PETER DAVID, EL GUIONISTA PRINCIPAL DE LA CAZA DE LA ARAÑA
Peter David es, probablemente, el guionista que más recuerdo de mi infancia. Y lo asociaba automáticamente con diversión. Ahora, releyendo sus historias, creo que lo recordaría porque parece querer dar siempre un mensaje. Lo cual llega a resultar cansino. Creo que es uno de los problemas que tiene al crear a As, un personaje basado en el cantante Prince que ya vimos en el tomo anterior. David fracasa creando desde cero a un producto de las calles, que nunca llega a interesar o a entenderse bien. Se le da mucho mejor reinterpretar a personajes que ya existen ya dotados de personalidad previa.
A Peter David se le dan especialmente bien las historias autoconclusivas, dominando el arte de contar mucho en una sola grapa. Un buen ejemplo es la historia Testigo Directo, donde el proverbial humor de David hace acto de presencia cuando Peter Parker, Mary Jane y J. J. Jameson están sentados en una mesa. Cuando se mete en temas más profundos, y por profundos quiero muy profundos —maltrato infantil, los límites de la violencia, la influencia del punto de vista para modificar la realidad— se acerca a un público más adulto. El problema es cuando no da un respiro, y se le olvida que Spiderman es también diversión y acción. Cuando aparecen otros guionistas en el tomo, se nota rápidamente sin necesidad de mirar los créditos.
David también peca de mostrar un Peter demasiado desafortunado en lo económico. Todos merecemos un respiro de vez en cuando. Además, el odio del público por Spiderman parece estar también en máximos.
OTROS PROTAGONISTAS EN LA CAZA DE LA ARAÑA
Se cruzan historias de Spiderman con las de otros personajes, como Spiderwoman. En este caso, no es Jessica Drew, sino una madre separada que debe luchar por un objetivo contra otros villanos. Destacaría también la presencia de Harry Osborn en una aventura trepidante que involucra a Spiderman, y que es obra de Bob Layton. La presencia de villanos clásicos en este tomo prácticamente asegura que el guionista no se trata de Peter David. Muy agradable de leer, por su complejidad y entramado, es la historia de Felicia Hardy y El Forastero como protagonistas. Tiene de todo, aventura, intrigas, dobles juegos, acción, celos, traiciones...
La aparición de Marta Plateada, una de los mejores personajes secundarios de Marvel, es brillante y poderosa. Deja en ridículo a toda la plana de personajes supuestamente feministas que están vomitando en series y películas. Adaptando fielmente a este personaje de los cómics, tendrían un exitazo entre manos. Lo de esta mujer sí que es empoderamiento. Una pena que Marvel Studios se esté yendo por el desagüe con este material en su cantera.
EL REGRESO DEL COMEPECADOS
No sabía hasta que me lo he encontrado en este tomo, que mi historia favorita de Spiderman de todos los tiempos, La Muerte de Jean DeWolff, tenía una continuación. Además, a cargo del mismo autor, Peter David. Lamentablemente, no está a la altura del original. Por un lado, se mezcla demasiado en la vida personal de Peter y Mary Jane. Por otro, se centra en la redención y justificación del villano, que es ahora poco menos que un héroe, y en la dureza de Peter juzgando a alguien que puede cambiar para bien. Lo veo forzado y aleccionador, como si quisiera compensar algo de la primera historia que le hubiera gustado corregir. No por ello es una mala historia, pero es demasiado bienintencionada y previsible.
Había leído en algún foro que este era de los peores tomos de esta etapa de Spiderman. No comparto su opinión. Debió de ser alguien que no conectó con Peter David y su visión del trepamuros. Es cierto que se estrenó con este personaje, para saltar luego a Hulk. Ahí consiguió una de las etapas más memorables del Goliat Esmeralda. Pero eso es otra historia.
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