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Star Trek: Deuda de Honor, de Chris Claremont y Adam Hughes. Reseña

Star Trek: Deuda de Honor, de Chris Claremont y Adam Hughes

En la portada de la edición de Editorial Drakul de Star Trek: Deuda de Honor reza: «Reedición de uno de los mejores cómics de Star Trek de todos los tiempos.» Obviamente, es un gancho publicitario, pero en contra de lo que suele ser habitual, en esta ocasión dicha afirmación se acerca mucho a la sensación que he tenido tras finalizar su lectura. Publicado originalmente en USA en 1992, Star Trek: Deuda de Honor no fue hasta 1995 cuando los aficionados españoles pudimos catar este magnífico cómic. Nos llegó de la mano de Fórum, quien por aquel entonces publicaba Marvel en España, a pesar de que la licencia de los cómics de Star Trek pertenecieron en exclusiva a DC Comics desde 1984 a 1996. Líos de derechos.

La deuda de honor del Capitán Kirk

La novela gráfica que reedita Ediciones Drakul se ubica cronológicamente tras los sucesos acaecidos en la película Star Trek IV: Misión Salvar la Tierra. Es la que todos recordamos como «la de las ballenas», y en la que la Enterprise regresaba al siglo XX para capturar a uno de estos cetáceos con el fin de repeler una amenaza alienígena. De hecho, Deuda de Honor da comienzo con Kirk y la doctora Gillian Taylor tomándose un tiempo de recreo mientras vigilan las ballenas que trajeron al siglo XXIII. Sin embargo, el tiempo de descanso con la científica del siglo XX dura poco, ya que es hora de finiquitar un asunto que lleva atormentando a Kirk desde sus inicios en la Flota Estelar.

Chris Claremont, además de ser considerado como uno de los mejores guionistas de los X-Men, es también un gran trekkie. Sus conocimientos sobre el universo de Star Trek son amplios y profundos, y así lo demuestra en la novela gráfica Star Trek: Deuda de Honor, la primera que DC publicó cuando poseía los derechos de la franquicia. Ese conocimiento del lore de Star Trek queda ampliamente probado en este cómic, el cual presenta un tratamiento muy cinematográfico. Además de la tripulación clásica de la Enterprise Spock, Uhura, Sulu, Bones, Scotty—, Claremont rescata a otros personajes menos populares, como Janice Rand o la vulcana Saavik —dibujada como la actriz Robin Curtis en lugar de Kirstie Alley—.

Star Trek: Deuda de Honor, de Chris Claremont y Adam Hughes

Kirk contra la amenaza fantasma

Los fantasmas del pasado atormentan a Kirk: la pérdida de su hijo Marcus, la destrucción de la Enterprise original, las ocasiones en las que ha tenido que dar órdenes que implicaban la muerte de sus subalternos... Es una losa demasiado grande, incluso para James Tiberius Kirk. Como redención, Chris Claremont embarca al valiente capitán en la búsqueda de unas criaturas extremadamente belicosas cuya existencia nunca ha podido probar ante la Federación. Su primer encuentro con dichos alienígenas fue cuando solo era teniente en la Farragut, un trance del que solo pudo escapar gracias a T'Cel, una vulcana que volverá a ayudar a Kirk a neutralizar esta esquiva amenaza.

Junto a T'Cel, la hija de esta, y el klingon Kor, Kirk organiza una operación encubierta para dar con las temibles criaturas, unos seres inspirados en los xenomorfos de la saga Alien tanto por su aspecto como por su extrema belicosidad y resistencia a las armas. Aunque Kirk evita involucrar a sus viejos compañeros, estos se hallan al tanto de sus planes y pronto acuden en su ayuda con la nueva Enterprise. El resultado es una aventura clásica de Star Trek, con amenazas casi imbatibles, diálogos ingeniosos y un final sorprendente.

El apartado gráfico de Star Trek: Deuda de Honor

Adam Hughes había comenzado su carrera en 1987, pocos años antes de la publicación de Star Trek: Deuda de Honor. A pesar de ello y de que el dibujante norteamericano no contaba con formación artística académica, Hughes demuestra que le había cogido el truco a retratar con increíble maestría los rostros de los actores de la saga. Sus trazo, ayudado por las tintas de Karl Story, engrandece aún más un cómic ya de por sí espectacular. Si algo hay que achacarle es, quizás, una composición de las viñetas algo caótica, ya que en algunos momentos uno no sabe bien por dónde seguir leyendo. Si obviamos este detalle, estamos ante un gran trabajo de Hughes quien, años más tarde, se haría cargo como portadista y artista interior de colecciones como Wonder Woman o Before Watchmen.

La portada elegida para esta edición fue realizada por el ilustrador Jason Palmer, si bien la de edición original de 1992 era de Dave Dorman. Lamentablemente, esta última no se incluye a modo de extra en el tomo de Drakul. Lo que sí contiene esta edición es un emotivo epílogo escrito por Cels Piñols en el que rememora algunos de sus recuerdos relacionados con Star Trek, como las viejas ediciones españolas de Mundicomics o la primera vez que vio Star Trek: La Película en el Cine Urgel de Barcelona. 

Quienes compren este cómic a través de la web de Editorial Drakul recibirán una lámina de doble cara con la portada de Star Trek: Deuda de Honor, una con la versión de Jason Palmer y otra realizada por el dibujante Àlex Santaló.

Star Trek: Deuda de Honor, portada alternativa de Dave Dorman

Deuda de Honor: ¿el mejor cómic de Star Trek de la historia?

Asegurar que Star Trek: Deuda de Honor es uno de los mejores cómics de todos los tiempos quizás sea algo aventurado. Tanto el guion como el aspecto gráfico son sobresalientes, a la altura de los autores implicados. Sin embargo, y a riesgo de repetir una vez más las críticas que se le suelen hacer a Chris Claremont, Deuda de Honor no es un cómic redondo. A la cuestionable composición de las viñetas se le añade un cierto exceso de bocadillos, los cuales, en ocasiones, deslucen los estupendos dibujos de Adam Hughes. De Claremont siempre se ha dicho que suele introducir demasiado diálogo en sus guiones, alguno realmente innecesario. Aquí vuelve a pecar de lo mismo.

A pesar de estos fallos, Star Trek: Deuda de Honor supera con nota a muchos de los cómics de la saga que se hacían por la época. Y eso es mucho decir, ya que por la colección de Star Trek de DC Comics pasaron autores como Mike W. Barr, Tony Isabella, Len Wein (Batman, La Cosa del Pantano) o Peter David, entre otros. Y eso sin mencionar a los dibujantes... Posiblemente, líos de derechos impiden que esta etapa de Star Trek sea reeditada, pero merecería mucho la pena rescatarla para las nuevas generaciones de trekkies. Quizás dentro de poco Drakul dé una alegría a sus lectores...

Star Trek: Deuda de Honor. EDICIÓN ORIGINAL: Star Trek: Debt of Honor, 1992, DC Comics. GUION: Chris Claremont. DIBUJO: Adam Hughes, Karl Story, Tom Mc Craw. FORMATO: cartoné, 21x27,9 cm, color, 96 páginas. PRECIO: 21,95 €

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