¡Shazam! La Furia de los Dioses. Crítica Sin Spoilers

El cine de superhéroes pasa por tiempos difíciles. Tanto Marvel Studios como Warner Bros. han contribuido, cada uno a su manera, a matar la gallina de los huevos de oro. Los primeros, con sucesivos estrenos cada uno peor que el anterior; los segundos, con una compañía en pleno reajuste que aún no sabe muy bien qué hacer con su franquicia superheroica. ¡Shazam! La Furia de los Dioses (2023) es una víctima colateral de toda esta vorágine. 

Planeada al calor del éxito de la primera entrega, Shazam 2 es la penúltima película basada en el viejo Universo Extendido DC. The Flash, que llega a los cines el próximo mes de junio, pondrá punto y final a este universo cinematográfico compartido, dando paso a la visión que James Gunn (Guardianes de la Galaxia, El Escuadrón Suicida) tiene de los superhéroes de DC. En este impasse, se estrena ¡Shazam! La Furia de los Dioses, de la que hablamos a continuación sin spoilers.

¡SHAZAM! 2: MÁS ACCIÓN Y MENOS CHISTES

¡Shazam! La Furia de los Dioses cuenta como guionista con Henry Gayden, responsable de la película de 2019, y Chris Morgan, autor de varias de las películas de la saga Fast & Furious. En esta ocasión, el nivel épico aumenta considerablemente, aunque se mantiene, algo más atenuada, la relación de Billy Batson con su familia de acogida. A la inexperiencia de la Familia Shazam como superhéroes, algo que queda patente en la espectacular escena del puente, se suma la llegada a la ciudad de Hespera y Kalypso, hijas del dios Atlas. Estas culpan al Consejo de Magos de haber robado los poderes de su padre, por lo que buscan venganza no solo contra el hechicero Shazam (Djimon Hounsou), sino contra toda la humanidad. En medio de todo este lío, Freddy Freeman al fin encuentra el amor, aunque las cosas no irán como los tortolitos esperan.

No es extraño que en esta película el actor Jack Dylan Grazer le haya comido la tostada al propio protagonista. El personaje de Freddy Freeman, al igual que ya hacía en Shazam de 2019, le roba el protagonismo al propio héroe. De hecho, Freeman aparece más minutos en pantalla que Billy Batson, a quien da vida Asher Angel, un actor con capacidades interpretativas más limitadas que Grazer. 

En cuanto al resto de integrantes de la Familia Shazam, todos tienen su momento de gloria, aunque destacan especialmente las chicas. Grace Fulton interpreta tanto a Mary Bromfield, la hermana mayor de Billy, como a su alter ego superheroico. La actriz, de 26 años, encarna con solvencia ambos personajes y es la que más peso tiene en pantalla detrás de Shazam y Freddy Freeman. Por su parte, Meagan Good, quien encarna a la Darla adulta, roba algunas escenas —como la de los unicornios— con el juego que da su inocencia e ingenuidad dada la diferencia de edad entre su yo humano y superheroico. Anthea, interpretada por Rachel Zegler, la elegida como la Blancanieves de imagen real de Disney, también realiza un buen trabajo en su papel de interés amoroso de Freddy.

LAS HIJAS DE ATLAS

Las hijas de Atlas, Hespera y Kalypso no proceden de los cómics de Shazam. La inspiración de los guionistas está, obviamente, en la mitología griega. La decisión de no contar con un villano de los cómics, como sí sucedía en la primera película con Sivana, es bastante discutible dado el extenso repertorio que tenían disponible. De cualquier modo, esta no es la mayor debilidad que le encuentro a estos personajes. Helen Mirren interpreta a Hespera, veterana actriz que vuelve a hacer de hechicera tras la lejana Excalibur. Lucy Liu, por su parte, encarna a su despiadada hermana Kalypso. Ambas actrices ofrecen una actuación sólida, sobre todo Mirren, algo que se ve empañado por la simpleza de sus motivaciones.

La motivación random de las hijas de Atlas es uno de los grandes fallos de ¡Shazam! La Furia de los Dioses. Por si fuera poco, sus intenciones no quedan demasiado bien explicadas. ¿Qué quieren? ¿Vengarse del consejo de magos? De ser así, ¿por qué castigan a la humanidad? La película no ofrece unas respuestas claras a estas preguntas, lo que deja al espectador preguntándose a qué obedece el caos y la destrucción que originan estas deidades. No obstante, las hijas de Atlas resultan ser unas enemigas solventes para lo que esta película pretende ofrecer: acción, espectáculo y drama.

¡SHAZAM! LA FURIA DE LOS DIOSES, ¿MERECE LA PENA?

