Star Wars es, indudablemente, todo un fenómeno cultural. Sus personajes, naves, criaturas y robots se han convertido a lo largo de los años en iconos de la cultura pop que adornan tazas, camisetas y toda clase de objetos. Buena parte del éxito de La Guerra de las Galaxias como icono cultural se debe a los espléndidos pósteres promocionales de las películas, sobre todo de la trilogía original. Detrás de aquellas maravillosas piezas de arte hay toda una historia poco conocida, pero que merece ser contada. ¿Quieres adentrarte en los entresijos de cómo y quienes realizaron algunos de los carteles más famosos de la historia del cine? Para eso debemos viajar a una galaxia muy, muy lejana...
Star Wars, una película de ciencia ficción más
Los primeros pases a los que asistieron los ejecutivos de la 20th Century Fox no fueron muy halagüeños. Pocos gerifaltes de los todopoderosos estudios creían en el sueño de George Lucas y pensaban que solo sería una película ciencia ficción más. Uno de los pocos que sí confiaba en que Star Wars sería todo un éxito era Ashley Boone, vicepresidente de distribución de la Fox, quien pensaba que sería «algo grande». El encargado de organizar la campaña promocional fue David Weitzer, jefe del departamento de publicidad de la Fox, quien a su vez contrató a la agencia Smolen, Smith and Connoly para realizar los carteles. Esta había sido la responsable de publicitar películas como La Profecía (1976) o Carrie (1976).
Cuando la película fue mostrada a los creativos de la agencia de publicidad, estos no se sintieron muy impresionados, ya que los efectos especiales no estaban acabados. De hecho, las escenas de las batallas espaciales eran viejas filmaciones de aviones de la II Guerra Mundial. A pesar de ello, los creativos comenzaron a idear cómo vender la película al público con lo poco que se les había mostrado. La primera opción fue el artista Tom Jung, quien había realizado los pósteres de Dr. Zhivago (1965), La Hija de Ryan (1970) o la nueva versión del clásico cartel de Lo que el Viento se Llevó (1939).
Tom Jung, el ilustrador detrás de los carteles de Star Wars
Para inspirarse, Jung se empapó con todo el material que había disponible: el primer montaje de la película, fotografías del rodaje, el guion... Realizó alrededor de una docena de bocetos que presentó a los jefes de la agencia de publicidad, quienes le indicaban cuáles les gustaban y cuáles no, aunque sin darles demasiadas indicaciones. Una de las ideas de Jung fue contactar con Frank Frazetta, ya que a Jung le encantaba el trabajo que el ilustrador había realizado con las portadas de los libros de Conan el Bárbaro. Aunque Frazetta nunca fue contactado, su estilo influyó de manera decisiva en el póster definitivo de Jung, con Luke Skywalker y Leia Organa en una pose heroica frente al rostro amenazador de Darth Vader.
Si nos fijamos bien en los rostros de Luke y Leia, estos se parecen bien poco a Carrie Fisher y Mark Hamill. Esto no supuso ningún problema, ya que por aquel entonces ambos actores eran poco conocidos. Lo que sí fue un problema fue la pose tan sexy de la princesa, muy alejada de lo que transmite la película. Los estudios querían que la protagonista luciera glamourosa en el póster, así que Jung pidió a su esposa que posara. A la madre de Fisher, Debbie Reynolds, le gustó tanto el póster que pidió a la Fox un duplicado, ya que el original cuelga en una estancia del Rancho Skywalker, propiedad de George Lucas.
Pero ¿y R2-D2 y C-3PO? Si nos fijamos en el cartel de Jung, ambos robots parecen un poco fuera de lugar, sobre todo C-3PO, con ese rostro tan extraño. Esto se debe a que fueron añadidos a la obra sin el conocimiento de Jung, pues Lucas insistió en incluirlos a pesar de que la agencia de publicidad aconsejó no hacerlo. Quien sí se cayó del póster original fue el Grand Moff Tarkin, interpretado por Peter Cushing. Jung había realizado pinturas de varias películas de horror británicas de los 60 y la idea era representarlo mientras observaba una flotilla de Cazas TIE.
