Jóvenes Ocultos (The Lost Boys, 1987) se integra dentro de una serie de películas producidas a partir de mediados de los 80 que intentaban modernizar el mito del vampiro. El Ánsia (The Hunger, 1983), Noche de Miedo (Fright Night, 1984) o Los Viajeros de la Noche (Near Dark, 1987) son algunas de esas películas. Dirigida por Joel Schumacher (Batman Forever, Línea Mortal), por aquel entonces un realizador novato en el fantástico, Jóvenes Ocultos (Los Muchachos Perdidos en Latinoamérica) es una entretenida historia con todos los ingredientes para convertirse en una película generacional. Su atractivo elenco de actores, su buen ritmo y el equilibrado balance entre humor y terror la han convertido entre las favoritas de los amantes del cine ochentero. ¿Quieres conocer algunas de las curiosidades y anécdotas de esta película? Si es así, «¡déjate caer, Michael, eres uno de nosotros!»
SANTA CARLA, LA «CAPITAL MUNDIAL DEL ASESINATO»
Para rodar los exteriores de Jóvenes Ocultos, el equipo de filmación se trasladó a la ciudad californiana de Santa Cruz, al sur de San Francisco. Al comienzo, Schumacher nos brinda algunos bonitos planos de la gente y el ambiente que se respiraba en la ciudad costera, rebautizada para la película como Santa Clara. No obstante, en el reverso del cartel de bienvenida a la ciudad, Sam (Corey Haim) y Michael (Jason Patric) pueden leer una pintada en la que reza «The Murder Capital Of The World». Y no es ninguna exageración pues, entre 1970 y 1973, Santa Cruz sufrió una ola de asesinatos perpetrados nada menos que por tres asesinos en serie. Dejaron tras de sí un reguero de 28 víctimas. Parece una ironía que las autoridades municipales, para no ver asociada Santa Cruz a las «criaturas de la noche», solicitara a la producción de la película que se cambiara el nombre a Santa Carla.
Muchos años han pasado desde aquellos terribles sucesos, y la fama de la película parece haberlos solapado. De hecho, cada año, miles de fans de The Lost Boys se acercan a la población californiana para disfrutar de la proyección de la película en la playa.
LOS EFECTOS ESPECIALES DE JÓVENES OCULTOS
Para recrear el aspecto de vampiros que lucen David (Kiefer Shutherland) y sus acólitos se confió en Greg Cannom, un mago de los efectos de maquillaje. Estamos en 1987 y los efectos especiales por CGI aún no habían hecho acto de presencia. Las prótesis faciales también eran relativamente nuevas por aquellos entonces, pero Joel Schumacher no quería abusar de este recurso. «Me pareció que solo estábamos pegando cosas en las caras de las personas», declaró el realizador al ver las primeras pruebas de maquillaje en los actores. Según Cannom, Schumacher quería dar a sus vampiros un aspecto más estilizado y menos monstruoso, que no cubriera por completo sus jóvenes y atractivos rostros. También se desplazaron los colmillos, de su posición lateral tradicional a una más centrada.
Para las escenas de vuelo Schumacher optó por la cámara subjetiva, sin mostrar nunca cómo se desplazaban los vampiros. Solo hay una escena en la que se muestra al personaje de Jason Patric flotando frente a la ventana de su hermano. Pero no estaba planeado así en principio. Para mostrar a los vampiros en pleno vuelo se contrató a la productora de efectos especiales de Richard Edlund (Star Wars, En Busca del Arca Perdida), Boss Film. Edlund tenía preparados unos elaborados y vistosos efectos visuales, pero su desencuentro con Schumacher dio al traste con estos planes. La idea era mostrar a David y su banda volar a gran velocidad, para luego frenar en seco en el aire, lo que habría quedado espectacular en pantalla.
