Javier Jiménez Barco es uno de los mayores expertos españoles en literatura pulp. Ya lo hemos manifestado en reseñas de algunos de sus libros publicados por Diábolo Ediciones, como Pioneros en el Espacio Exterior: Las Colecciones Literarias Clásicas de Ciencia Ficción en España. En esta ocasión, Javier ha puesto el punto de mira en uno de los personajes más célebres de la literatura (y no solo de la pulp): Sherlock Holmes. El volumen que tengo entre las manos, Sherlock Holmes: Su Universo Literario Ilustrado, es un compendio del universo del genial detective londinense creado por Arthur Conan Doyle en diciembre de 1887. Abarca su canon (56 relatos y 4 novelas) y algunos de los pastiches, apócrifos y plagios del personaje, aunque centrándose en lo literario. Películas, series, cómics, videojuegos y demás obras derivadas de Sherlock Holmes serán tratados en un próximo volumen.
Sherlock Holmes: la guía visual
El estudio de Jiménez Barco es una obra eminentemente visual, como delata su título. Los ocho capítulos en que está dividida están repletos de ilustraciones interiores y portadas de una gran variedad de publicaciones sobre el detective de Baker Street. La mayoría son de autores de gran talento, artistas que contribuyeron a crear la imagen de Holmes que ha perdurado. De hecho, su particular atuendo o su pipa en forma de sifón no son más que licencias artísticas que no aparecen descritas en ninguno de los relatos o novelas.
El libro comienza, cómo no, con una semblanza del creador de Sherlock Holmes. Doyle, médico frustrado, comienza a escribir relatos detectivescos en una modesta consulta falta de clientes. Estudio en Escarlata, la primera novela, no obtuvo demasiado éxito, pero no así la segunda. El Signo de los Cuatro (1890), escrita por encargo de una revista norteamericana, fue el trampolín que catapultó definitivamente a Doyle y a su creación. Hasta tal punto llegó la fama del personaje, que mucha gente creía que era un personaje real del cual Doyle era su cronista oficial.
El canon de Sherlock Holmes
Como hemos indicado, son sesenta las historias canónicas de Sherlock Holmes, denominadas Sagradas Escrituras entre estudiosos y lectores. Jiménez Barco reseña brevemente el argumento de todas y cada una de ellas, indicando las siglas o abreviaturas con las que son conocidas. Por ejemplo, Estudio en Escarlata se denota STUD, mientras que La Aventura del Rostro Amarillo es acortada como YELL. Como lector de Holmes, confieso que me he saltado la gran mayoría de las sinopsis, ya que aún estoy leyendo sus historias y no deseo que me desvelen demasiado. Vamos, que al autor se le ha escapado algún que otro spoiler.
Tras enumerar de manera sucinta las historias canónicas de Holmes, el autor nos ofrece una visión de la vida privada del detective. Se nos describe a su fiel ayudante, el Dr. Watson, así como el devenir del día a día en el apartamento que ambos comparten en Baker Street, inmueble sobre el cual, dicho sea de paso, se han vertido ríos y ríos de tinta, también en este libro. De toda la obra, quizás esta sea la parte más árida, ya que el autor se explaya bastante sobre la hipotética ubicación de la morada de Holmes, un tema que, al menos a mí, no me interesa tanto como otras facetas del detective.
También se nos habla del papel que juega en las tramas de Sherlock Holmes el policía Lestrade, la Sra. Hudson, su casera, así como los pilluelos que le ayudan en sus dos primeras aventuras, los Irregulares de Baker Street. En particular, es interesante todo lo concerniente al hermano de Holmes, Mycroft, así como al club al que pertenece, el Club Diógenes. En cuanto al malvado Profesor Moriarty, el autor se explaya dedicándole no pocas páginas de su ensayo, así como a algunos de sus secuaces más prominentes.
Muerte y resurrección de Holmes
Una de las partes más interesantes de Sherlock Holmes. Su Universo Literario Ilustrado es en la que se trata el tema de los "años perdidos" del detective. Desde su aparente muerte en las cataratas de Reichenbach hasta su resurrección transcurren varios años en los que nada se sabe de sus actividades. Desde supuestos viajes al Himalaya hasta bodas secretas, mil y una historias se han escrito basadas en estas y otras conjeturas.
Otras de las vertientes más fascinantes de los relatos de Holmes escritos por Doyle son los casos citados y que nunca son contados. De hecho, son tantos, que varios escritores explotaron ese filón y escribieron sus propias versiones basándose tan solo en una frase. El Caso de Manor House, la Aventura del Capitán Cansado o La Segunda Mancha son algunos de ellos. Hay, incluso, ciertos casos de naturaleza sobrenatural que se mencionan de pasada en los relatos oficiales, particularmente uno relacionado con cierta "rata gigante de Sumatra".
Tras abordar los casos perdidos, Jiménez Barco nos ofrece una cronología de la vida y los casos de Holmes. En ella aparecen ciertas incongruencias, debidas posiblemente a la premura a la que estaba sometido Arthur Conan Doyle por sus editores.
Los émulos de Sherlock Holmes
Si hay un personaje de la literatura caracterizado por sus apócrifos, ese es Sherlock Holmes. Desde casi sus inicios, fueron decenas los escritores que intentaron emular las historias de Doyle, con mayor o menor fortuna. Especialmente importantes por su número fueron las publicadas por una revista alemana, pues alcanzaron cientos de números. El autor hace un inciso aquí para definir pastiche y apócrifo, términos que suelen confundirse, cuando no significan lo mismo. Entramos aquí en otra de las partes más interesantes de la obra. En ella, vemos como los émulos de Sherlock Holmes cambian y evolucionan, muchas veces ante el temor a las demandas por derechos de autor, transformándose en personajes completamente distintos y con identidad propia, como el detective Harry Dickson.
Tras las copias o apócrifos, el autor entra de lleno en los pastiches, parodias los primeros de ellos. Pero también surgieron obras "serias", como el cruce entre Arsène Lupin y el detective británico, rebautizado como Herlock Sholmes por Maurice Leblanc para evitar problemas. También le salieron hijas al detective, como una llamada Shirley. Tantos fueron los pastiches que pronto aparecieron las antologías, de las que Jiménez Barco nos hace varias recomendaciones, lo que es de agradecer.
El detective también tuvo sus escarceos con la ciencia ficción, el terror y lo sobrenatural, al menos en los pastiches. Personalmente, son los géneros literarios que más me interesan y, por tanto, he echado de menos una mayor extensión en las páginas que el autor dedica a estos temas. Es un hueco que posiblemente explore el que os escribe en un próximo artículo.
Sherlock Holmes. Su Universo Literario Ilustrado finaliza con un capítulo dedicado a los estudios sobre Conan Doyle y su mayor creación... con permiso del Profesor Challenger, por supuesto. Ensayos, análisis, artículos, muchos de ellos no traducidos al castellano, son expuestos por Jiménez Barco a modo de colofón a esta interesantísima obra. En definitiva, un libro imprescindible para los seguidores de Sherlock Holmes y su mundo, ameno, informativo y adornado con un sinfín de ilustraciones que hacen su lectura muchos más fluida e interesante. Otro acierto más de Diábolo Ediciones.
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