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Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA. Reseña

Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA


Muchos han sido los dibujos animados que han dejado impresa su huella en nuestra memoria. Los personajes de Hanna-Barbera, los Merrie Melodies y Looney Tunes de la Warner Bros., el Pájaro Loco y sus divertidos amigos de los estudios Walter Lantz y, por supuesto, los cortos clásicos de Walt Disney. Pero en las emisiones infantiles de la España de los 70, 80 y 90 también se coló un personaje que todos recordamos con cariño: Mr. Magoo. Como niños que éramos, siempre lo identificamos con el estilo de animación de Hanna-Barbera. Sin embargo, esta genial creación pertenecía a la UPA (United Productions of America), unos estudios de animación que vivieron su era dorada durante las décadas de los 40, 50 y 60. Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA, de Adrián Encinas, cuenta la historia de estos olvidados estudios.

Los dibujos animados de la UPA

Adrián Encinas es uno de los mayores expertos españoles en el campo de la animación. Su extenso currículo abarca decenas de ensayos y estudios sobre los dibujos animados y la animación fotograma a fotograma o stop-motion. Además, es colaborador de revistas, fanzines y otras publicaciones relacionadas. Suyos son libros como Yabba Dabba Doo! La Animación Ilimitada de Hannah-Barbera y Animando lo Imposible. Los Orígenes de la Animación stop-motion (1899-1945), ambos publicados por Diábolo Ediciones. En Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA se ha propuesto darnos a conocer la historia de Mr. Magoo y el resto de personajes de la UPA, unos estudios de animación que destacaron por ir siempre contracorriente, con un estilo y enfoque únicos en la América de aquellos años.

El autor de este ensayo no deja ningún cabo suelto a la hora de abordar la historia de la UPA. Su exhaustividad y detalle es encomiable, pues no hay cifra, dato o personaje que se quede atrás. Me atrevo a decir que estamos ante uno de los mejores ensayos que se han escrito sobre los dibujos animados de la UPA. Desde su difícil comienzo a principios de los años 40 hasta su lento declive de finales de los años 70, el autor desgrana los éxitos y los fracasos de unos estudios que supieron dar libertad casi total a sus artistas, lo que se tradujo en unos dibujos animados que rompían con todo lo establecido por empresas como Disney o Warner Bros.

Los inicios de la UPA

Tras un prólogo de José Luis Ágreda, director artístico de Robot Dreams, y una introducción de Adrián Encinas, este nos sumerge de lleno en los comienzos de los estudios UPA. El primero de los seis capítulos en los que se divide el libro nos narra con todo detalle cómo un puñado de artistas de Walt Disney deciden dejar la compañía del ratón y fundar su propio estudio. Hartos de los sueldos, las condiciones de trabajo y las inflexibles directrices a la que los sometían los hermanos Disney, artistas como Stephen Bosustow, David Hilberman y Zachary Schwartz fundan la United Productions of America. Allí, los animadores darán rienda suelta a su imaginación con un estilo visual diametralmente opuesto al realismo de Disney.

El autor describe los primeros años de la UPA, sus encargos de cortos patrióticos por parte del ejército estadounidense y la lucha encarnizada con otros estudios por hacerse un hueco en las salas de cine. Recordemos que la televisión todavía estaba por llegar. Tras la guerra, la UPA se diversifica y comienzan a aceptar encargos de cortos educativos y publicitarios. Al mismo tiempo, su estilo se asienta: personajes estilizados y esquemáticos, fondos simples o monocromos, con los colores sobresaliendo de las líneas del dibujo... Pero la UPA también se atreve a introducir en sus cortometrajes temáticas adultas, siempre con personajes humanos y evitando los animales antropomorfos, tan habituales en las producciones de sus rivales.

Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA


Las Jolly Frolics de la UPA

En 1948, la UPA comienza a producir una serie de cortos que llegarían a conocerse como las Jolly Frolics. Aquí en España se emitieron a mediados de los años 70 como relleno de la programación infantil con el nombre de Telefantasías. La UPA produjo cerca de de 40 cortos usando la técnica denominada animación limitada, más tarde usada extensamente por estudios como Hanna-Barbera. Fue precisamente en el corto The Ragtime Bear (1949) donde aparece por primera vez como secundario el personaje de Quincy Magoo. Otro de los personajes estrella de la UPA fue Gerald McBoing-Boing, un chico que era capaz de imitar cualquier sonido.

