Ojo de Halcón, Crítica de la Serie de Disney Plus

Entre los estrenos regulares de la plataforma Disney Plus, nos hemos encontrado en navidades con Ojo de Halcón. Orientada a un público familiar para disfrutarla en esas fechas, nosotros lo hemos hecho justo después. Está basado libremente en el Ojo de Halcón de Matt Fraction. Vistos los seis episodios de los que consta, hacemos un análisis de la serie, sin grandes spoilers, para que sepáis qué os vais a encontrar sin prejuicios.

LA OPORTUNIDAD FINAL DE CLINT BARTON DE BRILLAR 

No creo que muchos discutan que el personaje de Ojo de Halcón era el menos llamativo de Los Vengadores. Tampoco el casting de Jeremy Jenner destacaba entre tanto guaperas musculoso. Esta serie compensa ese hecho de alguna manera. Si aguardas que algún vengador se pase a saludarle, esperas en vano. Se molestan en darle personalidad a Burton y mostrarlo con su mujer e hijos. Eso sí, ninguno es medianamente carismático. Al no tener identidad secreta, la gente lo reconoce por la calle. Los años, a diferencia de en los cómics, no pasan en balde. Las secuelas que le ha supuesto ser un Vengador sin superpoderes se hacen evidentes. Quizás demasiado, ya que ese realismo no aparece a lo largo de la serie. Es claro el mensaje que quieren mandar de traspaso de poderes a la nueva portadora del arco.

LA SIMPATÍA DE KATE BISHOP

Uno de los grandes problemas que está enfrentando Marvel Studios en sus nuevos proyectos es la de sustituir a los grandes nombres con los que empezó su recorrido. Da la sensación de que están dando por sentado la devoción del público y creo que se están equivocando. En este caso, si Kate Bishop (Hailee Caribe Steinfeld) es la que coge finalmente el arco de Ojo de Halcón, la cosa puede funcionar.

La chica tiene simpatía y desparpajo, lo que no es poco. Habrá que pulirla y darle más matices a su personaje, pero potencial tiene. Tras la muerte de la Viuda Negra, su hermana llamada a sustituirla, Yelena Belova, no acaba de interesarnos mucho. 

Está bien llevado el nexo de conexión entre ella y Clint Barton y cómo la inspiró a ser una experta en tiro con arco sin saberlo. En cuanto a su origen familiar, no está muy clara la relación de su madre con Kingpin y esa especie de redención. En cuanto a la pareja de esta, es un guiño al personaje de El Espadachín, alguien que en los cómics Marvel ha ejercido tanto de héroe como de villano. El problema es que es su caracterización lo hacía muy parecido a un cómico chileno muy conocido en España, Bigote Arrocet, con lo cual era complicado tomar en serio al personaje. 

EL TONO DE LA SERIE OJO DE HALCON

Con Ojo de Halcón han querido hacer un equilibrio para el público familiar sin aburrir a los adultos. Lo consiguen a costa de presentar unos villanos que nunca resultan creíbles ni de enfrentar a peligros convincentes al dúo protagonista. Por tanto, debes saber que no vas a encontrar las escenas de El Castigador, de Netflix. Las bromas no son épicas, pero tampoco ridículas o fuera de lugar. Se dejan ver. Los adultos pillarán más cosas que los niños viendo este producto navideño, pero nunca aspira a una gran complejidad. Hay que reconocerle por otro lado que sus seis episodios dejan poco espacio al relleno, y que la serie se las apaña para, como mínimo, entretener a lo largo de todos ellos. En mi casa la vimos en pocos días sin pereza. No todas las series Marvel las hemos podido terminar, así que ya es algo.

EL RETRATO DE MAYA LÓPEZ

Maya López es una vieja conocida de los lectores de Daredevil. Ya era sorda en los cómics. Desconozco si en las colecciones actuales también le falta una pierna como en la serie o quieren batir un récord de lo políticamente correcto. Mejor les hubiera ido si le hubieran dado más trascendencia a su personaje, o hubieran dejado claro sus increíbles habilidades. Es verdad que tiene una relación casi familiar con Kingpin, y que llegó a ser pareja de Daredevil. Es un personaje que da para mucho más que para estar enfadada todo el tiempo. Creernos que Kingpin, que ha zurrado a Spiderman y a Daredevil sin inmutarse, va a intimidarse o temer algo de ella es mucho creer. Una oportunidad perdida de lucirse con un secundario.

En definitiva, una serie que si bien no es lo que se dice buena, tampoco es justo decir que es mala. Un entretenimiento digno para ver en familia sin grandes exigencias, ambientado en las navidades. Esto último suele gustar mucho a los más pequeños. Sobre todo porque no falta un simpático perro por medio.