El mito de la la Tierra hueca es común a muchos relatos y novelas de ciencia ficción y fantasía. Literatos como Julio Verne y su Viaje al Centro de la Tierra, Edgar Allan Poe en La Narración de Arthur Gordon Pym, o el propio H. P. Lovecraft echaron mano de esta fabulosa teoría. Pero quizás el autor que más desarrolló esta idea en sus novelas fue el norteamericano Edgar Rice Burroughs (1875-1950). Su Saga de Pelúcidar (o Pellucidar, como prefieras) consta de siete libros, del que Tanar de Pelúcidar es la tercera entrega. A continuación, hablaré sobre esta entretenida novela pulp, que he podido disfrutar por gentileza de Pulpture Ediciones y su sello Costas de Carcosa.
Tras dos primeras entregas publicadas en 1914 y 1915, Edgar Rice Burroughs, creador de personajes tan míticos como Tarzán o John Carter de Marte, publica en 1929 Tanar de Pelúcidar. Aparecida originalmente por entregas en la revista pulp The Blue Book Magazine, esta novela narra las aventuras de Tanar, nativo de Pelúcidar e hijo de uno de los protagonistas de los libros anteriores. De este modo, quienes coparan el protagonismo en las dos primeras novelas, David Innes, Abner Perry y la hermosa Dian, no aparecen aquí o son relegados a un segundísimo plano.
EL ARGUMENTO DE TANAR DE PELÚCIDAR
El libro comienza de una forma curiosa, ya que la narración es, en realidad, una transmisión de radio emitida desde el interior de la Tierra. Esta es enviada por el científico Abner Perry a la superficie, con el fin de pedir ayuda a Jason Gridley, un inventor colega suyo. David Innes, que se ha alzado emperador de Pelúcidar, ha sido hecho cautivo por los temibles korsars, uno de los pueblos que habitan el interior del globo terrestre. Gridley es amigo, a su vez, del propio Burroughs, quien aparece en el prólogo de la novela como un personaje más, quizás para dar un aura de similitud a la historia.
De este modo, el creador de Tarzán se aleja de los personajes que protagonizaron las dos entregas anteriores y se centra en Tanar, el joven hijo de Ghak el Velludo, aliado de Innes y Perry. Tras conocer que varias regiones del imperio de Pelúcidar habían sido atacadas por un belicoso pueblo, los korsars, David Innes decide enviar varias huestes a intervenir. En uno de los combates, Tanar es apresado, siendo llevado a bordo de un barco capitaneado por el lider de los korsars, a quien apodan El Cid. Como se ve más adelante en la novela, el nombre no es casual, ya que guarda estrecha relación con el origen de estos corsarios intraterrenos.
Por supuesto, como era habitual en las historias pulp de aquella época, no podía faltar el interés amoroso del protagonista, la bella Stellara. Como es de esperar en este tipo de historias, al principio se mantiene altiva y distante. No obstante, no pasan muchas páginas hasta que se enamora de nuestro héroe. Desengaños, celos, malentendidos y pasiones arrebatadoras son elementos habituales de subtrama romántica de la novela. Tras una gran tormenta, el barco korsar se hunde, y Stellara y Tanar, supuestamente los únicos supervivientes, arriban a las costas de la isla de Amiocap. Allí correrán numerosas aventuras con los desconfiados habitantes de la isla, así como con unas monstruosas criaturas subterráneas.
EL ESTILO DE EDGAR RICE BURROUGHS EN TANAR DE PELÚCIDAR
No es cuestión de destripar aquí el resto de la novela, la cual, por cierto, se lee con avidez a pesar de que no sea un estilo literario muy moderno. Aun así, la narración es fluida y no da un respiro al lector. Las aventuras se suceden casi solapándose, y uno llega a preguntarse cuándo paran los protagonistas a dormir o comer. Quizás tenga algo que ver en lo trepidante de la historia el hecho de que en Pelúcidar el tiempo no existe, o al menos no se mide como en la superficie. En este reino intraterreno, al no existir la noche, el tiempo se mide por las veces que sus habitantes comen o duermen. Quizás uno de los planteamientos más curiosos de las novelas ambientadas en Pelúcidar.
El final de la transmisión de radio pone fin a la novela, con el inventor Jason Gridley decidido a viajar al interior de la Tierra. La cuarta entrega, Tarzán en el Centro de la Tierra, supone el cruce entre las dos sagas de más exito de Edgar Rice Burroughs, también editado por Pulpture y disponible en su tienda online La Boutique de Zothique.
El mérito de las novelas de Edgar Rice Burroughs reside, más que en su estilo literario o la originalidad de las tramas, en su desbordante imaginación. ¿En qué novela encontrarías mezclados piratas, hombres de las cavernas, mamuts, humanoides subterráneos, todo perfectamente engarzado? En novelas como Tanar de Pelúcidar. Reconozco que al principio me acerqué con recela a la novela; las historias de fantasía y romance no es que sean lo mío. Sin embargo, conforme pasaba las páginas, la historia me atrapó.
LA EDICIÓN DE PULPTURE DE TANAR DE PELÚCIDAR
La edición de Pulpture cuenta además con el aliciente de una nueva traducción, mas fiel y respetuosa con el original. El libro incluye, además, varias ilustraciones y mapas de Pelúcidar pertenecientes a la publicación original, realizada primero por entregas y un año después en formato libro. De este modo, el lector cuenta con algunas referencias que hacen entender mejor este maravilloso mundo subterráneo.
Puede que la forma de contar historias de Edgar Rice Burroughs esté pasada de moda, o que la parte romántica de la novela pueda ser vista por algunos como, por llamarlo suavemente, políticamente incorrecta. No obstante, no debemos olvidar que este libro fue escrito en 1929, en una sociedad en la que las normas y códigos sociales y culturales eran muy distintos a los de ahora.
Si te gustan las novelas de aventuras fantásticas, Tanar de Pelúcidar constituye un buen pasatiempo. Su acción trepidante, sus héroes y las bellas damiselas que rescatan de las garras de piratas y monstruos conforman un extravagante pero divertido ejemplo de la literatura pulp de principios del siglo XX.
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