LOS CÓMICS EN JÓVENES OCULTOS
Los cómics juegan un papel fundamental en la película de Joel Schumacher, y no solo por la tienda del paseo marítimo de Santa Clara, donde Sam conoce a los hermanos Frog. El local, llamada Atlantis Fantasyworld, es real y se ubicaba en 1987 cerca del paseo marítimo de Santa Cruz. En 1989, la tienda fue destruida por un terremoto que azotó la localidad. Sin embargo, el negocio sobrevivió y actualmente sigue abierto cerca del centro de la ciudad regentado por el mismo dueño.
No es un secreto que Joel Schumacher sea fan de los cómics, sobre todo los de Batman. Quizás fuera idea suya la de crear especialmente para la película el cómic «Vampires Everywhere» que los hermanos Frog regalan a Sam. Otro nexo con los cómics está relacionado con el autor de la novelización de la película, Craig Shaw Gardner, quien, además de escritor, regentaba por aquel entonces una tienda de cómics. Gardner escribiría también la novelización del Batman de Tim Burton. Los cómics de Superman que Sam menciona también son un claro guiño al productor ejecutivo de la película, Richard Donner, director de Superman (1978).
EDGAR & ALAN FROG Y «LOS DOS COREYS»
Obviamente, los nombres de los dos hermanos de los que Sam se hace amigo son un guiño al escritor norteamericano Edgar Allan Poe. Corey Feldman (Edgar Frog) estuvo a punto de ser sustituido por otro actor debido a sus problemas con las drogas. De hecho, fue despedido por el director, para ser readmitido un día después gracias por su promesa a Schumacher de que se mantendría «limpio» durante el rodaje. Tanto Corey Feldman como Corey Haim hicieron muy buenas migas durante el rodaje. Mientras Kiefer Shutherland y el resto de actores mayores se divertían en la playa y el paseo marítimo de Santa Cruz, ellos pasaban el tiempo viendo películas y jugando en el salón de máquinas recreativas.
Tras coincidir por vez primera en The Lost Boys, las carreras de «Los Dos Coreys» se entrelazaron al protagonizar nada menos que nueve películas juntos y un reality de dos temporadas, «The Two Coreys». Papá Cadillac (1988), Una Chica de Ensueño (1989) y una de las olvidables secuelas del film que les unió, Jóvenes Ocultos 2: Vampiros del Surf, son algunas de ellas. La amistad de ambos actores llegó a su fin cuando Corey Haim murió por neumonía a los 38 años.
LA BANDA SONORA DE JÓVENES OCULTOS
Aunque la banda sonora de la película fue compuesta por el famoso compositor Thomas Newman (Skyfall, Buscando a Nemo), Jóvenes Ocultos es recordada sobre todo por sus excelentes canciones. Entre ellas destaca el tema «Good Times», interpretada por la banda australiana INXS y el también australiano Jimmy Barnes. Otro de los temas más potentes de la película es el interpretado por Tim Capello, a quien podemos ver luciendo su aceitada musculatura mientras toca el saxofón en la escena en la que Michael conoce a Estrella (Jami Gertz).
Pero si hay un tema que define perfectamente el espíritu de la película ese es «People are Strange», de The Doors. La versión que oímos en la cinta la interpretan Echo & the Bunnymen, grupo inglés del que Sam debía ser fan, pues tiene un cartel de ellos en su habitación. Un póster de Jim Morrison, cantante de The Doors, también puede verse en el cubil de los vampiros. Otro tema icónico del film es «Cry Little Sister», escrita específicamente para su banda sonora y que ha sido versionada posteriormente por multitud de cantantes.
Aunque Jóvenes Ocultos no es una película redonda —el papel de Estrella queda muy diluido, el ritmo decae en varios momentos o los efectos visuales más impactantes quedan relegados al clímax— es indiscutible que ejerció una gran influencia en la imagen que el cine y las series ofreció de los vampiros a partir de ese momento. Además, es la prueba de que el horror y la comedia pueden funcionar muy bien juntas si se saben dosificar los ingredientes. En definitiva, un clásico más de una década prodigiosa: los 80.
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