Una de las películas más populares de los años setenta fue sin duda Cowboy de Medianoche (Midnight Cowboy, 1969). Dirigida por John Schlesinger y protagonizada por Jon Voight y Dustin Hoffman, marcó una época y un crudo retrato de aquellos años. Si bien todos conocen la película y la canción de Harry Nilsson Everybody's Talkin', pocos saben que se basa en un libro del mismo nombre. Escrito por James Leo Herlihy, cuya fama es inferior a la de su obra, nos animamos a leer la novela, gracias a la editorial Bunker Books.
COWBOY DE MEDIANOCHE. LA NOVELA
Lo primero que llama la atención es la edición del libro, con nueva traducción de Ce Santiago y prólogo de Kiko Amat. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, el volumen es atractivo, agradable a la lectura y de un tamaño perfecto. Lejos de otras obras que se extienden en demasía, sus poco más de trescientas páginas son las justas para contarnos lo que pretende el autor.
En las primeras páginas, conocemos a Joe Buck, un chico de pueblo criado en lo que hoy llamaríamos una familia desestructurada de una pequeña localidad tejana. A cargo de su abuela, conocemos el profundo abandono emocional que sufre el protagonista y la gran desorientación vital que ello le produce. No es nada extraordinario lo que nos cuenta James Leo Herlihy, pero sí que a este tipo de perdedores natos se les preste atención. El autor nos retrata a un muchacho con buen fondo, pero con una falta de referencias que lo hace caer sin remedio en lo más bajo de la sociedad. Sus ideas y pensamientos, su toma de conciencia de que lo mejor que puede ofrecer es su cuerpo, todo nos hace creer que Jake es real, no ficción.
A través de las vivencias de Joe Buck, muchas de ellas propias de las experiencias psicodélicas de la época que retrata, vamos visitando las miserias humanas y sociales, de personajes que nunca podrán llenar el vacío que les invade.
No es hasta la mitad de la novela que conocemos a Ratso, un lisiado hambriento de atención y amor que encaja a la perfección con el grandote de Joe. Aunque de una forma reticente y desconfiada, ambos terminan haciendo una especie de familia callejera que les conduce a cierto tipo de esperanza, a algún objetivo mas allá de la inmundicia en la que se hallan inmersos.
Cowboy de Medianoche es un clásico de un autor, Herlihy, que, según nos desvela Kiko Amat en el prólogo del libro, no supo gestionar bien el alcance de su obra. Poco más de relevancia hizo después, destacando como activista gay en una época bien complicada para ellos.
MIDNIGHT COWBOY. LA PELÍCULA FRENTE AL LIBRO
Hay que reconocer que, a pesar de las diferencias, en lo que respecta a la calidad, libro y película van parejos. Se le achaca a la película que ignora por completo los orígenes de Joe. Es decir, que la trama del film comienza a mitad del libro. No considero que sea un error. Destaca en la película de John Schlesinger sobre todo la relación entre Joe y Ratso, siendo la razón principal (aparte de la canción de Nilsson) de ser tan recordada. Las miserias que vive Jake en su infancia, en el libro son definidas perfectamente, pero verlo bajar del autobús en la película cumple esa función de alguna forma. Es la magia del cine, transmite a través de lo visual.
Si bien la elección de Jon Voight como Jake en edad y aspecto era perfecta, Dustin Hoffman no se ajustaba al aspecto juvenil de Ratso que describe el libro. Aunque suene raro debido al gran papel que hizo Hoffman, en el libro se entiende mejor la relación de protección que desarrolla Jake hacia él. Sorprendentemente, si bien en la película queda claro que Ratso se enamora de Jake, nada de esto se muestra en el libro, al menos con esa obviedad. También aparecen en la película escenas que no se mencionan en el libro, como cuando Joe vende su sangre como media desesperada por tener algún ingreso.
Comparar libros frente a su versión cinematográfica siempre es una gran experiencia, como ya hicimos con La Impaciencia del Corazón, de Stefan Zweig. Es inevitable, como en este caso, descubrir mucho más acerca de la obra original. Merece la pena cercarse al Cowboy de Medianoche de James Leo Herlihy y trasladarnos a 1965, tirando por tierra esa idea de mundo perfecto que algunos quieren ver en décadas pasadas.
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