Los detractores de Tom King no podrán acusarle de una cosa: de no ser trabajador. Son muchas las obras a cargo de este guionista que parece estar en su salsa en DC Comics. Nos entrega en esta ocasión un tomo autoconclusivo que, aunque basado en el mundo de Batman, no lo tiene de protagonista. A continuación, analizamos este Gotham City: Año Uno, guionizado por King y dibujado por Phil Hester (Flash: Temporada Cero).
LA CIUDAD DE GOTHAM CITY: AÑO UNO
Todos conocemos la peligrosidad de Gotham, su criminalidad y tendencia a acumular villanos histriónicos. Pero ¿siempre ha sido asi? King analiza el pasado de Gotham, uno bien distinto al presente actual. Nos vamos al año 1961. Los Wayne son parte de la historia de la ciudad, y por tanto plena actualidad. Pero estos Wayne son los abuelos de Bruce Wayne. Richard Bruce Wayne y su esposa Constance.
Tom King da una vuelta de tuerca a la ilustre familia. Nos ofrece un retrato de una pareja que se aleja bastante de puertas adentro del aura de realeza que les atribuye el público. A través de la visión del detective Slam Bradley, y de sus vivencias, conocemos la estructura de la ciudad en los años sesenta. La división entre zona norte y sur, los problemas raciales y el comportamiento de la policía. A diferencia de muchas obras actuales que pretenden ser un panfleto, aquí todo fluye de manera natural. Nada parece forzado y todos los personajes son poliédricos. La influencia en la sociedad de los Wayne y cómo su fortuna ha sido beneficiada por ello.
Muy interesante esta forma de acercarse a Batman sin que la historia se base en él. Por no hablar de lo curioso que resulta el uso anterior de la batcueva. Hay algunos guiños curiosos por parte de King que seguro que ningún fan del murciélago va a pasar por alto.
LA TRAMA DETECTIVESCA DE GOTHAM CITY: AÑO UNO
Tenemos ya algunas historias con los padres de Bruce Wayne, como sucede en Flashpoint. También algunas de antepasados mucho más antiguos, como en la saga de Batman RIP. Sin embargo, no recuerdo historias basadas en los abuelos de Bruce por parte de los Wayne. Este concepto nos hace sentir que, aunque Batman sea un pequeño cameo en esta historia, está muy presente.
Slam Bradley es un detective de la vieja escuela, con su pasado policial y sus problemas con el cuerpo. Cae sin saberlo en el caso de la desaparición de la hija de los Wayne, Helen. Esta, que es una bebé de meses, centra una serie de misterios e implicaciones de distintas personas que esconden muchísimo más de lo que pueda parecer en un principio.
El caso me ha resultado fascinante, me ha atrapado completamente. A diferencia de otros guiones de King, aquí los pocos saltos en el tiempo tienen sentido y no son confusos. No sé si se ha dado cuenta solo, o será una excepción. Lo que es seguro es que es un acierto. Refleja la violencia propia de esos años, no tan obvia como en la Gotham actual, pero más de puertas adentro quizás. Vas conociendo datos paso a paso, con hechos tan creíbles que no me extrañaría que se haya basado en algunos casos reales. Aunque creas que vas a adivinar algo, que es posible, te llevarás alguna sorpresa seguro.
CONCLUSIÓN
Me consta que el tomo de Gotham City: Año Uno está actualmente agotado, y no me extraña. Si ves alguno en alguna librería, hazte con él, porque si no te va a tocar esperar a la reedición por parte de ECC o a la segunda mano. Estamos hablando del mejor Tom King. Y qué decir del dibujo de Phil Hester. King sigue trabajando con los más grandes y sigue dando como resultado obras tremendas. La expresividad, los encuadres, los personajes de Hester transmiten en muchos momentos más que los diálogos. Y eso que King no es de charlas breves en sus creaciones. Asombroso el resultado. Como detalle, el tomo incluye unas preciosas e impactantes portadas alternativas que merecen mucho la pena.
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