El Gran Terremoto por fin llegó a Los Ángeles. De tan vasta destrucción surgieron dos ciudades: una luminosa y brillante y otra hecha de escombros, violencia y dolor. Separadas por un enorme muro, ambas urbes conviven en un equilibrio precario: mientras unos se esfuerzan por sobrevivir, otros han encontrado el espectáculo perfecto con el que amenizar sus ociosas vidas. Los Suicidas es el espectáculo definitivo, una lucha de gladiadores moderna más brutal y despiadada si cabe que la de la antigua Roma. Este es el contexto en el que se desarrolla Suicidas, la obra hasta ahora más personal de Lee Bermejo, dibujante de obras tan señaladas como Batman: Noel, Before Watchmen: Rorschach o Lex Luthor: Hombre de Acero, entre otras.
No es la primera vez que Bermejo se convierte en guionista. Ya en Batman: Noel demostró que era capaz se convertirse en autor completo en una historia donde la mitología dickensiana convivía sin problemas con la fauna de Gotham. Suicidas, editado por ECC, se divide en dos partes claramente diferenciadas. La primera narra cómo es la vida en los barrios más pobres de un Los Ángeles destrozado. Con dibujos de Alessandro Vitti (Red Lanterns) y Gerardo Zaffino, Bermejo plasma con gran crudeza cómo es el día a día de las bandas que malviven en esta parte de la ciudad.
SUICIDAS: LOS REYES DEL INFIERNO
Titulada Los Reyes del Infierno, esta especia de spin-off de Suicidas se centra en D-Troy y Trix. Trix es la hermana del líder de una banda, Johnny, mientras que D-Troy es uno de sus miembros. Ambos deben sobrellevar como pueden su relación en medio de tanta violencia salvaje y gratuita. Leonard, un antiguo gladiador suicida con el alias Coyote, ve como su vida se hace añicos al irrumpir la banda de D-Troy en su tienda, destrozándola completamente. Esto desencadenará una serie de acontecimientos marcados por la venganza y la violencia más extrema.
Los Reyes del Infierno, publicada posteriormente a Suicidas, se incluye en la primera parte del tomo que ahora publica ECC Ediciones, lo que sugiere que podría ser una precuela. No obstante, no me ha sido posible encontrar ninguna conexión con los hechos narrados en la segunda parte del volumen. En mi opinión, hubiera dado igual haberla insertado detrás de Suicidas. No obstante,contiene algunas claves que son útiles para entender la historia que se desarrolla a continuación.
En cuanto a la parte de gráfica de Los Reyes del Infierno, se ocupa de los primeros cinco capítulos Alessandro Vitti, con un estilo muy similar al de Bermejo, aunque sin llegar ni de lejos a su maestría. Destacan los tonos ocres y apagados, los entornos azulados cuando estamos en interiores y los rojizos y amarronados cuando se plasman las calles. La calidad del dibujo decae con la llegada, en el sexto y último capítulo, de Gerardo Zaffino, quien rompe con su trazo poco delicado la labor establecida por Vitti.
SUICIDAS
En Suicidas, la acción se traslada a la parte de la ciudad de Los Ángeles que salió menos perjudicada con el Gran Terremoto, sucedido hace ya treinta años. En ella viven los ricos y famosos, entretenidos con los torneos de gladiadores, verdaderas celebridades como hoy lo son los futbolistas o jugadores de baloncesto. La historia se centra en uno de esos suicidas, quien ha adoptado como nombre artístico El Santo. Una periodista se empeña en conocer al hombre que se oculta bajo su máscara de luchador, algo que tendrá imprevisibles consecuencias. Al mismo tiempo, otro hombre, El Extranjero, llega a la ciudad con el fin de hacerse un hueco en esta degradada sociedad.
Aunque la premisa no es precisamente original, Bermejo compensa la debilidad de la historia con una trama entretenida y ágil, adornada con unos impresionantes dibujos. Las tonalidades son similares a las de Los Reyes del Infierno, aunque el resultado es claramente superior debido al coloreado de Matt Hollingsworth. Además, ayudan a diferenciar las distintas tramas de la historia. Abundan las splash pages, tanto de dos como de una página, con numerosos detalles en los que detenerse. La parte del coliseo es sobresaliente, con personajes retratados con gran dinamismo, a pesar del estilo realista y algo estático del autor.
Tanto Suicidas como Reyes de Los Ángeles son historias autoconclusivas. No están conectadas entre sí más allá de la ambientación y ciertos elementos, como el torneo de los gladiadores. La premisa de la historia no es demasiado original, pero cuenta con el atractivo del arte de Lee Bermejo y sus ayudantes, sobre todo Vitti. Ver desplegar la destreza de Bermejo en un cómic siempre merece la pena, sobre todo porque ha realizado principalmente portadas. Finalmente, Bermejo introduce un giro de guion bastante efectista que dejará sorprendido a más de uno.
Si te gustó la saga Batman: Tierra de Nadie o películas como Mad Max, 1999: Rescate en Nueva York o Rollerball, posiblemente disfrutarás mucho con este cómic. Suicidas, sin ser una obra redonda, nos demuestra que un artista tan sobresaliente como Lee Bermejo también es capaz de hilvanar una buena historia. No es el colmo de la originalidad, pero funciona, ¡y cómo!
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