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Julio Verne, 7 datos de su biografía que te sorprenderán

No son pocos los artículos dedicados a la vida del famoso escritor de ciencia ficción Julio Verne, o Jules Verne. Sin embargo, resulta curioso que dichas listas suelen incidir sobre las mismas cuestiones, una y otra vez. Se ignoran en cambio otras que aparecen en biografías bien documentadas o entrevistas al propio autor. Debido a que murió en 1905, hace más de 100 años, las obras originales de Verne han pasado a ser de dominio público. De ahí que sea fácil encontrarlas íntegras en Internet en multitud de formatos: EPUB, MOBI, DOC o PDF, entre otros. Para gestionar, convertir y editar tus libros de Julio Verne en PDF te recomendamos la aplicación https://www.sodapdf.com/es/.

En este artículo, conocerás cuál era su metodología, la razón tras ciertos elementos de sus obras, y asuntos más personales contados por él mismo. Empezamos.

Jules Verne

 

DÓNDE NACIÓ JULIO VERNE Y SU ORIGEN FAMILIAR

Jean-Jules Verne nace el 8 de febrero de 1828 en Nantes. Hijo del abogado Pierre Verne, fue el primero de cinco hijos, un chico y tres chicas más. Para Verne, su casa estaba invadida por la sumisión, no por el amor que hubiera necesitado. La severidad y violencia de su padre lo marcaron. Tuvo que luchar contra este para dedicarse a la escritura y no terminar como abogado en el bufete familiar. Sin embargo, su tenacidad le hizo terminar la carrera para contentar a su padre, para no ejercer jamás. Cuando este falleció, consciente del éxito de su hijo, no le afectó demasiado.

Un préstamo de su padre le permitió vivir en París para enfocar su carrera de escritor tras muchas penurias. Con su madre la relación era más cercana, así como con sus hermanos y algunos primos. Verne sufrió que su hermano sí viviera la aventura marina que su padre a él le negó. De ahí viene probablemente que declarara que «un padre nunca debe tener un hijo favorito».

JULIO VERNE Y SUS PROBLEMAS DE SALUD

La salud fue una gran ausente en la vida de Jules Verne. Sufrió un grave acné juvenil que le acomplejó y confinó durante años. A ello, se añadían los continuos dolores de cabeza y de oído. Tampoco le faltaban los males de estómago, para los que tomaba un brebaje desde bien joven. Por si fuera poco, el estrés que le provocaba su exigente contrato literario, añadía una recurrente parálisis facial que le provocaba una torsión en la boca, y que uno de sus ojos prácticamente se cerrara.

Los años no aminoraron estas dolencias, sino que añadieron unas pocas. Su ojo derecho sufrió una catarata de la que no se atrevió a operarse. Para rematar, al reuma que sufría, se le añadió la cojera que le provocó a los cincuenta y ocho años el disparo de su sobrino. La diabetes que ya padecía le complicó la recuperación. La depresión de sus últimos años le hizo lamentar que no fuera aquel disparo su final. A causa de complicaciones de la diabetes, fallece en 1905.

Grabado de 20.000 Leguas de Viaje Submarino, por Alphonse de Neuville
Grabado de 20.000 Leguas de Viaje Submarino, por Alphonse de Neuville

 

EL AMOR DE JULIO VERNE POR SU PRIMA CORALINE Y LAS CONSECUENCIAS EN SU VIDA Y OBRA


Se hace referencia continua respecto a la vida de Julio Verne a su intento de escapada los once años en un barco llamado La Coralie. Destino, la India. La excusa que puso de cara a su familia tras el escándalo fue que había intentado huir a las Indias para comprarle un collar a su amor platónico, su prima Coraline. No es cierto. Podría comprar dicho collar en cualquier puesto. Quería demostrar a su padre que había otras opciones que sus rígidas ideas.

Sin embargo, su obsesivo amor por su bella prima, los rechazos y burlas de esta, junto a su boda con alguien de más fortuna, lo marcó de por vida. Para empezar, su padre lo mandó a París para olvidarla y que se formara como abogado. Allí hizo amistades definitivas para su posterior triunfo. También sintió que su falta de riqueza le hizo obsesionarse con la importancia del dinero para lograr los objetivos.

Proviene también de esta pasión no correspondida la falta de protagonistas femeninas en sus obras. De hecho, muchos de los pocos personajes femeninos que vemos en sus libros eran incluidos a sugerencia de los editores. No por ello despreciaba al género femenino, sino que se sentía intimidado por él. La idea en que se basa esa falsa idea es por su pertenencia al Club de la cena de los once sin mujer. Finalmente, todos los despechados miembros terminaron contrayendo matrimonio. Aquello no pasó de ser una broma juvenil que se ha malentendido.

Grabado de Robur el Conquistador, por Léon Benett
Grabado de Robur el Conquistador, por Léon Benett

 

CÓMO ERA JULIO VERNE EN SU VIDA PERSONAL

Verne solía vestir de negro y a pesar de la riqueza que disfrutó no era ostentoso. Cuando se encontraba feliz, Verne era un hombre seguro, optimista, cordial, amable y muy sexual. Pero los acontecimientos de su vida, como los constantes problemas con su esposa Honorine y la pérdida de seres queridos, lo fueron sumiendo en una depresión. Esto lo volvía inseguro, triste, desagradable y además perjudicaba su rendimiento como escritor.

