Aquellos maravillosos tebeos: 10 revistas de cómics de 1979

Ya hace dos años, dediqué un post a las revistas de cómics publicadas en España en 1978. En aquel artículo, recordé publicaciones para adultos tan señeras como 1984, Bumerang o Pánico, así como tebeos para los más peques, como Nuevas Aventuras de Mazinger Z o Dumbo. En 1979, y con un panorama nacional todavía turbulento, las publicaciones periódicas enfocadas en el público infantil y juvenil seguían floreciendo en los quioscos. Embárcate con nosotros en un viaje al pasado de nuestro país y descubre qué leían tus padres, tus hermanos mayores o, por qué no, tú mismo, querido lector, en tu más tierna juventud.

CREEPY

Toutain Editor fue, junto a Bruguera y Ediciones Vértice, una de las editoriales de cómics más influyentes de nuestro país. Dedicada casi por completo al cómic adulto, esta editorial barcelonesa inundó los quioscos españoles de los años 70 y 80 con cómics de altísima calidad. Creepy era una de aquellas publicaciones. Esta revista de horror alcanzó los 87 números, nutriéndose, en un principio, de material procedente de las publicaciones de la americana Warren Publishing. Paulatinamente, fueron apareciendo historias expresamente creadas para la revista, algunas más centradas en la fantasía y la ciencia ficción que en el terror.

FLASH GORDON

Flash Gordon es uno de los clásicos del cómic más veces publicados en nuestro país. Allá por 1964, editorial Dólar publicó las tiras de prensa del personaje, dibujadas por Dan Barry, entre otros artistas. En 1975, llegaría Ediciones Vértice lanzando nada menos que 88 números con maravillosas portadas mayoritariamente realizadas por López Espí. Editorial Valenciana también dedicó una colección al héroe de Alex Raymond, 38 números en los que sobresalía el arte de dibujantes como Al Williamson, Pat Boyette o Carlos Garzón. 

SPIROU ARDILLA

A principios de los años 70 empezaron a surgir en España revistas dirigidas a los más pequeños con material franco-belga, como el cómic Strong (1969-1971). Spirou Ardilla llegó más tarde, en 1979, y duró apenas dos años. Aparecieron algo más de 70 números —incluídos los especiales—, grapas de 24 páginas que se nutrían con contenidos de la revista belga Spirou. Joan y Pirluit, Sammy, Quena y el Sacramus o Bill y Bolita fueron algunas de las series que aparecieron en sus páginas.

LOS PITUFOS

Incluidos en su Colección Olé, Editorial Bruguera lanzó entre 1979 y 1983 veinte números protagonizados por Los Pitufos, la genial creación del dibujante belga Peyo. Los suspiritos azules no eran personajes desconocidos para los niños españoles. Sus primeras historias ya habían aparecido en la mencionada revista Strong y en el mítico TBO, así como en otras colecciones de Bruguera. El formato Olé, el gran acierto de Bruguera, era ideal para ofrecer en cada número una historia completa. Los Pitufos Negros, La Flauta de los Pitufos o El Ketekasko fueron algunas de las que aparecieron en esta colección.

POPEYE

Editorial Valenciana dedicó 54 números de su línea Colosos del Cómic a Popeye, el marino fortachón que creara E.C. Segar en 1929 para las tiras de prensa diarias del New York Evening Journal. En 1979, el personaje estaba a punto de conocer un nuevo resurgir, gracias a la película de Robert Altman que se estrenaría en 1980. La colección de Ed. Valenciana incluía material procedente de las tiras de prensa, dibujadas en su mayoría por Bud Sagendorf, ayudante de Segar, y comics books americanos.

EL NUEVO TARZAN

Otra de las colecciones que recuerdo con especial cariño es El Nuevo Tarzan. Editada por Toutain/Hitpress, esta colección de grapas de entre 32 y 36 páginas alcanzó los veinte números. Las portadas y dibujos interiores eran obra del destacado artista José Ortiz y varios de sus colaboradores. Parte del material de esta colección fue lanzado en otros países europeos con gran éxito, saltando incluso a la lejana Australia. Gran parte del éxito de estos cómics se debe a la popularidad que alcanzó en España la serie animada de Tarzan de Filmation, estrenada en 1976, y que duraría cuatro temporadas.

EL VÍBORA

A finales de 1979 llega a los quioscos españoles una de las revistas de cómics más influyentes de la transición: El Víbora. Tras más de 277 números y varios especiales, la mítica publicación llegaría a su fin en 2004. Su tono adulto y transgresor se dejaba sentir en series como Anarcoma, Ranxerox o Necron, del desaparecido autor italiano Magnus. El Víbora llegó a alcanzar tiradas de más de 80.000 ejemplares, lo que da una idea del hambre de cómic adulto y underground que había en la España de los 80.

 

 

CIMOC

En 1981 aparecía en los quioscos la revista Cimoc, publicada por Norma Editorial. Abanderada del cómic adulto, alcanzó 176 ejemplares ordinarios más 40 números extra. Sin embargo, esta publicación no fue la primera con este particular título. Con una efímera vida —solo salieron 10 números—, la revista Cimoc de 1979 compartía con su sucesora las temáticas y el enfoque adulto. En esta primera etapa se publicaron trabajos de Esteban Maroto, John Wagner, Carlos Ezquerra, Azpiri o Alfonso Font, entre otros.

BATMAN

Bruguera no fue la primera editorial que publicó cómics de Batman en España. En 1947, Hispano Americana de Ediciones lanzó solo tres números que recopilaban las tiras de prensa norteamericanas. Tras un largo hiato, en 1952 el cruzado de la capa llega a nuestro país de la mano de la todopoderosa editorial mexicana Novaro. Los héroes de DC Comics que nos traía Novaro resistieron hasta 1964, año en que la censura franquista prohibió su distribución en España. Tras algunos números de la JLA y JSA publicados por Ediciones Vértice en 1977, en 1979 Bruguera lanza su propia colección del murciélago. Fueron solo 25 números, editados con la habitual desgana de la casa, pero constituyeron para mucho niños españoles su primer contacto con el caballero oscuro.

¡ZAS!

Finalizamos la selección con una revista de historietas que, a pesar de su corta vida, significó todo un descubrimiento para quienes en 1979 rondábamos los siete años. ¡Zas! fue un intento de Editorial Bruguera por reinventarse, por ofrecer cómics enfocados al público juvenil. En sus páginas aparecieron obras tan relevantes como El Imperio Trigano, de Mike Butterworth y Don Lawrence, el Alien de Walt Simonson o, incluso, personajes de DC Comics.