¿Te imaginas cómo habría sido Desafío Total (Total Recall) si la hubiera dirigido David Cronenberg? El cineasta canadiense estuvo a punto de hacerse cargo de la adaptación del relato de Philip K. Dick, pero finalmente abandonó el proyecto por diferencias creativas siendo reemplazado por Paul Verhoeven. En este artículo te contamos cómo fue el proceso y qué cambios habría introducido Cronenberg en esta mítica película de ciencia ficción.
Desafío Total, un proyecto de 15 años
Aunque estrenada en 1990, Desafío Total carga a sus espaldas con un largo proceso de desarrollo que comenzó en 1974. En ese año, los guionistas Ron Shusett y Dan O'Bannon compartieron los guiones en los que estaban trabajando, Total Recall y Alien, respectivamente. Irónicamente, a Shusett no le entusiasmó el argumento de Alien, por lo que se centraron en sacar adelante la adaptación de la novela corta de Philip K. Dick Podemos Recordarlo Para Usted Al Por Mayor (We Can Remember It For You Wholesale, 1966). No obstante, cuando ambos guionistas se dieron cuenta de que la historia de Dick solo les daba para un tercio de la película, decidieron volver a concentrarse en Alien.
Sin embargo, Desafío Total no había sido totalmente enterrado. Tras Alien y el fallido film sobre Dune de Alejandro Jodorowsky, O'Bannon y Shusett siguieron buscando cómo trasladar a la pantalla grande la obra de Philip K. Dick. El primero se rindió finalmente, pero Shusett parecía obsesionado con la película. En 1981, el guionista presentó su idea a los ejecutivos de Disney, pero a estos no les convenció el flojo tercer acto. Posteriormente, fue el productor Dino De Laurentiis (Flash Gordon) quien se hizo con el proyecto, para el que se barajaron directores como Richard Rush (Air America), Lewis Teague (La Joya del Nilo) y David Cronenberg. Este último realizador fue el que más se implicó en la película antes de que le sustituyera el holandés Paul Verhoeven.
David Cronenberg llega a proyecto
En 1984, Dino De Laurentiis contrata a David Cronenberg para que se haga cargo de la dirección de Desafío Total. El guion con el que trabajaría era, básicamente, el mismo que rodaría años después Verhoeven con Arnold Schwarzenegger como protagonista. Sin embargo, Cronenberg tenía otro actor en mente para interpretar a Douglas Quaid: Richard Dreyfuss, estrella de la película de Spielberg Encuentros en la Tercera Fase. Esta elección fue un problema, ya que Dreyfuss no se sentía preparado para rodar las numerosas escenas de acción y peleas incluidas en la película. El actor solicitó una reescritura de sus escenas, con el fin de que su personaje escapara de los peligros en el último momento gracias a su ingenio en lugar de emplear la violencia.
Cronenberg, de acuerdo con las ideas de Dreyfuss, reescribió parte del guion. Doug Quaid no emplearía nunca la violencia, solo su ingenio y valor. Los cambios no afectaron sustancialmente a la primera mitad de la película, a diferencia de lo que ocurrió con el resto del guion, sobre todo el tercer acto, el que más problemas había dado a Shusett y O'Bannon desde el principio. El realizador apostó por explorar las implicaciones morales del comportamiento del protagonista, en lugar de la violencia y la acción. Suya fue la idea de que Quaid deseara abrazar su nueva identidad, en lugar de volver a ser un agente secreto violento y sin escrúpulos. Esta idea se mantuvo en la versión final de Verhoeven.
Desafío Total de Cronenberg, demasiado intelectual
A pesar de que la idea de Cronenberg solventaba en cierto modo el acto final de la película y lo hacía más interesante, la Metro Goldwyn Mayer, distribuidora de las producciones de De Laurentiis, se opuso a este enfoque. Los ejecutivos de la MGM querían un guion con más acción y más impresionante en el apartado visual. También querían a Dreyfuss fuera del proyecto, pues pensaban que no daba la talla como héroe de acción. El problema era que ningún actor de esas características encajaba en la versión de la historia escrita por Cronenberg. Uno de los nombres barajados fue William Hurt, quien años después trabajaría con Cronenberg en Una Historia de Violencia (2005).