Disfrutó de muchos viajes, sobre todo en sus barcos, el gran orgullo de Verne. De cara a sus vecinos, era un hombre de vida tranquila, especialmente los últimos años. No parecía tener más ocupaciones que las que les daba su familia y la biblioteca.

SU MÉTODO DE TRABAJO Y LA INVENCIÓN DE LA NOVELA CIENTÍFICA

A pesar de que su verdadera pasión era la poesía, e intentó prosperar con obras de teatro, su gran logro fue el invento de la novela científica. Verne, pasados los treinta y ejerciendo otro trabajo, vio un hueco que nadie había llenado hasta entonces. Ajeno a las revueltas políticas de su época, que nada le interesaban, se centró en acumular conocimientos técnicos y científicos para dar verosimilitud a su obra. También era exhaustivo con la geografía, la botánica y la zoología. Así nació Cinco Semanas en Globo, cuyo fulminante éxito le llevó a poder dedicarse, por fin, a la escritura. Eso sí, los editores querían más de lo mismo, y él cumplió con creces a pesar de sus deseos.

Verne no comenzaba una novela sin saber cómo iba a terminarla. Pretendía que fueran educativas, pero no escribió pensando en novelas para los jóvenes, aunque algunas de ellas se califiquen así. Verne confesó que se levantaba sobre las cinco de la mañana para empezar a escribir, siendo la mayor productividad la de esas horas previas al desayuno. También dedicaba mucho tiempo a seguir actualizado de las novedades científicas. Clasificaba estos recortes para luego darles uso. No era Verne alguien que exigiera demasiado aislamiento para escribir, y el ruido no le perturbaba en demasía. Casi hasta el final de su vida, la media era escribir al menos un par de libros por año. Siempre negó que otras personas le ayudaran o escribieran bajo su nombre, a pesar de los rumores que hubo al respecto.

Grabado de De la Tierra a la Luna, por Henri de Montaut
Grabado de De la Tierra a la Luna, por Henri de Montaut

 

QUÉ AUTORES ADMIRABA JULIO VERNE

A pesar de que conoció a Alejandro Dumas, que le prestó apoyo en sus primeras obras teatrales, Julio Verne reconoció que el autor que más admiraba por encima del resto era a Charles Dickens. Para Verne, sin competencia en la narrativa literaria. Para él, el escritor británico superaba al resto por la gran descripción que hacía de los personajes, y el humor y el sentimiento que emanaban sus obras. La pasión por el autor llevó a reconocer a Verne que había releído muchas de sus obras.

En cuanto a sus contemporáneos, la obra de Herbert George Wells le llamaba la atención. Verne negaba la similitud que atribuían a su obra con la de Wells. Mientras Verne se consideraba muy metódico con la base científica de sus obras, Wells tiraba más de imaginación y no le preocupaba que pudiera ser posible. Imaginaba elementos como sustancias antigravedad, o marcianos que aparecen sin explicar de dónde vienen. Esta admiración por autores británicos se extendía a sus obras, cuyos protagonistas en muchas ocasiones tenían esa nacionalidad. La admiración de Verne por el carácter y flema británicos, también le hizo viajar al país en varias ocasiones. De hecho, lamentaba no haber dedicado tiempo a aprender el idioma inglés. 
 

SU VIDA FAMILIAR Y SENTIMENTAL. EL MATRIMONIO CON HONORINE

Julio Verne contrajo matrimonio antes de triunfar con Honorine, una joven viuda con dos hijas y con buenos contactos familiares de los que el escritor se aprovechó. No estaba, ni mucho menos, desenamorado de su prima, pero de alguna forma se conformó. Sin embargo, nunca cuadró con el carácter de Honorine: superficial, desinteresada en sus proyectos, fiestera y amante de los cotilleos. A pesar de que nunca la abandonó, se enamoró de otra mujer, Anne, también casada. Verne reconoció que el miedo a perjudicar su figura pública, y haberse habituado a Honorine, le frenó para dar el paso.
 
Grabado de Dueño del Mundo, por Georges Roux
Grabado de Dueño del Mundo, por Georges Roux

 

EL ÚNICO HIJO DE VERNE, MICHEL

En 1861 nacía Michel Verne. Al coincidir con el lanzamiento del éxito comercial del escritor, Verne reconoció que no le dedicó el tiempo que debía. Michel fue muy problemático desde pequeño, lo que provocó que con solo 12 años lo ingresaran en un sanatorio de la época. Aquello iba a peor, y el chico acumulaba todos los defectos posibles: holgazán, bebedor, mujeriego y lleno de deudas. Pasó hasta por la cárcel. Su padre lo consideraba su mayor fracaso, torturado además por repetir la mala relación que sufrió él mismo como hijo. Tras un divorcio, un rapto por amor y dos hijos, Michel cambia milagrosamente a los veinticinco años. Se revela como escritor, y se dedica a trabajar y ayudar a su padre. Además, le facilitó una máquina de escribir, lo que le ayudó enormemente en sus últimos años. 
 

Referencias:

1. Benítez J. Yo, Julio Verne. Barcelona: Planeta; 2005.
2. H. Sherard R. Entrevista a Julio Verne - Entrevistas - Textos - DDOOSS [Internet]. Ddooss.org. 2021 [cited 9 January 2021]. Available from: https://ddooss.org/textos/entrevistas/entrevista-a-julio-verne

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