Los cromos nunca han dejado de fascinar a grandes y pequeños. Hoy en día, las viejas colecciones han dado paso a aplicaciones digitales, como si el ritual de pegar estampas en un álbum pudiera sustituirse por la pantalla de un móvil o un ordenador. El libro Cromos, Cromos y Cromos. Un Viaje por las Colecciones de los Últimos 100 Años, publicado por Diábolo Ediciones, nos invita a un viaje por los últimos cien años de esta bonita afición. Su autor, Guillem Medina, un enamorado de la cultura popular en todas sus facetas, ha realizado un ímprobo esfuerzo por recopilar y clasificar la práctica totalidad de colecciones de cromos publicadas en España desde principios del siglo XX hasta la actualidad. ¿Qué nos ofrece esta fascinante obra?
EL UNIVERSO DE LAS COLECCIONES DE CROMOS ESPAÑOLAS
Como desvela el propio autor en su introducción, la presente obra es más que una actualización de su anterior libro Lo Tengo Repe, publicado en 2013. En realidad, es un libro completamente nuevo, diferente al primero, y mucho más completo. En la presentación, Medina rememora con nostalgia aquellas viejas colecciones de estampas que vendían en quioscos, así como las que regalaban con los pastelitos o yogures. Nacido en 1968, Guillem Medina disfrutó de su infancia durante los años dorados del coleccionismo de cromos, en una España que estaba despertando de un letargo de décadas y que estaba hambrienta tanto de conocimientos como de entretenimiento.
Ante tanta abundancia de álbumes de cromos, el autor ha optado por dividir su obra en capítulos temáticos. De este modo, el primer y extenso capítulo del libro está dedicado a las estampas que regalaban con el chocolate, algo muy común en España a principios y mediados del siglo XX. Antes de que las grandes multinacionales de la alimentación las fagocitaran, había en España toda una pléyade de pequeñas empresas dedicadas a la fabricación de chocolates. Estas adoptaron la costumbre de regalar con sus productos estampas y álbumes donde coleccionarlas. Hoy en día, estas publicaciones alcanzan altas cotizaciones entre los coleccionistas.
LOS CROMOS DE CINE
El primer álbum de temática cinematográfica que menciona el autor es Estrellas de Cine, lanzado por Nestlé en el aciago año 1936. A él le siguen infinidad de álbumes, algunos de ellos dedicados exclusivamente a tal o cual producción, como el de Robín de los Bosques (1948) o Las Minas del Rey Salomón (1952). Pero también se mencionan álbumes tan queridos por los aficionados españoles como el de La Guerra de las Galaxias, editado por la editorial Pacosa Dos. O el de Superman, publicado por Fher en 1979. Sin duda, quienes gozaron de su niñez aquellos años disfrutarán de lo lindo redescubriendo estas colecciones de cromos. No obstante, el autor omite en esta sección el sensacional álbum póster de El Imperio Contraataca de yogures Yoplait, que tuve la suerte de disfrutar y que hoy alcanza los 200 € en el mercado coleccionista.
Los textos van acompañados de cientos de fotografías a todo color de álbumes y cromos de todas las épocas. Se nota que el autor se ha esmerado en una búsqueda que no ha debido ser fácil. Posiblemente, las webs de coleccionismo y segunda mano y blogs dedicados a la nostalgia le habrán sido de gran utilidad en su búsqueda y recopilación de material gráfico.
En su afán recopilador, el autor también incluye los álbumes de cromos más actuales, aunque los menciona un poco de pasada. Actualmente se publican muchos menos que antes y, además, el interés que despiertan entre los coleccionistas y los nostálgicos es muy inferior.
LOS CROMOS DE PERSONAJES DISNEY
Tanta importancia tienen los personajes de las películas de Disney que el autor ha decidido dedicarles un capítulo en exclusiva. Los primeros álbumes de cromos se remontan a 1941, año en que Fher edita uno de Blancanieves y los Siete Enanitos. Le seguirán muchos más, algunos dedicados a las distintas películas de Disney, como La Bella Durmiente, Peter Pan o 101 Dálmatas, entre otras muchas producciones. Recuerdo con especial cariño el álbum Vuela con Peter Pan y Conoce a sus Amigos, una colección de cromos plastificados que venían con los pastelitos de la marca Cropan.
CROMOS DE SERIES DE TELEVISIÓN
La televisión llega a los hogares españoles en 1956, pero pocos fueron entonces los afortunados en poder permitirse un aparato receptor. Quizás esa sea la causa de que las primeras colecciones de estampas de series de televisión no aparecieron hasta mediados de los años 60. Repasar los nombres de aquellos álbumes es hacer un recorrido por la historia de la televisión en España: Bonanza, Daniel Boone, Viaje al Fondo del Mar... Había álbumes dedicados solo a una serie y también a estrellas de la interpretación.
