Amazon Studios parece ser un capricho del señor Jeff Bezos. Como buen milmillonario, aprovecha para hacer realidad sus fantasías con su fortuna. Entre ellas, tenemos su particular carrera espacial con Blue Origin, o su plataforma de streaming. Amazon Prime nos ha dado buenas cosas, como La Maravillosa Señora Maisel, The Boys, Upload... y poco más. También es la plataforma con peor interfaz y peor visionado. Harto de ser un segundón en esto del streaming, Bezos decidió dar un golpe sobre la mesa. Una serie que marcara época y pusiera a Amazon en el lugar que según él merece. El Señor de Los Anillos: Los Anillos de Poder, la serie más cara de la historia hasta ahora, tenía esa misión. Basada en unos apéndices de la obra de J.R.R. Tolkien, por desgracia es una nueva muestra de que el dinero no lo compra todo. Te contamos por qué.
GALADRIEL, LA FALSA IDEA WOKE DE LA MUJER
Parece ser que tras la decisión de Hollywood de imponer un solo tipo de mujer empoderada en todas sus producciones hay desgravaciones fiscales. Ya deben ser buenas para que cubran la serie de fracasos de taquilla y visionado que acumulan. En la serie Dopesick, basada en personajes reales, Rosario Dawson interpreta a una mujer con tantas características woke que, tal y como comprobé, nunca existió. Aquí nos encontramos más de lo mismo, pero peor. La elfa Galadriel (Morfydd Clark) es un guerrera que busca venganza por la muerte de su hermano Finrod a manos de Sauron. Al resto de elfos parece no importarle lo que haga Sauron. No hay más matices. Sólo pone cara de vinagre durante los dos episodios.
Menos mal que la tenemos a ella. La comandante lidera a un grupo de elfos en la nieve. No solo es la única que apenas tiene frío, que el empoderamiento calienta mucho, sino que le sobra su manta para abrigar a un pobre elfo que cae exhausto en la nieve. Su grupo de soldados son atacados por un troll, y estos sólo saben salir corriendo. Hasta que llega hasta ella, que con sus 50 kilos de peso y un puñal acaba con el problema sin el menor esfuerzo ¿Qué clase de soldados ha escogido esta mujer? Si apareciera un rótulo en la serie diciendo «para que veáis que Galadriel es más lista y poderosa que todos los elfos juntos» no sería más burdo.
Galadriel comparte un momento tranquilo con su amigo Elrond (Robert Aramayo) ¿Cambia por ello la expresión de su cara? ¿Tiene una conversación natural, espontánea con Elrond? ¿Algún interés en la vida aparte de la venganza? Ella sólo está obsesionada con dar caza a Sauron. No hay nada más. Ni en las peores de Stallone vemos esta actitud unidimensional. Esta rigidez absurda de Galadriel, facial y emocional, es tan vacua como indignante. Te desconecta totalmente de un personaje que, abandonada en medio del mar, solo necesita nadar sin la menor alteración el tiempo que haga falta. Ella lo hace todo bien sola y sin ningún esfuerzo. Espero que les cunda en su declaración de impuestos, porque como espectadores, nos sale a deber y mucho.
TRAMAS SIN INTERÉS Y DESCUIDADAS EN SU DESARROLLO
Los dos primeros episodios de Los Anillos de Poder, que para mi son los últimos, nos han presentado varias tramas con un solo punto en común: ninguna me interesa lo más mínimo. Las conversaciones son tan genéricas que la misma frase la puede decir cualquiera de los personajes, grande o pequeño, poderoso o humilde. Los pelosos pretender ser una raza nómada, carente de cultura. Pero hablan de sí mismos como en una obra de Shakespeare. Ah, y algunos no saben lo único que tienen que aprender: que hay peligro fuera de los límites de su poblado.
La trama de los pelosos gira en torno a la llegada en un meteorito de un misterioso hombre con poderes. Este aterraría a cualquier crío de cualquier época, menos a la pelosa Nori (Markella Kavenagh). Si tienen curiosidad por alguien así que se den un paseo por las calles de Los Ángeles, que hay cientos de personas sin hogar con ese aspecto.
