Los Dioses de Bal-Sagoth. La Saga de Turlogh El Negro, editado por Pulpture Ediciones bajo su sello Costas de Carcosa, recoge todos los relatos escritos por Robert E. Howard sobre el irlandés Turlogh O'Brien «El Negro». Con una evocadora portada del gran ilustrador Manuel Perez-Sanjulián, el libro incluye cinco relatos y dos fragmentos en los que el Turlogh aparece de manera tangencial o es protagonista.
Robert E. Howard (1906-1936) murió de forma prematura por su propia mano debido a un cúmulo de fatalidades. Sin embargo, antes de dejarnos, nos legó un sinfín de personajes literarios, como Conan el Bárbaro, Red Sonja, Kull, Solomon Kane o el picto Bran Mak Morn. Turlogh el Negro es un bravo guerrero irlandés del siglo XI, cuya descripción física y carácter son muy similares a los del indómito cimmerio. Tanto, que el escritor texano recicló algunas de sus historias para adaptarlas a la Era Hyboria cuando el personaje de Conan comenzó a tener éxito.
Con prólogo de Javier Jiménez Barco, autor del ensayo Chicago-Marte por 15 centavos: Una Historia de las Revistas Pulp, el libro de Pulture comienza con los relatos La marcha del Dios Gris y Lanzas de Clontarf. Se tratan, en realidad, de la misma historia, solo que contadas de forma diferente, desde distintos puntos de vista. En estos dos relatos, Howard narra la batalla de Clontarf, una sangrienta contienda que enfrentó a irlandeses contra los vikingos que por aquellos entonces ocupaban Dublín.
Si bien ambos relatos son todo un prodigio de investigación histórica, esta misma supone un cierto lastre a la narrativa. Por ejemplo, Howard, en su afán por enumerar los nombres y linajes de los principales contendientes, cae en cierta farragosidad. La descripción de la batalla es, sin embargo, soberbia y dura, aunque sin caer en descripciones demasiado crudas o sangrientas.
Portada de la revista Avon Fantasy Reader #12 (1950) |
Tras un breve fragmento sin título 一posiblemente reciclado para algún otro personaje de Howard一, en El Hombre Oscuro el irlandés se enfrenta a sus enemigos los nórdicos. Pero no lo hace solo, sino con la ayuda de un extraño ídolo mágico conectado con otro de los personajes de Howard, el legendario picto Bran Mak Morn. El arco argumental continua en el siguiente relato, posiblemente el mejor del volumen, Los Dioses de Bal-Sagoth.
En dicho relato, Turlogh se reencuentra con su odiado enemigo Athelstane, un sajón renegado que ha encontrado en los vikingos a sus perfectos compañeros de saqueos y pillajes. Tras naufragar el navío en el que ambos viajan, Turlogh y el pirata sajón deben apartar sus desavenencias si quieren sobrevivir. Princesas, civilizaciones desaparecidas, hechiceros y dioses monstruosos son los ingredientes del relato más pulp de todo el volumen y, quizás, el más divertido junto a El Hombre Oscuro.
La Sombra del Huno es también un relato inconcluso. En el mismo, el guerrero irlandés viaja por tierras eslavas, donde entra en contacto con los nómadas que, siglos después, serían conocidos como los tártaros. Se trata, en realidad, de unos recuerdos que Turlogh narra a Don Rodrigo Cortés, el capitán del bajel español en el que él y Athelstane viajan tras su aventura anterior. Desgraciadamente, el relato termina abruptamente.
Ilustración perteneciente a la primera edición del relato Los Dioses de Bal-Sagoth (Weird Tales nº 3 vol 18, octubre 1931) |
El volumen llega a su fin con el cuento El túmulo en el promontorio, una historia ambientada ya en el siglo XX. En ella, dos saqueadores de tumbas dan con lo que parece ser un túmulo funerario irlandés repleto de tesoros. El relato, trufado con elementos mágicos y mitológicos, despide un fragante aroma pulp. Este cuento supone, en cierto modo, un regreso a los inicios de Turlogh, ya que gira en torno a un enterramiento donde tuvo lugar la batalla de Clontarf, narrada en los dos primeros relatos del volumen.
Intercaladas entre el texto, Pulpture ha tenido a bien incluir varias ilustraciones. Todas ellas han sido extraídas bien de las ediciones originales de estas historias, aparecidas principalmente en el magazine pulp Weird Tales, bien de otras revistas contemporáneas a esta. El prologo de Javier Jiménez Barco, por su parte, supone un preámbulo necesario para poder degustar en su totalidad estas excelentes historias, escritas hace ya casi un siglo.
Ya era hora de que se publicaran en español obras como esta. Con una traducción impecable y una edición sobresaliente, Pulpture Ediciones quiere ofrecer al lector español lo mejor de la literatura pulp de principios del siglo XX. Son autores olvidados en su mayoría que, sin embargo, supieron ofrecer en su día altas dosis de entretenimiento y aventura a millones de personas. ¿Por qué no rescatarlos del olvido? ¡Larga vida al pulp!
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