Cry of Cthulhu, la Película Perdida de Lovecraft

A mediados de 1977 se anunció el desarrollo de Cry of Cthulhu, una película basada en la obra de H. P. Lovecraft. Iba a ser producida por la compañía Cinema Vista, al parecer con el beneplácito de la editorial Arkham House, propietaria de los derechos del escritor de Providence. Si eres seguidor de Lovecraft y de sus adaptaciones a diferentes medios, seguramente no te sonará este título. ¿La razón? Cry of Cthulhu ni siquiera se empezó a rodar, a pesar de que sus promotores esperaban contar con un presupuesto de siete millones de dólares (el de Star Wars fue de once). Además, se invirtió mucho tiempo y esfuerzo en planificar los efectos visuales, crear los diseños de producción y storyboard, etc. ¿Quieres saber cómo habría sido la película definitiva sobre los Mitos de Cthulhu?

EL ARGUMENTO DE CRY OF CTHULHU

Según la información aparecida en la revista Starlog de junio de 1977, Cry of Cthulhu iba a inspirarse libremente en la mitología lovecraftiana. No se trataba realmente de la traslación de ninguna de las historias de Lovecraft, sino un planteamiento totalmente nuevo con elementos propios de su obra. La película la protagonizaba una joven pareja que hereda una aislada mansión ubicada en un remoto rincón de la Selva Negra germana. Tras mudarse, se enteran de que cerca del caserón se encuentra un antiguo campo de batalla donde perecieron centenares de soldados estadounidenses y alemanes durante la II Guerra Mundial. Según Mary Ann Hurd, una de las guionistas, se inspiraron en un supuesto suceso paranormal ocurrido en Malasia en 1969. Al parecer, diversas personas habían sufrido graves trastornos físicos y psíquicos tras cruzar un terreno que había sido el escenario de una cruenta batalla de la II Guerra Mundial.

La cosa se complica para la pareja cuando descubren que hay otros habitantes en la mansión: una horda de seres demoníacos liberados del inframundo por el anterior dueño de la propiedad, experto en artes místicas. En medio del caos, el marido experimenta un extraño sueño en el que viaja a la ciudad de Kadath, donde se reunirá con los seres denominados Dioses Arquetípicos. Estos intentan advertirle de las nefastas consecuencias de liberar a Cthulhu, dios Primigenio que expulsaron de la Tierra hace eones. Si Cthulhu escapa, romperá las cadenas místicas que sujetan al resto de dioses Primigenios, quienes bajarán de los vacíos estelares para reanudar su reinado de terror sobre la Tierra.

UNA PELÍCULA DE CTHULHU... SIN CTHULHU

Según el guionista, Cthulhu no iba a aparecer en la película. «No creo que Cthulhu deba aparecer nunca en ninguna película de Lovecraft. Cthulhu siempre debe permanecer oculto». Así lo manifestaba en 1979 a la revista Starlog William Baetz, coproductor de la cinta. Sin embargo, Baetz prometía a los seguidores de Lovecraft que en la película aparecería el reino de Cthulhu y los Primigenios, el de los dioses Primordiales y el campo de batalla de ambos bandos: la Tierra. 

Para la guionista Mary Ann Hurd (al parecer, sin nada que ver con Gale Anne Hurd, productora de películas como Terminator o Aliens), la mayor inspiración de la película es el relato En la Noche de los Tiempos (The Shadow Out of Time, 1936). Considerado una de las narraciones fundamentales de los Mitos de Cthulhu, esta historia cuenta la confrontación ocurrida hace eones entre los dioses Primigenios y los Primordiales. Según Hurd, Cry of Cthulhu iba a comenzar donde acabó el relato de Lovecraft, con un alemán nazi desquiciado que ha descubierto, de algún modo, el modo de despertar de su sueño a los terribles Primigenios.

LA GÉNESIS DE CRY OF CTHULHU

Inicialmente, Cry of Cthulhu iba ser una producción de bajo presupuesto de tan solo 700.000 dólares. Los planes de hacer una película sobre los Mitos de Cthulhu surgieron en 1974, pero los problemas financieros atrasaron el inicio de la producción a 1976. Los planes eran rodarla en Michigan, pero diversos contratiempos financieros hicieron a los productores llevarse el proyecto a Hollywood. Allí encontraron más entusiasmo por parte de productoras y distribuidoras, de ahí que apostaran por una película más ambiciosa. Al parecer, había luz verde para un presupuesto de siete millones de dólares, gran parte del cual se emplearía en los efectos especiales.