La solución de David Cronenberg fue reescribir nuevamente la segunda mitad del guion. Pero solo empeoró las cosas, ya que el nuevo tratamiento no gustó ni a la MGM ni a Ron Shusett. Según parece, el guion original tenía un tono ligero, con mucho humor, muy al estilo Indiana Jones. Todo eso desaparece en la versión del realizador canadiense. Cansado de tantos problemas, Cronenberg abandonaría el proyecto poco después, para filmar una de sus mejores películas, La Mosca.
Total Recall, el argumento de David Cronenberg
El inicio de Desafío Total es recordado por los amantes del cine de acción y ciencia ficción como uno de los más trepidantes de la historia del cine. Pero en la versión de Cronenberg habría sido muy distinto, y no para bien. La escena de lucha entre el protagonista y su falsa esposa —que interpretó finalmente Sharon Stone—, se resuelve rápidamente y casi sin violencia. La persecución posterior en la estación de metro no se produce, así como la secuencia en la que Quaid intenta escapar en el Johnny Taxi. Una de las escenas más icónicas del film de Verhoeven, el momento en el que Quaid es descubierto disfrazado de mujer, tampoco aparecía en el guion de Cronenberg.
Al llegar a Marte, Quaid se encuentra con que el hotel Mars Hilton es ahora el cuartel general de la EIA, la agencia que dirige Cohaagen. Allí conoce a Benny, el taxista, que no es afrodescendiente sino un joven oriental. Este le presenta a Melina, quien ofrece al protagonista trabajo como taxista. Cuando Quaid visita a Kuato —quien tiene más relevancia en la versión de Cronenberg—, encuentra que es un mutante con una cabeza que le surge del vientre. Esta cabeza tiene una personalidad diferenciada de Kuato, llamada Oráculo en el guion de Cronenberg. El diseño del mutante, tal y como vimos en la versión estrenada, fue idea del director de Videodrome. Oráculo, mientras intenta sacar a la luz el pasado oculto de Quaid, muere junto a su hermano Kuato.
El siguiente paso del protagonista es visitar a Pintaldi, un mutante capaz de cambiar de rostro. Aplicando sus poderes al rostro de Quaid, descubre que este es, en realidad, el presidente Mandrell, el dictador de la Tierra. Una de las masajistas de Pintaldi intenta asesinar a Quaid, pero este la mata gracias a su reloj holográfico, un gadget que se mantuvo en la versión final.
Ahora que conoce su verdadera identidad, Quaid se enfrenta a Cohaagen, quien intenta convencerle de que fue la federación marciana y no la EIA quien le alteró la memoria. Cohaagen le persuade para que encuentre al líder de la federación marciana, Van Rindt, y lo capture, para lo cual le entrega un dispositivo rastreador. Este aparato resulta ser una bomba que mata a Benny, el taxista. Mandrell —o Quaid—, se salva por los pelos y regresa a la compañía de taxis. Allí, un médico de la EIA le intenta convencer de que está sufriendo fantasías delirantes, una escena que se conservó casi igual en la versión de Verhoeven.
Melina, que es realmente una agente doble de la federación marciana, ayuda a escapar a Mandrell de los secuaces de la EIA. La chica le conduce hasta Van Rindt, el líder marciano, quien convence a Quaid-Mandrell de que debe acabar con Cohaagen y la EIA.
Al final del Desafío Total de David Cronenberg vemos a Mandrell-Quaid y Cohaagen en un autobús turístico recorriendo el desierto marciano. Este último desvela que Mandrell nunca existió, y que Quaid solo es un funcionario raso del gobierno elegido para interpretar dicho papel. Los planes de Cohaagen eran usar dicha mascarada para hacerse con el poder. Seguidamente, ambos se enzarzan en una pelea a muerte. Cohaagen se saca su mano falsa para descubrir una cuchilla giratoria. Quaid también guarda otra sorpresa: se desgarra sus músculos pectorales falsos y saca una pequeña pistola que llevaba escondida. Todo muy Cronenberg. Obviamente, Cohaagen es derrotado. Finalmente, Quaid asume su papel como presidente Mandrell, con Melina a su lado como consejera.