Sin embargo, las colecciones que más pegaron desde finales de los 60 fueron las de personajes de dibujos animados, sobre todo de Hanna-Barbera, mítica productora de dibujos animados de la que surgieron personajes como Scooby Doo, el Oso Yogui o Los Picapiedra, por citar solo a los más famosos. Todavía atesoro algunos de aquellos viejos álbumes de series infantiles, como el de Petete o el de La Vuelta al Mundo de Willy Fog. Otros, como el de Marco, desaparecieron en alguna mudanza. Sin duda, este es uno de los capítulos del libro que más nostalgia despertará al lector, con diferencia.
COLECCIONES DE CROMOS DE NATURALEZA E HISTORIA
Como bien da a entender el autor, las colecciones de cromos sobre naturaleza, geografía e historia tuvieron su época de esplendor desde mediados del siglo XX hasta principios de los 80. El afán didáctico fue el motor de muchas colecciones en una época en la que a los niños les fascinaba el mundo y las criaturas salvajes. Aparecieron multitud de cromos, algunos tan originales como los del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente o los dedicados a las etnias africanas, algo que hoy bordearía lo políticamente incorrecto. Entre tanto álbum, el autor menciona Naturaleza y Color, de editorial Caren. Publicado en 1980, esta colección destacaba del resto porque, aparte de animales y etnias africanas y de Oceanía, también incluía cromos de anatomía humana, de protozoos y de batracios. Lo conservo completo, y aún recuerdo cuánto me costó conseguir el último cromo: la manta raya.
La historia y la geografía también fueron temas comunes en los albumes españoles a partir de los años 40. Curiosamente, el autor recupera muchos dedicados a la guerra, algo impensable en tiempos —los actuales— en los que se apuesta por alejar a los más jóvenes de estos temas. Pero era otra sociedad, y los álbumes bélicos proliferan en una España que sufre la posguerra. La cosa se extiende hasta los 70, aunque cada vez menos editoriales de cromos apuestan por la guerra como tema para sus colecciones.
Llegados a este punto, deseo regañar al autor del libro por haber cometido un olvido que, si bien es perdonable, me ha extrañado bastante. Si bien se recogen fotografías de la portada y de su interior, Medina no hace mención del álbum Historia-Ficción, publicado por Maga en 1980. Esta colección tenía la peculiaridad de que, además de mostrarnos la evolución de los ejércitos a través de la historia, también incluía una sección dedicada al futuro, con naves espaciales, así como unos horrorosos alienígenas y monstruos que quedaron grabados en su día en mi joven imaginación.
CROMOS DE MUÑECAS, DE CANTANTES Y DE DEPORTISTAS
Hasta no hace tanto, era una creencia ampliamente aceptada por la sociedad que los gustos de las niñas eran diferentes a los de los niños. Debido a ello, proliferaron en España multitud de colecciones de cromos de muñecas, vestiditos y demás temáticas femeninas, sobre todo a partir de los años 60. También abundaban los álbumes sobre trajes regionales, algo muy del régimen de la época y que hoy vemos con una sonrisa en los labios.
Los ídolos del pop fueron también los protagonistas de muchas colecciones de estampas. Ya en los 60, niños y niñas intercambiaban los cromos de cantantes como Los Beatles, Raphael o Los Brincos, entre otros. Como nos descubre Guillem Medina en su libro, completar algunas de las colecciones te brindaba incluso la posibilidad de ganar premios, como recibir en casa una casete con los éxitos del momento. Como ves, el autor aporta datos que muchos teníamos enterrados en la memoria y que, gracias a este tipo de publicaciones, vuelven a salir a la superficie.
Finalizamos la reseña del libro con la sección dedicada a los ases del deporte o, más bien, a los del fútbol. El autor, de entrada, ya confiesa que nada le atrae el deporte. No obstante, no se corta en ofrecer al lector abundante información sobre las colecciones de cromos deportivos que inundaron los quioscos de nuestra infancia. Como apéndice final, Guillem Medina recopila todos aquellos álbumes que no han encajado en ninguno de los capítulos previos. Es, como bien dice, un cajón de sastre donde caben colecciones como El Porqué de las Cosas, de Bimbo, El Mundo del Arte, o Comiclandia: ¡Famosos de la Historieta!, de la marca de chicles Dunkin.
Guillem Medina, autor también de libros como Beautiful Women. Pin-Ups y Bombshells Inolvidables o Siempre Quise Ser Uno de los Cinco, ambas publicadas por Diábolo, da el do de pecho con una obra exhaustiva, casi enciclopédica. Estamos ante un manual imprescindible para coleccionistas de lo vintage, un compendio de colecciones y álbumes que han alegrado a generaciones de niños desde la posguerra hasta la actualidad. A ello hay que sumar la espléndida edición, tal y como Diábolo nos tiene acostumbrados, con centenares de fotografías a todo color, una buena maquetación y un papel satinado de alta calidad. Sin duda, todo un regalo para los más nostálgicos.
Cromos, Cromos y Cromos. Un Viaje por las Colecciones de los Últimos 100 Años. AUTOR: Guillem Medina. DIÁBOLO EDICIONES. FORMATO: Cartoné, 287 páginas, color. PVP: 25,95 €
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