Con el volumen tres, Diábolo Ediciones pone fin a la publicación de la cabecera Shock SuspenStories, ubicada dentro de la colección Clásicos EC. Contiene los números 13 al 18, publicados originalmente entre marzo de 1954 y enero de 1955. Precisamente, el 21 de abril de 1954, Willliam M. Gaines, presidente y editor de Entertaining Comics Group declaraba ante el subcomité del senado que investigaba la supuesta influencia perniciosa de los cómics en la juventud norteamericana. Estamos, por tanto, ante algunos de las últimas historietas libres del Comics Code Authority, el infame código de buenas prácticas (censura) autoimpuesto por los editores de cómics estadounidenses para no ver prohibidas sus publicaciones. Irónicamente, este volumen contiene algunas de las mejores historias publicadas por la EC, no solo por sus ingeniosos giros finales, sino por sus elevadas dosis de denuncia social.
Shock SuspenStories, una colección bajo la lupa censora
En estos últimos números de Shock SuspenStories parece que Bill Gaines y Al Feldstein, principales guionistas de EC, apretaron el acelerador para publicar algunas de sus mejores historias. Querían recompensar a sus lectores por su fidelidad, y lo lograron. Buena muestra de ello es "Bajo la piel", con dibujos de Jack Kamen. En este relato, como en tantos otros, la infidelidad es la causa que precipita los acontecimientos, solo que esta vez el desenlace es magistral. Magistral es también la historia que sigue, "Hermanos de sangre", un alegato contra el racismo ilustrada por el gran Wally Wood.
Historias como "Hermanos de sangre" o "En Agradecimiento" (Shock SuspenStories #11) cautivaron a los lectores... pero también provocaron agrias críticas. Ambas reacciones se plasmaron en las cartas enviadas al correo del lector, sección habitual en los cómics de la cabecera. Este progresismo por parte de Bill Gaines y su equipo contrasta con los anuncios de autopromoción que intercalaban en las paginas de la revista. En el número 16, por ejemplo, hay un anuncio (¿o es un editorial?) a toda página titulado "¿Eres un papanatas rojo?". En él, se argumenta que son los comunistas realmente los que están contra los cómics por su actitud censora. ¿Ironía? ¿Sarcasmo dirigido a los senadores del subcomité? ¿O una aseveración real y sincera? En cualquier caso, fueron los senadores conservadores y anticomunistas los que finalmente acabaron con sus publicaciones.
En Shock SuspenStories también tenían cabida argumentos en los que no todo era crítica social. Por ejemplo, "Acto Reflejo", en el que el protagonista se ve a sí mismo como una especie de simio a causa de su sentimiento de culpa. Parece que Archie Goodwin (quien años después se convertiría en editor en jefe de Marvel) "reciclaría" esta historia para alguna de sus contribuciones a las revistas de horror de la Warren de los años 60. Concretamente, el relato "Beast man" (Creepy #11), dibujada por el gran Steve Ditko.
Y llegamos a "Con el agua al cuello", la única historia dibujada por Frank Frazetta no solo para Shock SuspenStories, sino para la editorial EC. En ella, y como nota curiosa, el propio Frazetta dibuja al protagonista a su imagen y semejanza. Frazetta, Ray Krenkel y Angelo Torres fueron los tres únicos artistas en contribuir con solo una historia a las publicaciones de la EC.
Shock SuspenStories, tensión alejada de lo sobrenatural
Shock SuspenStories se caracterizaba por la ausencia de elementos sobrenaturales en sus historias. La tensión, el drama y el crimen eran los ingredientes fundamentales de sus argumentos. El número 14 de la cabecera se inicia con "La Huerfanita", una historia que precisamente fue usada por el senador Hennings como una prueba más de sus argumentaciones en contra de las publicaciones de la EC.
"La Paliza", dibujada por Wallace Wood, es otra de las historias en la que Al Feldstein carga las tintas contra el racismo, en este caso contra los hispanos. "Tú, asesino" está claramente inspirada en la película El Gabinete del Dr. Caligari (1920). De hecho, su dibujante, Bernie Krigstein, firma la primera viñeta bajo el seudónimo Dr. Caligari Krigstein. El número finaliza con "Quien siembra vientos...", otro relato sobre un crimen pasional dibujado por George Evans.
