El 6 de septiembre de 1979 llegaba a las salas de cine británicas Alien: El Octavo Pasajero, de Ridley Scott. Basada en un argumento escrito por Dan O'Bannon y Ronald Shusett, Alien era, básicamente, una puesta al día de las películas de casas encantadas y asesinos en serie, solo que cambiando de escenario. Los fantasmas y los psicokillers son sustituidos aquí por el xenomorfo, una criatura alienígena encarnación del perfecto depredador surgida de la mente del diseñador e ilustrador H. R. Giger. Sus once millones de dólares de presupuesto fueron recompensados con una taquilla mundial más de diez veces superior, de ahí que en años posteriores surgieran numerosas imitaciones. A ellas va dedicado este post.
ALIEN 2: SOBRE LA TIERRA (1980)
Los productores de cine italianos siempre han sido muy avispados a la hora de aprovechar el éxito ajeno. Un ejemplo lo tenemos en Alien 2: Sobre la Tierra, una secuela no oficial cuya trama nada tenía que ver con la película de Ridley Scott. Rodada en buena parte en las cuevas de Castellana, cerca de Bari, Italia, Alien 2 calcaba el esquema de criatura alienígena que va liquidando una a una a sus víctimas. Las muertes son impactantes y sangrientas, teniendo en cuenta su limitado presupuesto.
Como era habitual en muchas producciones italianas de la época, parte de Alien 2 se rodó en Estados Unidos con el fin de dar a la película algo de empaque. La 20th Century Fox denunció a sus productores por utilizar en el título la palabra «Alien», aunque perdieron la demanda al existir una novela publicada en los años 30 con ese nombre. Curiosamente, su director, Ciro Ippolito, demandó a su vez a Neil Marshall por su película The Descent (2005), de temática similar.
CONTAMINACIÓN: ALIEN INVADE LA TIERRA (1980)
De nuevo, los italianos haciendo de las suyas, esta vez con una película dirigida por Luigi Cozzi, director de Starcrash, Choque de Galaxias (1978), que también era, en cierto modo, una copia cutre de Star Wars de la que solo se salvaba la maravillosa Caroline Munroe y su bikini. Como es de esperar, poco tiene que ver esta producción con el film de Ridley Scott, más allá de cuerpos explotando desde dentro y unos huevos alienígenas que lanzan esporas. ¿Lo mejor? Quizás la aparición, al final de la película, del monstruo alienígena, una marioneta animatrónica que nunca funcionó y que hubo que maneja manualmente.
INSEMINOID (1980)
Conocida también como Horror Planet, esta producción británica giraba en torno a unos arqueólogos destinados en un remoto planeta donde se habían hallado unas ruinas de una antigua civilización. Poco a poco, los miembros del equipo son poseídos por un ser alienígena que los empuja a matarse los unos a los otros. En este caso, las criaturas son unas desagradables marionetas que dan bastante mal rollo. De hecho, parece ser que algunos planos de la escena en la que la protagonista da a luz a sus «retoños» se cortaron para sortear a la oficina censora británica.
EL INTRUSO (1981)
Esta producción para televisión tenía todo para ser una copia de Alien. Unos huevos prehistóricos supuestamente alienígenas son sacados a la luz en una explotación petrolífera de la Antártida. La cosa se pone turbia cuando uno de los trabajadores de la planta se infecta con uno de los huevos, viola a una de sus compañeras y esta da a luz a una criatura monstruosa —falsamente atribuida a H. R. Giger—completamente desarrollada. Dado que era una TV-movie, el parto no salía en pantalla. Al igual que los xenomorfos, la criatura pasaba por dos fases de crecimiento: una larvaria, una especie de anguila de grandes dientes; y el adulto, básicamente una mala copia del disfraz que vestía el nigeriano Bolaji Badejo en el film de Ridley Scott.
LA GALAXIA DEL TERROR (1981)
Galaxy of Terror fue la respuesta de Roger Corman al tremendo éxito de Alien: El Octavo Pasajero. Una misión de rescate en un remoto planeta, unos astronautas asesinados de manera brutal, una enorme pirámide de una civilización desaparecida con un interior laberíntico y plagada de letales criaturas... En definitiva, todos los clichés que todo rip off de Alien debe contener. Increíblemente, el diseño de producción y los efectos especiales no están mal. De hecho, un joven James Cameron (Aliens: el Regreso, Terminator) fue el diseñador de producción y director de la segunda unidad. También estaba por ahí Bill Paxton —Hudson en Aliens: el Regreso—, solo que enchufado por su amigo Cameron como escenógrafo.