El póster de Star Wars de los hermanos Hildebrandt
El cartel de Tom Jung apareció a toda página en los periódicos de Nueva York y Los Angeles el 15 de mayo de 1977. La semana siguiente se publicó una versión del mismo pintada por los hermanos Tim y Greg Hildebrandt, aun que sin los robots, quienes fueron rápidamente incluidos en versiones posteriores. Fue George Lucas quien insistió en que los Hildebrandt realizaran una versión del póster más cercana al cómic, ya que pensaba que así se vendería mejor. Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas entre Fox y los Hildebrandt.
Los hermanos Hildebrandt demandaron a la 20th Century Fox pues reclamaron las ganancias por las ventas de su póster. Ellos habían cobrado por su trabajo, pero estimaban que también tenían derecho a las regalías por su versión del cartel de Jung. Ya sea por este motivo o no, el cartel de los Hildebrandt nunca lució en las marquesinas de los cines norteamericanos donde se exhibió Star Wars, aunque sí en otros países. El póster de más arriba se usó principalmente en el metro londinense, aunque fue rápidamente sustituido por otro realizado por el ilustrador Tom William Chantrell. En algunos países, incluso se mezclaron carteles: Luke y Leia pintados por Jung superpuestos sobre el fondo de la versión de los Hildebrandt.
El origen del logo de Star Wars
El logotipo original de Star Wars, el inclinado en perspectiva de 45 grados de color azul con estrellas, fue diseñado por Donald Smoolen y Murray Smith, con algunas sugerencias de Jung. Este se utilizó en los carteles de cine que volvieron a editarse en 1979 y 1981, pero no en las ediciones en vídeo que se lanzaron posteriormente.
El arte de Tom Jung ha sido reproducido en millares de productos relacionados con la saga de George Lucas. Sin embargo, Jung no recibió royalties por su uso, aunque el artista siempre ha restado importancia al hecho. Para el estreno de Star Wars en Reino Unido, se encargó al artista Tom Chantrell un nuevo cartel en el que aparecerían los nueve protagonista de la película: Luke, Leia, Han Solo, Chewbacca, Obi Wan, Darth Vader, Moff Tarkin, C-3PO y R2-D2. Se trata de un póster excepcional aunque, inexplicablemente, nunca se utilizó en cines norteamericanos.
Drew Struzan, el mago de la cartelería de cine
Para el relanzamiento de Star Wars en el verano de 1978 se recurrió a un nuevo artista: Charlie White III. Para los rostros de los personajes, este pidió ayuda a Drew Struzan, un joven ilustrador que ya demostraba un gran talento en sus trabajos para películas de bajo presupuesto como El Alimento de los Dioses (1976) o Tentáculos (1977). El resultado es excepcional, con Luke y Leia abrazados a punto de saltar mientras ella dispara y los dos robots conduciendo un aerodeslizador. Para darle todavía más originalidad al cartel, este parece estar pegado en un muro. Fue una solución creativa al no haber dejado espacio suficiente en el póster a los créditos de la película. Lamentablemente, el póster original de Struzan y White se perdió para siempre.
Los pósteres de El Imperio Contraataca
En 1980 llega a los cines El Imperio Contraataca, con un póster realizado por Roger Kastel. En él, vemos a la Princesa Leia y Han Solo en una pose romántica con Luke en primer plano montado sobre su Tauntaun. El segundo cartel fue encargado de nuevo a Tom Jung tan solo con la indicación de que la figura de Vader debía prevalecer sobre la de Luke.