Vemos a la realeza elfa yendo a visitar al rey de los enanos a la manera políticamente correcta del Hollywood actual. En vez de mandar emisarios, ir con su corte, con la pomposidad inherente a cualquier dirigente, ¿qué vemos? A dos elfos que parecen domingueros haciendo senderismo dando un paseo hasta la montaña de los enanos, la cual parece estar a cincuenta metros de su castillo. Sin embargo, Elrond y el príncipe enano llevan veinte años sin verse... ¿Pero esto qué es? ¿Hasta dónde llega el desprecio por la inteligencia del espectador? ¿Y esta es la serie más cara de la historia?
El elfo Arondir tiene su enamorada humana, Bronwyn. A ver quien se cree que solo ha habido dos intentos de cruce entre elfos y humanos a lo largo del tiempo —Elrond es medio humano—, con la buena planta que tienen la mayoría. Bueno, pues Arondir le dice a Bronwyn que andando tardarían un día y medio en llegar a la tierra peligrosa. Y ella dice «voy contigo». Deja su hijo atrás y ni una botella de agua para el camino. Debe ser de secano la mujer. También llega a su destino sin cansancio alguno. Otra empoderada. Los elfos son más fuertes, pero los humanos necesitan agua en todas partes, incluída la Tierra Media. Y no hablemos de otro momento de empoderamiento, cuando Bronwyn se carga ella solita a un orco y se planta con su cabeza en la taberna del pueblo, donde los hombres pierden su tiempo bebiendo cerveza... Más clichés, imposible.
De Galadriel y su guerra en solitario contra Sauron, que eliminó a su hermano sin pestañear, ya hemos hablado. Un huevo frito tiene más complicación que la psique de esta mujer. No hay mimo por los detalles, verdadero amor y pasión en lo que nos cuentan. Sólo miedo a enfadar a quienes exigen diversidad por todas partes, mucho más fácil que hacer un buen guion.
LOS DIÁLOGOS DE EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: LOS ANILLOS DE PODER
Obviamente, si estamos diciendo que el guion de Los Anillos de Poder dista mucho de estar bien escrito, los diálogos van en consonancia. Ampulosos, recargados, risibles, plagados de dichos y frases hechas supuestamente tolkienianas, así como tremendamente artificiales y faltos de naturalidad. La peor parte se la llevan las conversaciones entre los elfos. Hay momentos, de verdad, que dan bastante vergüenza ajena del nivel de artificio e impostura que pueden llegar a alcanzar estos aprendices de guionistas. Todo ello, claro está, lastra mucho las escenas, convirtiendo el visionado de estos dos primeros episodios en una verdadera tortura.
Los diálogos de personajes no elfos son algo menos rebuscados, como los que mantienen entre ellos los humanos o los pelosos (los hobbits de toda la vida, vamos). No obstante, la forma de hablar de las distintas razas que pueblan esta Tierra Media son, básicamente, intercambiables, sin rasgos propios que distingan lenguas y modos de expresarse. En definitiva, una tremenda falta de pericia e imaginación por parte de los guionistas de esta serie.
LA CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONAJES DE LOS ANILLOS DE PODER
Por alabar, las críticas no honestas y faltas de criterio están alabando incluso la caracterización de los personajes. Si bien el aspecto que presentan los elfos se parece bastante a lo que vimos en las películas de Peter Jackson, no ocurre lo mismo con otras razas, como los pelosos o los enanos. En primer lugar, llamar pelosos a los que son claramente hobbits es una decisión que puede obedecer a que Amazon no cuenta con los derechos sobre estos personajes. Por tanto, su aspecto, costumbre y apariencia física no pueden ser iguales. Vemos que viven en los bosques, que son nómadas, que son más pequeños que un humano pero distintos a los enanos, y que les faltan los característicos pies grandes de los hobbits. También vemos como hay una gran diversidad entre ellos: caucásicos, negros, latinos... Se trata claramente de inclusión forzada, ya que los hobbits de Tolkien no son así. Y si son pelosos, son una raza inventada y en la promoción de la serie se explicó que eran de piel oscura, ¿por qué hay blancos entre ellos?
Los humanos, por su parte, son reflejados como gente sucia, ignorante y de poco fiar, como ese cocinero medio desnudo que trocea la carne en la taberna. Es curioso que cuando Arondir (Ismael Cruz Córdoba) entra en la taberna de los humanos, todos los que están allí son caucásicos. Recordemos que, según los guionistas de esta serie —que no Tolkien—, destacamentos de elfos han permanecido en las Tierras del Sur con el fin de vigilar a los hombres, muchos de los cuales se alinearon junto a las fuerzas del mal que representaba el Señor Oscuro Morgoth. De nuevo, agenda.