GALAXIA PROHIBIDA (1982)
Al parecer, Roger Corman creyó que el filón de Alien no se agotaba con solo una película, así que produjo una segunda copia. De hecho, reutilizó los mismos escenarios de La Galaxia del Terror y parte del metraje de Los 7 Magníficos del Espacio (1980). Un laboratorio de experimentación ubicado en un lejano planeta crea una forma de vida artificial con el fin de poner fin a la escasez de alimentos que asola la galaxia. El ser se les va de las manos y masacra a todo el equipo de la base. Como en Alien, el monstruo pasa por varias transformaciones antes de su fase adulta.
XTRO (1982)
Estrenada el mismo año que E.T., El Extraterrestre, Xtro tomaba elementos tanto de la película de Steven Spielberg como del Alien de Ridley Scott. Esta producción británica giraba en torno a un hombre abducido por los alienígenas que, años después, vuelve a nacer completamente desarrollado de una mujer violada por un horrible ser. Si bien la historia no hay por dónde cogerla, los efectos especiales —sobre todo la criatura— son sobrecogedores. Alguna que otra escena, como la del parto, es particularmente perturbadora.
PARASITE (1982)
Ambientada en un distópico 1992, Parasite tiene el honor ser el debut de Demi Moore en un papel protagonista. Tras una guerra atómica, los Estados Unidos son ahora gobernados por una organización que intenta mantener a raya a la población con un parásito que se alimenta de sus víctimas. Como buena copia de Alien, el parásito —creado por el mago de los efectos especiales Stan Wintson— se aloja en el estómago de sus víctimas. La película se estrenó originalmente en 3D, en un resurgir de esta moda a mediados de los ochenta.
LILY C. A. T. (1987)
Los tripulantes de una nave de una corporación minera son enviados a un remoto planeta. Durante la hibernación, la computadora recoge unas muestras de rocas que parecen contener microorganismos. Estos escapan e infectan a algunos tripulantes, convirtiéndolos en seres capaces de adoptar cualquier apariencia. Por si tuviera pocos puntos en común con Alien, un miembro del equipo viaja con su gata. Este anime se basa tanto en Alien como en La Cosa, de John Carpenter. El creador de las criaturas de Lily C.A.T. es Yoshitaka Amano, ilustrador y artista conceptual de videojuegos como Final Fantasy, las novelas Vampire Hunter D y numerosas películas y series de anime.
TERMINATOR II (1989)
No, no me he equivocado de lista. En 1989, Alien ya se había estrenado hacía una década, pero seguía teniendo una gran influencia tanto en producciones de primer nivel como en películas de serie B como esta. Dirigida por Bruno Mattei, Terminator II era un revoltillo descarado de películas como Alien (1979), Terminator (1984) y sobre todo Aliens: El Regreso (1986). De hecho, también se la conoce como Shocking Dark, Aliens 2, Aliennators y Contaminator... En 2020, la situación de Venecia es desesperada, ya que una extraña nube de contaminación está erradicando a todo ser viviente. Los supervivientes se refugian en los túneles de la ciudad, que también albergan un complejo que investiga nuevas formas de vida. ¿Qué puede salir mal?
Por no mencionar LIFE FORCE con Steve Railsback y una secuela no oficial de Aliens con Newt y Hicks de protagonistas obra y gracia de Dark Horse Comics
Lifeforce no la he incluido precisamente porque es muy conocida, pero encaja a la perfección. No obstante, creo que tiene cierta identidad propia, como la saga Species. En cuanto a los cómics, habría que dedicar un artículo aparte. ¡Saludos!
2 Comentarios
Por no mencionar LIFE FORCE con Steve Railsback y una secuela no oficial de Aliens con Newt y Hicks de protagonistas obra y gracia de Dark Horse Comics
ResponderEliminarLifeforce no la he incluido precisamente porque es muy conocida, pero encaja a la perfección. No obstante, creo que tiene cierta identidad propia, como la saga Species. En cuanto a los cómics, habría que dedicar un artículo aparte. ¡Saludos!
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