El Marte fantástico de David Cronenberg
La versión de David Cronenberg de Desafío Total habría sido también muy diferente en el apartado visual. Ron Miller, artista conceptual en películas como Dune (1984), fue contratado por la productora de Dino De Laurentiis para realizar los diseños de vehículos, edificios y criaturas marcianas. Según Miller, algunas de los seres ya estaban en el guion original de Ronald Shusett antes de las reescrituras del director de Cromosoma 3. Entre esos seres destacan los Ganzibulls, unos animales mutantes que habitan en las cloacas de Venusville. Estos habían evolucionado de los primitivos camellos usados por los colonos marcianos como animales de carga. Los camellos usaban respiradores para sobrevivir en la tenue atmósfera marciana.
Antes de la llegada de Cronenberg, Miller y otros miembros del equipo artístico invirtieron mucho tiempo realizando diseños e ilustraciones en los estudios De Laurentiis Entertainment Group (DEG) en Roma. No obstante, hasta la llegada del realizador canadiense, la dirección artística de la película careció de un rumbo fijo. Bob Ringwood, diseñador de vestuario de películas como Excalibur o Batman, también estuvo involucrado en el proyecto.
Los diseños de Miller abarcaron también los escenarios, más elegantes arquitectónicamente hablando que los que vimos en el film de Verhoeven. Por ejemplo, la Mina Pirámide, lugar donde transcurre el clímax de la película, iba a ser en la versión de Cronenberg una gigantesca esfinge marciana.
¿Por qué Cronenberg abandonó Desafío Total?
Según el ilustrador Ron Miller, el director canadiense dejó el proyecto debido a discrepancias con el productor Dino De Laurentiis. A este no le gustaba nada el guion de Cronenberg, muy diferente del original de Shusett. De hecho, parece que era tan distinto que se podría haber rodado una secuela a partir de él con solo cambiar unas cuantas escenas del principio. Sin embargo, parece que Cronenberg no reescribió el guion sin contar con su autor original, pues Miller desvela que trabajó con Shusett codo con codo.
Básicamente, la versión de Total Recall de Cronenberg tenía desconcertado al magnate cinematográfico italiano. El problema era que el realizador quería hacer la película a su manera —lógicamente—, un estilo muy particular que no agradaba a De Laurentiis. Este deseaba una película espectacular, con aventuras trepidantes, mientras que el realizador no estaba por la labor de hacer cine de acción palomitero, sino algo más centrado en la psicología del protagonista. Como resultado de esta divergencia de enfoques, De Laurentiis ordenó parar la producción y David Cronenberg quedó fuera.
Adiós Cronenberg. Hola Verhoeven
Tras esta serie de complicaciones, todo indicaba que la adaptación del relato de Philip K. Dick estaba definitivamente muerta. Pero no fue así. Tras la marcha de David Cronenberg, se barajaron otros realizadores, como Bruce Beresford (Paseando a Miss Daisy). En esta versión, el actor elegido para el papel protagonista iba a ser Patrick Swayze (Dirty Dancing), en una historia con mucha más acción que en la película de Cronenberg. Los trabajos de preproducción se trasladaron de Roma a los nuevos estudios de Dino De Laurentiis en Australia. Se construyeron numerosas miniaturas de edificios y vehículos que se desecharon cuando el proyecto decayó finalmente.
Finalmente, el guion de Ron Shusett fue adquirido por Carolco Pictures y la dirección fue a parar a Paul Verhoeven. El presupuesto inicial fue de 60 millones de dólares, los cuales lucen espléndidamente en pantalla. El rodaje en los estudios Churubusco, México, sin embargo, no fue lo que se dice fácil, a lo que hay que sumar nuevos desencuentros entre Shusett y Carolco por ciertas escenas que la productora quería recortar. Pero todo eso lo dejaremos para un próximo artículo.
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