndose en un clásico instantáneo. Pero la fama de Martin no habría sido tal si sus novelas no hubiesen sido adaptadas al formato televisivo, primero como la serie de HBO Juego de Tronos y, tras el final de esta, La Casa del Dragón. Sin embargo, las novelas ambientadas en el mundo de Juego de Tronos son solo una parte de su producción literaria, como lo demuestran sus antologías de relatos cortos, seis de las cuales han sido editadas en castellano por Gigamesh. En esta ocasión, analizaremos el volumen Retratos de los Hijos, publicado en 2019 por la editorial catalana dentro de su colección Omnium.

Los relatos cortos de George R. R. Martin

Martin, como otros muchos escritores de ciencia ficción y fantasía de su generación, comenzó ganándose la vida con los relatos cortos. Empezó muy joven, a los 21, aunque pronto se dio cuenta de que esa actividad no sería suficiente para pagar las facturas, por lo que decidió buscarse un trabajo. No dejó de escribir cuentos, hasta que en 1977 llegó su primera novela, Muerte de la Luz, la cual se vendió bastante bien gracias al fenómeno Star Wars.

Retratos de los Hijos fue publicada originalmente en Estados Unidos en 1987 y contiene once relatos más un prólogo de Roger Zelazny (Tú, el Inmortal). Escritos entre 1972 y 1986, esta colección de historias van de la ciencia ficción a la fantasía, pasando por el cuento sobrenatural. El relato que da nombre al volumen ganó en 1986 el premio Nébula a la mejor Novela Corta y su nominación en la misma categoría en los Hugo.

Los cuentos de ciencia ficción de Retratos de los Hijos

Dentro del volumen editado por Gigamesh se mezclan los relatos que podemos calificar como de ciencia ficción con aquellos que pertenecen al ámbito de la fantasía. El libro comienza con Cuando Llega la Brumabaja (With Morning Comes Mistfall, 1973). La historia transcurre en un lejano planeta donde una perenne niebla lo cubre todo haciendo casi imposible para los humanos asentarse en las zonas bajas. Los rumores sobre la existencia de unas peligrosas criaturas, los espectros de la bruma, no hacen otra cosa que atraer al turistas en busca de emociones fuertes. Sin duda, uno de los mejores cuentos cortos de la antología, a medias entre un episodio de Más Allá del Límite o La Dimensión Desconocida, series en las que George R. R. Martin participó como guionista.

Cuando Llega la Brumabaja se enmarca en un ciclo de relatos denominado de los Mil Mundos. En este fresco de ciencia ficción también incluye las novelas Muerte de la Luz y Los Viajes de Tuf. En este universo compartido, los humanos han alcanzado las estrellas y formado un imperio galáctico. Los relatos de los Mil Mundos transcurren tras la caída del imperio terrestre tras una guerra con razas alienígenas, un período conocido como el Interregno.

Analog Science Fiction/Science Fact, diciembre 1972


Esa Otra Clase de Soledad (The Second Kind of Loneliness, 1972) trata sobre un operario de una puerta estelar ubicada en los límites del sistema solar que espera con ansias su relevo. El giro final del relato es sorprendente. Este cuento corto no se ubica dentro del ciclo de los Mil Mundos, como tampoco La Última Super Bowl (The Last Super Bowl Game), un relato sobre la realidad virtual escrito en 1975 que vaticina con escalofriante acierto lo que estamos ya viviendo con el auge de las inteligencias artificiales generativas.

Las Canciones Solitarias de Laren Dorr (The Lonely Songs of Laren Dorr, 1976) es un relato corto a medias entre la fantasía y la ciencia ficción. Sharra, una guerrera que salta entre portales espaciales, llega a un mundo solitario habitado por Laren Dorr, quien la acoge en su castillo mientras cura sus heridas. Llama la atención la capacidad del por entonces joven Martin para describir los sentimientos y emociones de sus personajes, un rasgo ausente en otros escritores de ciencia ficción similares.