En cuanto a los enanos, el aspecto es parecido a la raza que vimos en ESDLA de Peter Jackson, aunque con diferencias. En primer lugar lugar, el diseño de las armaduras es horrible, con cascos que no dejan ver sus rostros, una decisión sin duda que obedece a motivos económicos. Así hay que maquillar a menos gente... Por otro lado, vemos que el príncipe Durin IV (Owain Arthur) acompañado de sus dos hijos. Estos, convenientemente, juegan con unos inmensos cascos en la cabeza que no nos dejan ver su aspecto. ¿Por qué? La esposa de Durin, Disa, es por supuesto negra, obviando el hecho de que las hembras enanas descritas por Tolkien son barbudas. Christopher Tolkien, en las notas de la obra de su padre, deja bien claro que los enanos y enanas, desde su nacimiento, llevan barba.
LOS EFECTOS VISUALES Y EL CGI DE LOS ANILLOS DE PODER
El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder es una serie de la cual hay planeadas cinco temporadas en las que Amazon piensa invertir unos mil millones de dólares. Solo los derechos televisivos costaron en torno a los 250 millones de dólares, lo que la convierte en la serie más cara de la historia. ¿O no? ¿Se traslada todo ese dineral a lo que vemos en pantalla? La primera temporada ha sido rodada en Nueva Zelanda, en localizaciones similares a las escogidas por Peter Jackson para su trilogía. Vemos espectaculares valles, montañas y paisajes reales que parecen sacados efectivamente de la Tierra Media. La cosa cambia cuando los personajes interactúan ante lo que claramente es una pantalla verde o se nos muestra en la lejanía una maravillosa ciudad élfica.
Una de las primeras escenas de la película cuenta con la presencia de un troll de las cavernas, al que se enfrentan Galadriel y sus soldados elfos. La escena es oscura, mal coreografiada y peor montada. Por no hablar de su resolución, brusca y poco creíble. Las escenas del principio, que intentan poner al espectador en perspectiva sobre lo que ha ocurrido en la Tierra Media hasta ese momento, son escasas, confusas y apenas se logra discernir nada. ¿Dónde están entonces esos cientos de millones que se han gastado? La escena del barco a Valinor es de traca y el posterior salvamento de Galadriel por los humanos de la balsa no lo es menos: se nota a la legua que está rodada en un tanque.
Curiosamente, lo que mejor funciona visualmente de los dos episodios es el aspecto que luce el orco que se cuela en la casa de la humana. Una vez más, se demuestra que los efectos especiales de maquillaje siguen siendo una apuesta segura en este tipo de producciones de fantasía. En definitiva, la serie no impacta a nivel visual como debería, ni marca un antes y un después en los efectos visuales como sí ocurrió con El Señor de los Anillos, estrenada hace ya más de veinte años.
EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: LOS ANILLOS DE PODER. CONCLUSIONES
Hacer coincidir el estreno de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder con el aniversario del fallecimiento de J.R.R. Tolkien ha sido percibido por muchos como un homenaje al genial escritor. No obstante, a la vista del resultado, mucho me temo que el autor británico debe estar revolviéndose en su tumba del cementerio de Wolvercote en Oxford. Lanzarse a producir una serie milmillonaria solo con los derechos de un puñado de esbozos que Tolkien escribió sobre su universo de ficción es, a todas luces, una apuesta muy arriesgada. El resultado es el que hemos visto en estos dos primeros capítulos, en los que más de la mitad de tramas y personajes son inventados.
Para este camino no nos hacían falta estas alforjas, señores de Amazon Studios. El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder es una fantasía medieval genérica que bien podría haberse llamado de cualquier otra forma. La serie tendrá su tirón entre buena parte del público, claro está, porque una propiedad intelectual como El Señor de los Anillos sigue teniendo mucha fuerza. Pero decir que es una serie sublime, espectacular e insuperable es, sencillamente, engañarse a sí mismo.