Como apunto al principio de este artículo, Shazam! Fury of the Gods está siendo víctima de las circunstancias que otros han propiciado. Según las últimas noticias, todo apunta a que la película va a ser un fracaso de taquilla, algo que hasta su director, David F. Sandberg, dejaba bien claro en redes sociales. Incluso en China, Shazam 2 parece que va a rendir por debajo de lo esperado. Sin embargo, y tomando a la película de manera aislada, estamos ante un largometraje de superhéroes entretenido y solvente. No es una película que vaya a pasar a los anales del cine superheroico, pero ofrece exactamente lo que esperarías de un film de este tipo. Le va a ocurrir lo mismo que a Black Adam, solo que el castañazo no va a ser tan fuerte porque el presupuesto de Shazam 2 es de 125 millones de dólares y el film de Dwayne Johnson se estima que sobrepasó los 250.

A pesar del relativamente modesto presupuesto de ¡Shazam! La Furia de los Dioses, los efectos especiales funcionan bastante bien. El vuelo de los héroes, sus poderes, los escenarios fantásticos de los dioses, las criaturas mitológicas, todo se ve como debería, sin que se note demasiado que estamos ante una producción mediana para los estándares actuales. Parece que Warner Bros. trata —y paga— a los profesionales del CGI mejor de como lo hace Marvel, al menos a la vista de las últimas películas y series de Marvel Studios.

¡Shazam! La Furia de los Dioses tiene bastante más acción y espectacularidad que su predecesora. Se nota en algunos momentos que han sido eliminadas ciertas escenas que, posiblemente, habrían girado en torno a la relación de Billy con su familia. No obstante, el film sigue siendo fiel al espíritu del anterior. La duración de la cinta, 130 minutos, se siente un poco excesiva, sobre todo en su parte central. Son las escenas en las que Shazam (Zachary Levi) y su familia están en la biblioteca de la Roca de la Eternidad decidiendo su estrategia. No obstante, es un problema menor que apenas ensombrece el resto de la película.

SHAZAM 2 Y EL CAMEO DE WONDER WOMAN

Sin duda, uno de los movimientos más incomprensibles de los responsables de la promoción de esta película ha sido incluir el cameo de Wonder Woman en los spots de televisión. Semanas antes del estreno surgieron rumores de que aparecería otro importante personaje del DCU, pero nadie esperaba que la propia Warner lo spoileara en la publicidad de la película. Puede parecer un torpedo en la línea de flotación del proyecto, pero en Warner debieron pensar que incluir la escena de Wonder Woman en los tráilers atraería al público a las salas de cine. En todo caso, la aparición del personaje de Gal Gadot está bien llevada, y logra una escena emotiva que pone el broche de oro a una película notable aunque no exenta de errores.

En cuanto a las dos escenas postcréditos de ¡Shazam! La Furia de los Dioses, la primera de ellas deja un regusto amargo. La segunda es una tontería y, la verdad, podrían habérsela ahorrado, ya que lo que muestra queda en papel mojado con el reinicio del Universo Cinematográfico DC que planean James Gunn y Peter Safran. En cambio, la primera escena nos deja muchos interrogantes. Sin desvelar su naturaleza, solo puedo decir que abre la posibilidad de que Shazam sea uno de los personajes elegidos por Gunn para su nuevo Universo Cinematográfico DC. Pero, por otro lado, pienso que puede ser una ilusión, algo parecido a lo que sucedió con el cameo de Superman en Black Adam.

Entonces, ¿merece la pena ir a ver al cine ¡Shazam! La Furia de los Dioses? Si eres seguidor de las películas de personajes DC, mi respuesta es un sí rotundo. No tiene sentido boicotear una película así solo por el hecho de que te sientas más cerca de la visión de James Gunn que de la de Zack Snyder. Shazam es uno de los superhéroes de DC Comics más antiguos, quien llevaba con orgullo el nombre de Capitán Marvel antes de que Marvel Comics decidiera que no. Por cierto, atento al cameo de Michael Gray, el actor que interpretó a Billy Batson en el serial de los años 70. Es uno de los transeúntes que anima a Shazam gritando su nombre original, Capitán Marvel.

Pero ¿y si no eres fan de los cómics DC y solo quieres pasar un buen rato? ¡Shazam! La Furia de los Dioses cumple como película de superhéroes que solo busca ofrecer acción, entretenimiento y su dosis justa de drama y humor. Sus efectos visuales, muy logrados a pesar de contar con un presupuesto ajustado, logran que nos metamos en la película, sin distraernos en ningún momento por su dudosa calidad, como sí ha ocurrido recientemente con películas similares supuestamente más costosas. Es una pena que ¡Shazam! La Furia de los Dioses no obtenga el éxito que merece, cuando otras películas bastante inferiores han logrado triunfar con menos méritos.