El número 15 de Shock SuspenStories comienza con "La cruda realidad", terror psicológico con giro final sorprendente con dibujos de Jack Kamen y guion de Otto Binder, autor de cientos de historias del Capitán Marvel para Fawcett Comics en los años 40 y 50. "El confidente", ilustrada por Wood, es otra de esas historias remueveconciencias que tan bien se le daban a Gaines y Feldstein y que provocaría una riada de cartas de los lectores. También de Binder es "¡A voz en grito!", sobre un crimen pasional. También sorprendente es "La única vía", con guion de Carl Wessler y dibujos de George Evans. En ella, un sargento de policía, cual Inspector Javert de Los Miserables, lleva su sentido del deber hasta el extremo con el asesino de su esposa.
Los últimos números de Shock SuspenStories y el fin de EC Comics
"... El guardián de mi hermano" es una de las historias más sorprendentes de las aparecidas en Shock SuspenStories. Escrita por Wessler y dibujada por George Evans, se nos describe cómo un crimen cometido queda incomprensiblemente impune a pesar de la confesión del asesino. Según estudiosos de la EC, una versión de esta historia ya apareció en el número 12 de Tomb of Terror (noviembre de 1953), de la editorial Harvey, bajo el título "Tale of Cain".
"La iniciación", dibujado por Joe Orlando y con guion de Wessler, pone el foco en los ritos que las hermandades de estudiantes establecen para aceptar nuevos miembros. También se introduce algo de propaganda anticomunista, dicho sea de paso. "Cierta Justicia", de Wessler y dibujos de Reed Crandall, es una historia con giro sorprendente y nada amable ni con las fuerzas del orden ni con la gente que se toma la justicia por su mano. "El poder de las palabras", de Wessler y Jack Kamen, narra la vida de un muchacho que descubre que la voz puede ser mucho más fuerte que los puños... aunque no siempre para hacer el bien.
El penúltimo número de Shock SuspenStories comienza con un relato que tuvo adaptación televisiva. "Triángulo cuadrilátero", de Wessler y Kamen, fue el noveno episodio de la segunda temporada de Tales from the Crypt (1990), serie que adaptaba casi literalmente historias publicadas en diversas cabeceras de la EC. Sorprendente relato y maravillosa Patricia Arquette en el papel de la ingenua y bella Mary Jo, Annie en la historieta original. No fue el único relato de la cabecera en ser adaptado en la serie televisiva Historias de la Cripta. También lo fueron, por citar solo algunos, "¡A voz en grito!", "... El guardián de mi hermano" y "Quien siembra vientos...".
El número diecisiete de Shock SuspenStories continúa con "En su papel", una historia dibujada por Reed Crandall y con guion de Feldstein. En ella, Bela Kardiff es un actor al que solo otorgan papeles terroríficos. Es, en cierto modo, un homenaje a actores como Bela Lugosi o Boris Karloff, encasillados en las películas de monstruos de la Universal. "El Asesino", sobre un matón a sueldo algo indeciso, y "La operación", una sorprendente historia sobre el tráfico de diamantes, completan el número diecisiete de Shock SuspenStories.
"¡La fiebre del Cadillac!" abre la última entrega de Shock SuspenStories. Dibujada por George Evans y con guion de Carl Wessler, se trata de un relato sobre una sencilla obsesión y cómo al final es satisfecha aunque de manera muy, muy retorcida. "La trampa", de Wessler y Kamen, es una enrevesada historia sobre un fraude que sale mal con un desenlace, cómo no, sorprendente. "La bolsa", de Wessler y Krigstein, destaca más por la composición de sus viñetas que por la historia. El dibujante, para poner más énfasis en los rostros y emociones de los personajes, se salta el habitual esquema de nueve viñetas por página, aunque sin que se note demasiado gracias a la estratégica colocación de las cajas de texto. El volumen finaliza con "En la cuneta", de Wessler y Crandall, otra historia sobre un crimen pasional.
Anticipando el desenlace al que se verían abocadas las colecciones de EC, Gaines publicó en este último número un editorial en el que se animaba a los lectores a apoyar sus publicaciones. En este "llamamiento a la acción", Gaines resume claramente la persecución a la que sus cómics (y los de otras editoriales) se estaban viendo sometidos por el gobierno y ciertos sectores de la población. Gaines, incluso, insta a los lectores a dirigirse por carta al subcomité del senado que enjuicia a los cómics para dejarles claro que son totalmente inofensivos. No lo consiguieron.
El número dieciocho de Shock Suspentories pone fin a la cabecera. Durante el año 1955 siguieron apareciendo títulos como Weird Science-Fantasy, Panic, Piracy o Incredible Science Fiction, entre otras. En 1956, la presencia de los cómics de la EC en los quioscos estadounidenses decayó enormemente con apenas seis títulos. De todos ellos, solo sobrevivió la revista satírica MAD, la cual se sigue publicando hoy en día, aunque ya en manos de DC Comics.
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