Variantes sin Salida (Unsound Variations, 1982) es una de las historias de la recopilación que plantea una premisa más interesante: el viaje en el tiempo como modo de venganza. En esta novela corta, el escritor se inspira en el ajedrez —juego del que Martin es todo un maestro— para desarrollar la típica historia en la que los personajes reciben una inesperada invitación de alguien de su pasado con imprevisibles consecuencias.

También sobre viajes temporales trata Asedio (Under Siege, 1985), relato en el que un equipo de mutantes trata de cambiar el curso de la historia viajando a distintos momentos clave. Llama la atención que el método utilizado —la transferencia mental— es el mismo que vemos en el cómic de los X-Men Días del Futuro Pasado.

La Flor de Cristal (The Glass Flower, 1986) es de los relatos de ciencia ficción del volumen que menos me ha convencido. Pertenece al ciclo de los Mil Mundos, y lo protagoniza un cyborg que ha vivido durante generaciones gracias a las mejoras en un cuerpo del que apenas queda nada humano.

Las Canciones Solitarias de Laren Dorr, ilustración de Steve Fabian (Fantastic v 25 n 03, 1976)


Relatos de fantasía de Retratos de los Hijos

El Dragón de Hielo es uno de los pocos relatos de fantasía incluidos en esta antología. Publicado en 1980, The Ice Dragon es más un cuento infantil que una historia para lectores adultos, aunque algunos de sus pasajes superan en dureza a los estándares de la fantasía para niños actual. Otro cuento fantástico es En las Tierras Perdidas (In the Lost Lands, 1982), en el que George R. R. Martin aborda el tema de los teriántropos, o personas que se convierten en animales.

George R. R. Martin también cultiva el humor, como lo demuestra su relato corto Hora de Cerrar (Closing Time, 1982). En él, un amuleto provocará el apocalipsis de la manera más tonta. Un divertimento sin más muy en la línea de La Dimensión Desconocida.

El volumen finaliza con el cuento que da nombre al mismo, Retratos de los Hijos (Portraits of His Children, 1985). Un escritor recibe en su hogar unos cuadros en los que se retratan a sus creaciones literarias. Estas, inexplicablemente, cobran vida por la noche con el único objetivo de mortificarle con el conflicto que le mantiene separado de su hija. A pesar de ganar el Nébula y ser nominado para el Hugo, no creo que sea de lo mejor de esta antología. Aunque Martin describe bien los sentimientos que sacuden al protagonista en esta especie de Cuento de Navidad, nunca llegué a entrar de lleno en la historia.

En cuanto a la edición, Ediciones Gigamesh ha puesto especial esmero en que los relatos de George R. R. Martin hayan sido traducidos con fidelidad. El equipo de traductores ha realizado un espléndido trabajo, y no he encontrado esas expresiones extrañas y ajenas al castellano tristemente tan habituales en otras ediciones. Y, por supuesto, ni una errata. Para ser una edición de bolsillo, tanto el papel como la encuadernación se aprecian de calidad, con una bonita portada de Corominas basada en el relato que da nombre al volumen. Lo que he echado de menos son los títulos originales de los cuentos acompañados por su año de publicación original, algo que sí he visto en otros libros de esta misma colección.

En definitiva, Retratos de los Hijos es una selección de algunos de los mejores relatos de ciencia ficción del creador de Canción de Hielo y Fuego. Incluso los lectores que solo suelen leer fantasía, encontrarán en estas historias el suficiente atractivo para darle una oportunidad. De hecho, muchos seguidores de Martin piensan que nunca debió abandonar la literatura de ciencia ficción. Pero, como todos sabemos, el dinero manda...

Retratos de los Hijos. Ediciones Gigamesh. Colección Omnium 34. Autor: George R. R. Martin. Formato: bolsillo, 480 páginas. primera edición, octubre 2019.

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