Me informan en mi tienda habitual de cómics que se venden con bastante facilidad las historias autoconclusivas que lanza DC Comics. Como la miniserie de cinco grapas Batman Contra Robin, con guion de Mark Waid. Me gusta mucho Damian Wayne: debe ser el único personaje de este siglo que realmente aporta algo diferente al mundo del cómic de superhéroes. Aunque bastante suavizado desde el origen que le dio Grant Morrison, Damian ha protagonizado muchas historias que han calado entre los seguidores de Batman.
Batman Contra Robin es la continuación de la serie Robin, de Joshua Williamson, disponible en la tienda de ECC Ediciones. Por la misma razón que antes, aún no he tenido tiempo de leerla y me mira desafiante desde la estantería. Así que si te preguntas si se puede leer Batman Contra Robin de manera independiente, yo soy la prueba.
Batman Contra Robin. La Historia
El primer número hace un buen resumen de lo importante que necesitamos saber para entrar en el contexto de la historia. Y qué primer número, de los que enganchan de verdad. Bruce se enfrenta a su hijo, y a algo más. Reaparece un personaje vital en la vida de Bruce, que creía perdido para siempre. No tarda en descubrir que Damian no actúa solo. A pesar de lo difícil que puede ser el chico, tiene sus límites.
La magia implicada en la historia hace que Bruce Wayne tenga vivencias muy emocionantes, y donde todo es posible. Para los viejos seguidores, tenemos momentos bastante emocionantes. Además, se permite que Bruce reflexione mucho sobre su vida, algo que se ve poco en su serie regular últimamente. La magia permite también que veamos a todo tipo de invitados, lejos de ser la historia un cuerpo a cuerpo entre Bruce y su hijo Damian.
La presencia de la magia y de seres fantásticos del Universo DC hace que sea bastante útil el conocimiento de quién es quién. No imprescindible, pero si útil. También hay que prestar atención a lo que va sucediendo para no perder el hilo.
Damian Wayne está bastante conseguido, no es una parodia de sí mismo, o infiel al personaje. Si bien todo está desarrollado y hay grandes puntos de interés en esta historia, el final a lo Qué Bello es Vivir no me acaba de convencer demasiado. Llevar las cosas tan al extremo tantas veces hace que pierda efectividad.
En definitiva, Batman Contra Robin es una buena miniserie, que te deja con la sensación de haber aportado algo, lejos de modas, y bastante intemporal. El dibujo, a cargo de Mahmud A. Asrar, Jordie Bellaire y Scott Godlewski, se mantiene bastante estable, Los artistas cumplen bien, con trazos bonitos y claros. Para más información sobre el contexto en el que se enmarca esta miniserie, consulta la guía publicada por ECC Ediciones.
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