Paralelamente a las Jolly Frolics, los estudios comienzan a realizar animaciones para algunas películas de imagen real, como Los Vikingos (1958) o The Girl Next Door (1953). Al mismo tiempo, la llegada de los aparatos de televisión a los hogares estadounidenses supone otra gran oportunidad para la UPA. Por ejemplo, el logotipo del pavo real multicolor de la cadena NBC fue creación de estos estudios. Este auge de la televisión se vio acompañado de un boom de la publicidad, circunstancia bien aprovechada por la UPA para vender sus servicios a innumerables empresas.

Ya en los 60, la UPA impulsa a su personaje estrella, Mr. Magoo, dándole dos series propias, así como haciéndolo protagonista de uno de los dos únicos largometrajes animados de la compañía: Las 1001 Noches de Mr. Magoo (1959). Esta película llegaría a estrenarse en cines en España y en un pase televisivo durante la Semana Santa de 1983.
 

La evolución de Mr. Magoo

Buena parte de Los Ojos de Mr. Magoo está dedicada a la evolución del personaje, tanto en los cortos para el cine como las series de televisión. En este punto hay que destacar el excelente apartado gráfico del libro de Diábolo, repleto de fotogramas, bocetos y acetatos originales usados por los animadores de la UPA. Se trata de una labor monumental por parte del autor y, cómo no, de la editorial, quienes han rescatado de Dios sabe dónde carteles, anuncios de prensa y demás documentos gráficos relativos a la UPA.

En los cincuenta, la caza de brujas del senador McCarthy amenaza con sus tentáculos a la industria de Hollywood, y también a los estudios UPA. Algunos artistas se ven señalados como sospechosos de ser comunistas y se ven obligados a dejar sus empleos, incluso a marcharse del país. 

En los 60, las aguas parecen volver a su cauce y se lanza una nueva serie de Mr. Magoo (1960-1961), nada menos que de 130 episodios. Paralelamente, también se produjo una serie basada en el personaje de Dick Tracy, la cual trasladaba fielmente al celuloide el estilo de dibujo del creador del detective, Chester Gould.

El final de la UPA

Las últimas páginas de Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA detallan el declive de la compañía. Viendo que los beneficios podrían venir de otras fuentes, se desmantela el estudio de animación y se exploran nuevas oportunidades de negocio. Por ejemplo, se cierra un acuerdo con los estudios japoneses Toho para distribuir sus películas de Godzilla en Estados Unidos. A través de otros estudios, la UPA continuaba produciendo cortos animados publicitarios y para el entretenimiento, pero en mucha menor cantidad que en su época de esplendor.

La UPA, tras sucesivas ventas, cae en manos de Universal Studios en 2016, propietaria de los derechos de todas sus creaciones. Estas ejercieron una gran influencia en la animación que se hizo entre las décadas de los 40 y 70, extendiéndose también a ámbitos como el cómic. Por supuesto, el estilo de la UPA cruzó las fronteras norteamericanas y se dejó sentir en animadores de todas partes del mundo.

Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA puede resultar un libro denso para aquel lector que solo tenga un interés tangencial en el dibujo animado. La cantidad de información que nos ofrece su autor es realmente abrumadora, exhaustiva, elevando este ensayo a una categoría que supera el mero libro divulgativo sobre cultura popular. Sin embargo, aquellos que realmente amen el mundo de la animación, encontrarán en esta obra un referente imprescindible para entender la historia de este arte. La edición de Diábolo, como siempre, está a la altura de lo esperado, con un papel, una impresión y una maquetación sobresalientes.

La UPA fue mucho más que Mr. Magoo. Fueron su estilo, su forma de trabajar, su enfoque de personajes e historias los que pasarían a la historia del medio, dejando una fuerte impronta en toda la animación que se haría posteriomente.

Los Ojos de Mr. Magoo. Los Visionarios Dibujos Animados de la UPA. Diábolo Ediciones. AUTOR: Adrián Encinas. FORMATO: cartoné, 312 páginas, color. PRECIO: 27,95 €

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