La crisis de opiáceos que asola los Estados Unidos no es apenas mencionada en los medios de comunicación europeos. Prefieren los tiroteos aleatorios, dan más audiencia y no necesitan tantas explicaciones. Sin embargo, son cientos de miles de personas corrientes las que acaban muertas por sobredosis tras serle recetadas un medicamento legal por su médico de cabecera. ¿Cómo es posible que esto ocurra? Disponible en Disney Plus, basada en el libro Dopesick de Beth Macy y protagonizada por Michael Keaton, (Batman Vuelve) esta serie aspira a explicarlo. Esperaba que fuera buena, pero no tan extraordinaria. Os relato por qué nadie debería perdérsela.
EL ENFOQUE DE DOPESICK: HISTORIA DE UNA ADICCIÓN
El propósito de Dopesick: Historia de Una Adicción es informar correctamente a quienes la vean de un hecho que ha conmocionado los Estados Unidos. Como casi todo en esta vida, no fue una, sino muchas causas las que se combinaron y provocaron la emergencia sanitaria. Todas son expuestas a la perfección en la serie, sin más ideología que lo que ocurrió.
El gran desastre que se vivió a causa del medicamento llamado OxyContin es sin duda carne de documental, ya que es un hecho verídico. Sin embargo, el público dispuesto a ver documentales es infinitamente menor al que opta por seguir una serie. Si esa serie la protagoniza Michael Keaton, el interés sube. Son varios directores los que se hacen cargo de alguno de sus ocho episodios de una hora de duración, Barry Levinson (Rain-Man, Sleepers) entre ellos.
Dopesick se disfruta como una serie apasionante, donde los protagonistas te causan empatía y te llevan a la realidad que están viviendo. Muy bien rodada y con personajes que evolucionan y nos resultan interesantes y coherentes. No sobran episodios ni nada es relleno. Se toma el tiempo que necesita para que entendamos una calamidad que abarca décadas. A la vez, es una serie didáctica como un documental. Algunos diálogos y reflexiones bien podrían formar parte de uno.
Al terminar, todo lo ocurrido te ha quedado meridianamente claro, no como otras series en las que sientes que algo se te ha escapado. No por ello, es una serie simple, sino compleja pero bien explicada. Solo me quejaría un poco de los saltos temporales. Es un lío distinguir algo que ocurrió en 2003 de 2005, y la serie va dando saltos que no creo que fueran tan necesarios para contar la historia. Podría haberse contado de manera lineal. A pesar de ello se siguen muy bien las tramas
LOS PROTAGONISTAS DE DOPESICK: HISTORIA DE UNA ADICCIÓN
Aunque basada en un libro de no ficción, los guionistas reconocen que el doctor encarnado por Michael Keaton, Samuel Finnix, no existió como tal. Sin embargo, sus vivencias encarnan las de varios médicos reales, resultando así más completa. Lo mismo ocurre con otros personajes, como Betty Mallum (Kaitlyn Denver), que representan a algunos de los millones de recetados con OxyContin. El centrarse en Los Apalaches también tiene su sentido, ya que, como se explica en la serie, sus habitantes fueron de alguna manera el conejillo de indias del medicamento.
Purdue Farma existió tal cual, y la familia Sackler, aunque prácticamente desconocida fuera de USA, eran unas celebridades filantrópicas. Obviamente, los recursos dramáticos son necesarios en las series, y por tanto, que Richard Sackler fuera en la realidad como un villano de James Bond, tal y como querían retratarlo, se hace complicado. Pero funciona. Aunque no recuerdo a un villano de Bond que llegara a causar tantos estragos.
En cuanto a los Quijotes de la DEA y de la fiscalía, no es difícil adivinar que el personaje de Rosario Dawson (El Mandaloriano, Daredevil), Bridget Meyer, nunca existió. Me resulta la menos creíble, al menos para ser una sola persona. Demasiado intensa, aunque no por ello algunos hechos puntuales sean reales. Sí son ciertos los nombres de algunos personajes, como el fiscal Rick Mountcastle (Peter Sarsgaard), pero su intervención real en el caso parece que ha sido exagerada más de la cuenta. De todas formas, todos aquellos que han colaborado a que esta pesadilla termine merecen la mayor de las admiraciones, por poca que fuera su aportación. Recordemos que es una serie, y la exactitud se debe exigir a los documentales. Se entiende que necesiten agilizar la narrativa simplificando el número de personajes.
CONCLUSIONES SOBRE DOPESICK: HISTORIA DE UNA ADICCIÓN
Dado que a pesar de haber causado cientos de miles de muertes, nuestros medios informativos preferían hablarnos de los tweets de Trump, no haré spoilers del final. Descubrirás que, a diferencia de Bridget Meyer, no tendrás problemas en creerlo.
La serie tiene la bendición de quienes se vieron atrapados en el OxyContin. Son muchos los testimonios que he visto escritos en primera persona alabando la exactitud de la serie. Actores como Keaton o Dawson refieren tener parientes directos que fallecieron a causa de esto, con la mayor de las vergüenzas debido al desconocimiento de lo que causó su enfermedad. Desde Europa, es inaudito saber que esto ha ocurrido y ocurre. Y es necesario saberlo para evitar que pueda ocurrir aquí.
Dopesick te afecta no sólo como espectador, sino como ciudadano. No deberían dar el título de medicina a nadie que no viera esta serie, o al menos un documental sobre Purdue Pharma y lo que ocurrió. Ser prevenidos y cuestionarnos las cosas nunca está de mas.
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