11 Comentarios
Es igual, aunque hubieran tenido los derechos de todo lo escrito por Tolkien habrían hecho lo que se les viene en gana. Si juntas a unos guionistas y showrunners que piensan que pueden hacer las cosas igual o mejor que el Maestro y encima están infectados por la correción política y la ideología woke con la que no se respeta ninguno de los cimientos de las obras magnas en pos de defender una hipócrita diversidad racial amparados en que tienen patente de corso por ser un universo de fantasía, no puede salir nada bueno y si le sumas unos actores sin carisma que no encajan en sus personajes y que no saben más que insultar a los que osan hacer críticas del proyecto el resultado es el que tenemos.
ResponderEliminarNo todo en esta vida se compra con dinero y esta serie no tiene ni la esencia ni la magía del universo creado por Tolkien.
Es igual, aunque hubieran tenido los derechos de todo lo escrito por Tolkien habrían hecho lo que se les viene en gana. Si juntas a unos guionistas y showrunners que piensan que pueden hacer las cosas igual o mejor que el Maestro y encima están infectados por la correción política y la ideología woke con la que no se respeta ninguno de los cimientos de las obras magnas en pos de defender una hipócrita diversidad racial amparados en que tienen patente de corso por ser un universo de fantasía, no puede salir nada bueno y si le sumas unos actores sin carisma que no encajan en sus personajes y que no saben más que insultar a los que osan hacer críticas del proyecto el resultado es el que tenemos.
ResponderEliminarNo todo en esta vida se compra con dinero y esta serie no tiene ni la esencia ni la magía del universo creado por Tolkien.
Lo que estamos viviendo actualmente sobre todo en el tema de las series es sangrante. Casi todas ellas se ven lastradas por la "agenda", algunas de manera más burda que otras. En el caso de Los Anillos de Poder, han tocado hueso, ya que cuenta con legiones de seguidores que esta vez han dicho basta. Aparte, el guion es muy malo y las actuaciones aún peores. En cuanto a She-Hulk, lo que han hecho es de pena. 25 millones por episodio para ver a la gigante esmeralda hacer twerking. Saludos.
EliminarEs que ahora todo tiene que ser woke,feminista y politicamente correcto, debido a esto la calidad de todo lo que producen es pesima, si Tolkien resucita seria solo para volver a morir al ver este bodrio.
ResponderEliminarEstimado lector, esto no puede continuar eternamente, son ciclos que se van repitiendo y a este no le puede quedar mucho. Pero antes vamos a asistir a grandes esperpentos, como esta serie o bodrios como She-Hulk, el Pinocho de Disney+ y tantas otras series y películas que nos quieren vender como obras maestras. Saludos.
EliminarLos Pelosos no son una raza inventada, de ellos descienden los hobbits. Articulo hater.
ResponderEliminarNo se trata tanto de que los pelosos sean inventados o no (parece que, en efecto, son una de las 3 razas de hobbits que existen en el mundo de Tolkien), sino de que la serie acarrea muchos fallos y está muy mal escrita. En cuanto a lo de hater, ahora está muy de moda que, si una opinión no coincide con la tuya, esa persona ya es un odiador, por muchas razones que te argumente. Una pena, este es el mundo que nos ha tocado vivir.
EliminarMuchas gracias por este artículo, es una vergüenza lo que han hecho con la obra. Por no hablar de que Celeborn ni existe en la serie porque no se le puede quitar protagonismo a su mujer, o el hecho de que se le permita a Galadriel, una elfa de las familias más antiguas y poderosas, ir prácticamente sola a las zonas más peligrosas del mundo.
ResponderEliminarMuchos seguidores de la obra de Tolkien están tan enfadados con esta serie precisamente porque tienen criterio para ver sus muchas limitaciones y errores. Solo los más fanboys o los que no tienen ni idea de ESDLA (a los que les gusta cualquier fantasía medieval) parecen estar flipando con ella. Gracias por tu aporte tan interesante.
EliminarNome está gustando Nada.
ResponderEliminarEl guión es pésimo, lleno de clichés.
Los diálogos sosos, tontos, largos ...me dan sueño, al final me he conectado a internet mientras veía el capítulo 7...
El guión es pésimo, en cuanto al casting es que no veo carisma en ningún actor, ni magia, ni nada.
Que venga Peter Jackson y su equipo a arreglar este desaguisado...
Y de lo que han hecho con la pobre Galadriel, mejor no digo nada...
Se está hablando de un reinicio total en la segunda temporada. Pero, sinceramente, no sé cómo van a hacer eso sin caer todavía más en el ridículo. Saludos.
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