Seguimos analizando los voluminosos tomos que recopilan historias de décadas anteriores de Spiderman. Nos centramos en esta ocasión en Marvel Héroes. La Telaraña De Spiderman: Ley Y Orden. Te dejo con lo que nos ha parecido este tomo, editado por Panini Cómics, que recopila los dos primeros años de esta cabecera, Web of Spider-Man, que nació a mitad de la década de los ochenta.
EL ORIGEN DE LA TELARAÑA DE SPIDERMAN
Como con todos los personajes exitosos, y Spiderman era el que más, en Marvel decidieron darle otra cabecera. Eran reacios a explotar secundarios, y darnos joyas como las aventuras de Robbie Robertson, los mayores desprecios de J.J. Jameson o los amigos de Mary Jane. Así que de nuevo, los guionistas tenían que estar con un ojo en lo que ocurría en las otras cabeceras (Peter Parker es Spiderman y El Espectacular Spiderman). Para comenzar, la guionista elegida fue Louise Simonson (X-Men, Factor X). Como dibujante, Greg Larocque. Así llegó al mundo, en abril de 1985, Web of Spiderman. Dispuesta a ser la adquisición obligada, junto a las dos existentes, tres si sumamos Marvel Team Up, de cada forofo arácnido.
LAS HISTORIAS DE LA TELARAÑA DE SPIDERMAN: LEY Y ORDEN
Iba con algo de precaución con este tomo, ya que había leído que la cabecera de Web of Spiderman era la peor de todas las que aparecieron en su día. No me ha dado esa impresión para nada. Ley y Orden es de los mejores tomos del arácnido de los años ochenta. Y ya llevo unos cuantos. La vida de Peter sigue más o menos como siempre. Problemas económicos, falta de tiempo, la presencia de Mary Jane, su intento de prosperar como fotógrafo abandonada la Universidad... Los villanos que desfilan por el cómic son bastante clásicos, como Octopus, o El Buitre. Muy divertido el club de fans que le sale a este último.
Otra cuestión es la incorporación de Peter Parker a la nueva revista Now!, ideada por Jameson para poder hacer lo que quisiera sin rendir cuentas a Robertson. No es que tenga mucha química con Joy Mercado, la periodista intrépida con la que hace dúo, pero era la excusa para sacar a Spiderman de su zona de confort. A veces funcionaba mejor que otras. Personalmente, no es Spiderman un personaje que luzca mucho fuera de Nueva York. Por no hablar de la presencia de Peter y su alter ego al mismo tiempo tan lejos de Nueva York, algo con lo que lidian como pueden.
El ritmo de lo que leemos está muy bien medido, equilibrando la vida personal de Parker, que curiosamente es el protagonista en algunas de ellas sin necesidad del traje de Spidey. Todas tienen un buen nivel, salvo quizás la última, el anual, donde aparecen personajes de los Nuevos Mutantes. No me convence tanto exceso con Spiderman, aunque como anual que ofrece algo diferente destaca.
HISTORIAS QUE DESTACAN SOBRE EL RESTO EN LEY Y ORDEN
Ha sido una agradable sorpresa encontrar en este tomo no una, sino varias historias que leí de pequeño y me impactaron. Conseguir tal impresión está al alcance de muy pocos, y desde luego no se consigue si los personajes son políticamente correctos, o los guionistas tienen cortapisas o imposiciones.
Una de ellas es Punto de Vista, donde Peter David firma una de las mejores historias autoconclusivas del arácnido que he leído jamás. A partir de un aparente ataque de Spiderman a un ciudadano cualquiera, se desata uno de los muchos furibundos ataques de J. J. Jameson contra el Trepamuros. Algo en principio simple, se va complicando, aparecen matices, el papel que ejercen los medios para crear una opinión, mutilando la objetividad en su enfoque. Y, sobre todo, el tremendo encuentro entre un Spiderman fuera de sus casillas y Jameson en su despacho. Ha permanecido en mi memoria durante décadas, sin saber el título o dónde encontrarlo. Era demasiado joven para distinguir esas cosas en los años ochenta. Todo en esta historia está a otro nivel: adulta, compleja, madura y con un final que define a la perfección a Robbie Roberton y a J.J. Jameson.
La Fiebre del Oro y Este Oro es Mío hacen una dupla que también da que pensar. El Todopoderoso transforma un edificio en oro. Esto es rápidamente tenido en cuenta por el Gobierno para evitar el colapso de la economía, primando esto sobre las víctimas. El despertar de Spiderman, exhausto buscando victimas, ante la decisión del poder, y los dudosos aliados que acepta, es muy interesante. Ante ello, toma una decisión que lo hace tremendamente humano. Que Spiderman haga lo correcto no significa que no se plantee lo fácil que sería todo para él si eligiera lo incorrecto. Las vueltas y vueltas que da a lo que debe hacer dan una gran profundidad al personaje. Y la decisión final no decepciona.
En cuanto a la revista Now!, Héroe Local y Los Héroes del Crepúsculo, también tienen su dosis de reflexión sobre la naturaleza humana. Un hombre con superpoderes que siempre estuvo en el anonimato no puede vencer el paso del tiempo. Se complica más de lo necesario, ya que con Peter Parker no sería necesario que apareciera Spiderman, pero se ve que ha de hacerlo. Otra reflexión sobre los límites del periodismo y el sensacionalismo.
Siguiendo con la revista Now!, mandaron a Peter y a Joy a Irlanda del Norte, en pleno conflicto. Aquello trajo consecuencias negativas de protesta para la sede de Marvel. Por tanto, dicha temática se borró de plano. Obviamente, hay momentos muy duros, pero me sacan de Spiderman. Me parece demasiado para un cómic de este tipo, es un tema que fue muy real. Reconozco la valentía de tratarlo, pero fue acertado dejar ese tema a medio concluir y derivar a la fantasía comiquera.
Hay más, pero considero que es una buena muestra de lo que puedes encontrar en este gran tomo, el cual refleja el maravilloso personaje que es Spiderman y los grandes guionistas y dibujantes que le dieron forma.
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