Daredevil es uno de mis personajes favoritos, pero muy favorito, de los cómics Marvel. De hecho, es el único superhéroe de La Casa de las Ideas cuya serie regular sigo actualmente. Así que hacerme con el primer tomo de la colección Marvel Gold de Panini donde conocemos las primeras historias del cuernecitos me pareció una buena idea. Una vez leído el tomo completo, os presento mi opinión de este personaje creado en los años sesenta por Stan Lee y Bill Everett.
LO MEJOR DE DAREDEVIL, EL HOMBRE SIN MIEDO
La primera historia, donde se nos presenta a Matt Murdock, es una gran introducción. Se notaba que tenían mucha ilusión por el personaje. Aunque estaba inspirado en un detective ciego, y fue fruto de la presión que recibió Stan Lee de crear más personajes que triunfaran como Spider-Man, hay que reconocerle la originalidad al personaje. A pesar de que su primer traje amarillo no augurara nada bueno. Las apariciones de otros personajes que ya estaban más definidos suben bastante el nivel de las historias, como Namor. Los Cuatro Fantásticos, por su parte, aportan el humor que Matt no acaba de ofrecer. Punto y aparte son las apariciones de Spider-Man. La magia del personaje subía el nivel de las historias varios enteros, y vaya si le hacía falta. Sin estos invitados, la cosa habría sido todavía peor.
CÓMO ES LA VIDA DE MATT MURDOCK
En sus primeras historias, Daredevil no acaba de encontrar su lugar. Su vida cotidiana en el bufete junto a Foggy Nelson y Karen Page es monótona, repetitiva y aburrida. Karen está secretamente enamorada de Matt, y él de ella. Pero no se atreven a confesarlo. Foggy tampoco es indiferente a la rubia secretaria. Y así todo el tomo. Estamos en los años sesenta y no se profundiza sobre ese tema en un cómic para adolescentes. Hay algún viaje personal absurdo, pero la opción de tener el trabajo como fuente de tramas interesantes está bastante seca todavía.
Todavía peor es la invención de Mike Murdock, el supuesto hermano gemelo de Matt que este se inventa para no levantar sospechas de que pudiera ser Daredevil o que no estuviera tan ciego como quiere hacer ver. Un despropósito que hace que uno se plantee que los verdaderos héroes eran los que seguían mes a mes estas historias en su momento.
LAS AVENTURAS Y LOS VILLANOS DE DAREDEVIL
Sin comerlo ni beberlo, los guionistas intentan animar la cosa cambiando a Daredevil de ambiente, pero nada consiguen. Nada mas allá de que te preguntes qué hace el personaje en medio de la selva con Ka-Zar. En cuanto a los villanos, son bastante risibles. Muchos, como Matador o Zancudo, han sido motivo de mofa durante años y años. Y bien que se lo merecen. No se habrían atrevido a dar semejante cartel a Spider-Man, quedando el pobre Matt Murdock con los restos del barril de lo que quedaba en la época. Es fácil entender por qué el personaje estuvo a punto de desaparecer.
CONCLUSIONES DE DAREDEVIL, EL HOMBRE SIN MIEDO
Hay que reconocerle que para acercarse al origen del personaje el tomo tiene su interés. Pero, incluso siendo muy fan del personaje, y yo lo soy, más de una lectura no creo que sea posible darle. Confieso que terminar este Omnigold se me ha hecho cuesta arriba en no pocos tramos. No tengo nada que objetar al dibujo, me resulta bastante bueno y de lo mejor de la época: Wally Wood, John Romita, Gene Colan... Pero hay guiones que no salvaría ni Neal Adams en plena forma.
Salvando algunos números, como el primero, o la aparición de Namor, de Los Cuatro Fantásticos y Spider-Man, el resto se puede hacer muy pesado. Afortunadamente, nacer para ser un secundario le ha servido para que autores con gran talento pudieran dar a Daredevil historias que en otros personajes no les habrían permitido. Y así, salvarlo de la mediocridad con la que fue lanzado.
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