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Crítica de Jurassic World: Dominion

La continuación de la exitosa saga de Jurassic Park, iniciada por Steven Spielberg en los años noventa, tiene su supuesta conclusión en Jurassic World: Dominion, dirigida por Colin Trevorrow. Han transcurrido cuatro años desde el final de Jurassic World: El Reino Caído (2018). La fuga de los dinosaurios ha provocado que se hayan dispersado por todo el mundo, haciendo difícil una convivencia entre humanos y dinosaurios. A los protagonistas presentados en Jurassic World (2015), Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), se unen a viejos conocidos, como Alan Grant (Sam Neill)  y Ellie Sattler (Laura Dern). No faltan nuevas incorporaciones, como Kayla Watts (DeWanda Wise). Aviso de que hay algún spoiler.

Jurassic World: Dominion


EL FALLIDO EFECTO NOSTALGIA EN JURASSIC WORLD: DOMINION

La idea de hacer coincidir a parte de los protagonistas originales con los actuales como efecto llamada a todos los públicos funcionó maravillosamente bien en Spiderman No Way Home. Es lo que todos conocemos como fanservice. A diferencia del caso anterior, aquí no hay un buen guion que lo justifique. Lo que han conseguido es un batiburrillo de personajes con tramas endebles, difuminadas y carentes de interés. No hubo emoción alguna en la sala de cine, prácticamente llena, en ningún momento. Hay incluso una escena en la que están casi todos los personajes en una precaria barandilla. Uno espera que, al menos uno, caiga en las fauces de un dinosaurio. Pero ni por esas. Parece que cada vez son más mansos y vegetarianos.  Sólo comen carne de villano de libro. Es tan evidente el malo de la función que hasta ellos saben quién es. 

¿PERO JURASSIC WORLD: DOMINION NO IBA DE CONVIVIR CON LOS DINOSAURIOS?

El tráiler dio la sensación de que Jurassic World: Dominion iría acerca de cómo la dispersión de los dinosaurios afectaba al mundo. Dado que en las cinco películas previas ya habían recurrido a repetir el esquema del parque, resultaba interesante esta nueva óptica. Aunque conlleve que los dinosaurios se reproducen como conejos para llenar el planeta en cuatro años. Tenía la impresión de que sería difícil, y está claro que los guionistas, si hay alguno aparte de un algoritmo, parece que también se han visto en dificultades para plasmarlo en pantalla. Así que salvo alguna escena aquí y allá de dinosaurios haciendo un nido en un rascacielos o en el mar, poco más tenemos. 

La película vuelve a ser dinosaurios en un recinto cerrado. Se repiten una y otra vez las mismas escenas de las películas previas, como cuando un dinosaurio que se va a comer a alguien, pero aparece alguien detrás con fuego y lo despista. Y eso que el dinosaurio tiene todo un bosque incendiado en sus narices, no sabe uno ni como repara en la antorcha. Si pensabas que aquí había alguna novedad, ya te aviso que no. Aunque lo insinúe el tráiler.

Chris Pratt, DeWanda Wise, Jeff Goldblum, Laura Dern, Isabella Sermon, Bryce Dallas Howard, Sam Neill


LA MEZCLA DE TRAMAS, LA FALTA DE PELIGRO Y LAS NUEVAS INCORPORACIONES

Como si fueran pocos los que se juntan en pantalla, nos suman unos cuantos más que parecen metidos con un calzador. Nos encontramos con Soyona Santos (Dichen Lachman), una mala salida de película de serie B, correteando por Malta. He tenido el placer de visitar dicho país y dista mucho de ser un mercadillo árabe, aunque algunas localizaciones, las que no son de cartón piedra, sí parecen auténticas. 

Otra chica, Kayla Watts (DeWanda Wise), parece una copia de Han Solo. Uno espera que llame Halcón Milenario a su avión y que Chris Pratt diga «¡qué pedazo de chatarra!». Al menos eso habría tenido gracia. Se mezcla un secuestro que parece un chiste, una adolescente desagradecida, unas langostas gigantes que ponen el mundo en peligro . Súmale el rescate a lo loco de dinosaurios por parte de Claire, que supuestamente debe estar oculta con su hija, y un malvado científico que no sabemos qué quería realmente. 

No hay sensación alguna de peligro en toda la película. Si Claire tiene que saltar varios metros de un piso a otro, pues lo salta como si fuera una superheroína de la Marvel. Si busca a su hija y enseña la foto, justo la persona que la ve es quien sabe donde está. Si Owen se va a estrellar con un avión junto a Kayla, pues se salvan y ni un rasguño, oiga. Y además, aparecen justo donde el dinosaurio va a dar un bocado a un familiar. Sin problema.

También hay dinosaurios, con el problema de que los están transformando en adorables mascotas vegetarianas. Ya hemos visto en muchos documentales dinosaurios tan bien hechos como estos, con la salvedad de que no nos resultan idiotas. Son incontables las veces que tienen un monstruo delante, que ya con el aliento te puede mandar al otro barrio, y luego no pasa nada. Diálogos simplones, escenas sin emoción, chistes fallidos que no arrancaban ni una sonrisa. La motivación del malo tampoco está clara, pero como el resto de cosas. La falta de esfuerzo en contar algo interesante o coherente se mantiene durante toda la película. Hay un malo porque tiene que haberlo, para que al menos merienden algunos dinosaurios. El resto parecen alimentarse de alaridos. 

Jurassic World: Dominion

CONCLUSIONES

Olvidable película, con escenas que hemos visto otras muchas veces en la misma saga, sin sentido y francamente aburrida. Mejor que se hubieran centrado en desarrollar mejor la vida de Owen, Claire e Isabella con una buena historia que llevara a algún sitio. Desaprovechar así a los clásicos, que todo hay que decirlo, se mantienen todos muy bien treinta años después, ha sido una pena. En vez de eso, nos encontramos este batiburrillo políticamente correcto que no va a ninguna parte. Si la primera de esta nueva trilogía ofrecía novedades, y recuerdo disfrutarla sabiendo lo que iba a ver, aquí no hay hada de eso. La taquilla la acompaña de momento, algo de lo que me alegro por lo que supone para los cines tras la pandemia, pero no por la película. Esperemos que, si no tienen nada más que contar, al menos esto termine aquí. Por el bien de todos, nosotros y los dinosaurios.

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2 Comentarios

  1. La saga de Jurassic Park es un buen ejemplo de lo que es intentar estirarle a algo que era más que probado que no daba para más. Me quedo con la trilogía original.

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    1. Opino como tú, Alexander. Las nuevas películas apenas tienen alma, y la última es atroz. Saludos.

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