Para el relanzamiento de The Empire Strikes Back en 1981, Jung realizó un nuevo cartel. Básicamente, era una modificación del anterior, solo que la cabeza de Luke Skywalker era más prominente. Además, la situó bajo la capa de Darth Vader, quizás insinuando la relación padre-hijo. Para el póster de 1982, se decidió aumentar el rostro de Harrison Ford debido al éxito que había tenido En Busca del Arca Perdida (1981).
La Venganza del Jedi
Para la tercera entrega de la saga de George Lucas, los estudios confiaron de nuevo en Drew Struzan. Se le encomendó un teaser póster con el título La Venganza del Jedi, el nombre originalmente barajado para El Retorno del Jedi. Se trata de un cartel en el que prima el casco de Darth Vader, con él y su hijo en primer plano luchando con sus sables láser. El rostro de Vader es realmente una fotografía solarizada en blanco y negro a la que Struzan añadió algo de textura, mientras que las dos figuras luchando fueron pintadas.
Tras el cambio de título a El Retorno del Jedi, Lucasfilm contrató al ilustrador Tim Reamer para un nuevo cartel. En este solo aparecen unas manos sujetando un vibrante sable láser azul con un brillo en su extremo. Un mes después del estreno de la película, se lanza un nuevo póster, en esta ocasión pintado por Kakazuhiko Sano. Este joven artista había realizado el arte conceptual de Blade Runner (1982) y Greystoke, la Leyenda de Tarzán (1984).
A Sano no se le permitió ver el primer montaje de El Retorno del Jedi, por lo que tuvo que pintar a los personajes fijándose en fotografías del rodaje. Afortunadamente, se le ofreció todo el material de referencia que necesitó. No obstante, el artista debió resolver ciertos problemas causados por las particularidades contractuales de los actores protagonistas. Según estas, las figuras de Mark Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher debían ser del mismo tamaño. Lo mismo ocurrió con Lando, cuya cabeza hubo de agrandarse un poco respecto a la primera versión de Sano.
En 1985, para el reestreno de El Retorno del Jedi, se volvió a contar con Tom Jung, autor del primer póster de la trilogía Star Wars. En 1987, para el décimo aniversario del estreno de la saga, se contrató a Drew Struzan, quien firmó nada menos que 3000 carteles, hoy en día muy cotizados.
La decadencia del arte del cartel cinematográfico
En 1997, Lucasfilm volvió a estrenar en cines versiones restauradas de la trilogía original, con nuevos efectos visuales y un audio enriquecido. El artista elegido fue de nuevo Struzan, quien realizó un tríptico espectacular de Una Nueva Esperanza, El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi. En 1999, George Lucas volvería a contar con él para las precuelas de Star Wars: La Amenaza Fantasma (1999), El Ataque de los Clones (2002) y La Venganza del Sith (2005). Struzan continuó trabajando hasta 2008, año en que anunció su retiro como ilustrador. El protagonista de La Niebla (2007) está basado en Drew Struzan. De hecho, al principio de la película se puede ver al actor Thomas Jane trabajando en un cartel de la adaptación de la novela de Stephen King La Torre Oscura y, al fondo, otras obras de Struzan, como el póster de La Cosa (1982).
El viejo arte de la cartelería de cine vive horas bajas. Hoy en día, pocos son los ilustradores que son contratados para promocionar los estrenos cinematográficos. Los pósteres actuales se realizan con técnicas digitales, collages fotográficos o, como hemos visto recientemente, usando la inteligencia artificial generativa. No obstante, hay artistas, como el español Mo Caró, conocido como el «Drew Struzan español», que siguen siendo fieles a la cartelería tradicional. Incluso, se impulsó una campaña para que Caró creara los pósteres de la última trilogía de Star Wars. Los carteles de las precuelas, estrenadas en 2015, 2017 y 2019 con desigual acogida, consistieron en fotografías o arte digital, aparcando definitivamente la ilustración tradicional y apostando por un arte efímero y de pocas o nulas cualidades estéticas.
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.