La película iba a ser dirigida por el alemán Wolfgang Glattes, cuyo currículum se limitaba a director de segunda unidad en producciones como Un Mundo de Fantasía (1971) o Cabaret (1972). Haberse criado en la Selva Negra, la región alemana donde la película iba a transcurrir, fue determinante para su elección.

LAS CRIATURAS Y EFECTOS ESPECIALES DE CRY OF CTHULHU

Uno de los obstáculos al que se enfrentaron los responsables de la película fue la relativa parquedad con la que Lovecraft describía a sus criaturas. No son pocos los casos en su obra en los que el aspecto de los dioses y seres lovecraftianos son dejados a la imaginación del lector. Para la película, el equipo artístico se inspiró en las descripciones de otros autores del Círculo de Lovecraft, como Robert E. Howard, Brian Lumley, Clark Ashton Smith o August Derleth, entre otros.

El presupuesto para los efectos especiales iba a ser de al menos dos millones de dólares. Los responsables del proyecto fueron reacios a desvelar en las entrevistas demasiado acerca de este aspecto de la producción. No obstante, anunciaron que se iban a utilizar novedosas técnicas de animación por stop-motion. Para ello, se había contratado al animador Ernest Farino (La Galaxia del Terror, La Cosa), quien iba a trabajar durante un año y medio en tareas de post-producción. Lyle Conway, colaborador habitual de Jim Henson, iba a ser el encargado de diseñar y fabricar los modelos. Junto a estos, se esperaba contar con especialistas de efectos visuales y de maquillaje de películas y series como Galáctica: Estrella de Combate o Flesh Gordon (sí, la divertida parodia erótica de 1974). 

¿QUÉ PASÓ REALMENTE CON CRY OF CTHULHU?

Uno de los profesionales involucrados en la preproducción del film fue el artista conceptual Tom Sullivan, creador de las maravillosas ilustraciones para el juego de rol La Llamada de Cthulhu. En una entrevista concedida a la página 2 Warps to Neptune en 2014, Sullivan desvela por qué Cry of Cthulhu nunca llegó a rodarse. El artista cuenta que los responsables del proyecto llevaron su idea a Los Ángeles, donde lo presentaron a varios productores, entre ellos Dino de Laurentiis (Dune). Para ello, usaron las ilustraciones de Sullivan. La ejecutiva de uno de los estudios les dijo que la película no era para ellos, por lo que volvieron a casa frustrados y sin financiación.

Sin embargo, el destino aún deparaba una desagradable sorpresa a Bill Baetz y David Hurd. Seis meses después del viaje a Hollywood, recibieron una carta en la que el fisco estadounidense les reclamaba medio millón de dólares en concepto de impuestos impagados. Según parece, la ejecutiva finalmente sí había dado luz verde a Cry of Cthulhu y había reunido un presupuesto inicial de tres millones. Pero lo hizo de tal modo que pareciera que Baetz y Hurd habían recibido el dinero, algo que nunca sucedió. Según se desprende de las palabras de Sullivan, la ejecutiva fue juzgada por estafa. David Hurd escribe actualmente novelas basadas en los Mitos de Cthulhu con el seudónimo Byron Craft. Cry of Cthulhu es el título de una de ellas.

Cry of Cthulhu lo tenía todo para triunfar: una premisa interesante, presupuesto, un buen equipo artístico... Sin embargo, la película nunca llegó a rodarse y quedó en el limbo de los proyectos abandonados. Los planes eran no detenerse en una sola entrega, sino expandir la mitología lovecraftiana a una posible secuela. Nunca sabremos qué habría salido de este proyecto, solo nos quedan un puñado de arte conceptual y las declaraciones de quienes estuvieron involucrados en Cry of Cthulhu. Guillermo del Toro lleva décadas intentando trasladar a la gran pantalla En las Montañas de la Locura, y aún no lo han logrado, no sabemos bien si por causas económicas o creativas. El caso es que Cry of Cthulhu, de haberse estrenado, podría haber estimulado en los 80 las adaptaciones de la obra del escritor de Providence, lo cual nos habría legado una filmografía lovecraftiana mucho más rica e interesante.