El tomo Superman: Encuentros Cósmicos, publicado por ECC Ediciones dentro del sello DC Icons, a pesar de lo que su título parece indicar, no está protagonizado por el Hombre de Acero, sino por uno de sus enemigos más poderosos: Mongul. Creado en Len Wein y Jim Starlin en la colección DC Comics Presents (noviembre de 1980), Mongul no es sino otra iteración de villanos galácticos como Thanos de Marvel (también creado por Starlin) o el Darkseid de la propia DC. Veamos qué nos cuenta Superman: Encuentros Cósmicos y si realmente merece la pena esta incursión en la denominada Edad del Bronce de los Cómics.
MONGUL, UN SUPERVILLANO DEMASIADO GENÉRICO
Mongul debutó en el número 27 de la colección DC Comics Presents, de la mano de Len Wein y Jim Starlin a los lápices. Según parece, y aunque en muchas ocasiones se le ha dado todo el crédito de su creación a Starlin, fue el guionista Len Wein quien ideó al personaje. El Mongul de antes del evento Crisis en Tierras Infinitas es un alienígena ultrapoderoso capaz de derrotar a Superman en combate cuerpo a cuerpo. El exiliado líder de la belicosa raza Warzoon es, además, capaz de teletransportarse y utilizar cubos de energía donde confina a sus presas miniaturizándolas.
Mongul no es que sea un supervillano demasiado original. Quizás por ello sus apariciones en las colecciones pre-Crisis se reduzcan prácticamente a las que contiene este tomo. De hecho, tras el macroevento que sacudió los cimientos del Universo DC, las apariciones previas de Mongul dejaron de figurar en la continuidad de DC y el personaje fue tuneado limitando algo sus poderes.
LAS HISTORIAS DE SUPERMAN: ENCUENTROS CÓSMICOS
En la primera historia contenida en el tomo (DC Comics Presents #26), Superman y Green Lantern se enfrentan a una entidad alienígena metamorfa. Con guion de Marv Wolfman, los dibujos de Jim Starlin no son los que esperaríamos de este artista, como si todavía no se hubiera hecho con el aspecto de estos personajes. Puede que el entintador, Steve Mitchell, los modificara un poco para acomodarlos al estilo de DC de la época.
DC Comics Presents era una colección contenedor, por lo que cada número incluía varias aventuras protagonizadas por distintos personajes. Por ejemplo, en este número 26, además de la historia de Superman y Green Lantern, aparecía una de Sargon The Sorcerer y otra de los Nuevos Titanes.
El número 27 de DC Comics Presents supone el debut de Mongul, de la mano de Wein y Starlin. Estamos ante una historia con más chicha que la anterior y con un acabado gráfico netamente superior. En este caso, Superman es obligado por Mongul a enfrentarse al Detective Marciano, guardián de un objeto de poder ansiado por el villano. Los lápices de Starlin, enterrados bajo la tinta de Steve Mitchell, no lucen lo que deberían.
En el número 28 de DC Comics Presents, Superman encuentra en su prima Supergirl la perfecta aliada contra Mongul. Este se ha apoderado de Mundo Guerra, una especie de Estrella de la Muerte capaz de vaporizar planetas enteros. En este número cambia el entintador, alguien más benévolo con los lápices de Jim Starlin, lo que favorece el resultado final.
El siguiente número de la colección relata las consecuencias de la batalla de Superman y su prima Kara contra el Mundo Guerra de Mongul. Entra en juego aquí El Espectro, un personaje con quien Starlin sin duda debió conectar bien. De nuevo, los dibujos de Starlin se benefician de las tintas de Romeo Tanghal.
Damos un gran salto en la colección DC Comics Presents hasta su número 36. Reaparece Mongul, quien pretende hacerse con el imperio que lidera el príncipe Gavyn, el tercero de los héroes en ostentar el sobrenombre de Starman en el Universo DC. El guion está a cargo de Starlin y Paul Levitz, y se nota, ya que la historia recuerda poderosamente a otras historias escritas por el creador de Thanos. A ello ayuda que Starlin se entinte a sí mismo. Destaca de este número la espectacular pelea entre Superman y Mongul, perfectamente plasmada por un Starlin al que han dado finalmente carta blanca.
Igualmente interesante es el siguiente número, el 37, en el que Jim Starlin también se entinta, lo que permite que el cómic gane en espectacularidad. En este caso es Hawkgirl quien recluta a Superman para investigar un yacimiento con supuestos artefactos kryptonianos. Esta historia es particularmente interesante, ya que nos permite conocer a uno de los ancestros de Kal-El, así como el hecho de que Jor-El lo mandara a la Tierra no fuera nada casual. Fue el último número de Jim Starlin en la colección, aunque no en DC. En años posteriores volvería con obras tan importantes como Odisea Cósmica.
Con una impactante portada de Brian Bolland, el número 43 de DC Comics Presents cuenta con guion de Paul Levitz y Curt Swan al dibujo. Esta historia supone el regreso de Mongul, esta vez ayudado por el terrible Devorador de Soles. Para derrotar a tan magníficas amenazas, Superman recibe la ayuda de la Legión de Superhéroes quienes, en un primero momento, dudan entre si alterar el pasado o no. El cómic está bellamente dibujado por Curt Swan, todo un maestro de la Silver Age que vuelve a demostrar su maestría en esta historia publicada en 1982.
SUPERMAN ANNUAL 11: PARA EL HOMBRE QUE LO TIENE TODO
El tomo Superman: Encuentros Cósmicos incluye la que es, sin duda, una de las mejores historias del Hombre de Acero. Escrita por Alan Moore y dibujada por Dave Gibbons, Para el Hombre que lo Tiene Todo es una especie de Elseworlds que se nos relata cómo habría sido la vida de Kal-El de no haber estallado Krypton. Es el cumpleaños de Superman, y Batman, Robin y Wonder Woman acuden a la Fortaleza de la Soledad para felicitar a su amigo. Cuando llegan, ven horrorizados un ser alienígena acoplado al pecho de Superman, la Piedad Negra. Este tiene la capacidad de hacer revivir a sus victimas catatónicas una existencia ideal, aunque la de Superman no se pueda calificar como tal.
La Piedad Negra, el organismo simbiótico pegado al pecho de Superman, no es otra cosa que un ardid de Mongul para derrotarlo definitivamente. No obstante, no contaba con la presencia de Batman, Jason Todd y Wonder Woman. Pero esta no es más que una excusa para que Alan Moore nos relate cómo habría sido la deriva del planeta Krypton si este no hubiera explotado, una oscura distopía de las que tanto gustan al autor de Watchmen.
Superman: Encuentros Cósmicos es un tomo que merece la pena en muchos aspectos. En primer lugar, contiene una de las mejores historias jamás escritas sobre el Hombre de Acero. Junto a ¿Qué le Pasó al Hombre del Mañana?, también de Alan Moore, Para el Hombre que lo Tiene Todo supuso todo un hito en la DC de la Bronze Age. Pero, por otro lado, incluye prácticamente toda la carrera pre-Crisis de Mongul, uno de los villanos más olvidados de DC Comics. A ello hay que añadir, por supuesto, el interés que merecen la visión de Jim Starlin sobre Superman, tanto en su vertiente argumental como artística.
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