La oferta de las plataformas de streaming no se ciñe exclusivamente a las series y a las películas, aunque sea el contenido que más destaque. Entre la oferta de documentales, lo más abundantes es la temática social o las biografías. Pero Netflix ha tenido el acierto de presentar esta serie de documentales amenos, de contenido cinéfilo, donde se nos cuenta lo que no vimos de las películas que marcaron época por una u otra causa. Si habéis visto alguno de los episodios de The Toys That Made Us, el estilo es francamente similar. Si no, os explico por qué os va a gustar.
Esta primera temporada consiste en cuatro capítulos centrados en películas que han hecho historia de una u otra forma. La temática es realmente variada, buscando un público amplio, y centrándose en la década de los 80. Los episodios son independientes unos de otros y si no te interesa la película en concreto, con no ver ese documental es suficiente. Yo, que los he visto todos, creo que merecen la pena aunque no hayas visto la película que tratan.
En mi caso, la única película que no había visto de las cuatro era Solo en Casa (Home Alone, 1990). Sin embargo, ver el proceso de rodaje y cómo Warner Bros. cometió uno de los mayores errores de su historia por intentar ahorrarse una miseria en el presupuesto es muy aleccionador. Los episodios esquivan cotilleos acerca de los actores o dar demasiados detalles del guión. Si lo que quieres saber es de lo que van aquellas películas, pues las ves. Esto va de otra cosa.
Cazafantasmas (1984) fue un hito en lo que a cine de fantasía se refiere, pero rodarla en el tiempo previsto fue el verdadero logro. Ni siquiera el nombre estaba asegurado hasta el final. Aquí la relación entre los distintos actores sí tuvo más importancia, ya que muchos se conocían del Saturday Night Live. La tragedia frustró alguno de los protagonistas planeados, y el alto caché la de otros. Pero salieron adelante como todos bien sabemos.
BRUCE WILLIS CONVENCÍA TAN POCO COMO HÉROE DE ACCIÓN QUE EN EL TRAILER CAUSABA RISAS |
La Jungla de Cristal (1988), traducción que sorprendentemente mejora el original Die Hard (Difícil de Matar) estaba planeada nada más ni nada menos que para Frank Sinatra. La biología se encargó de que no fuera así. Sin embargo, el salto de la televisión al cine de Bruce Willis descubriremos que no fue tan sencillo como nos pareció a quienes lo vivimos en su momento. También aprenderemos que cambió muchas cosas del género de las que no fuimos conscientes en su momento.
Y, como veis, que Dirty Dancing (1987) tenga otro episodio evidencia que han intentado abarcar temáticas bien diferentes en tan solo cuatro capítulos de unos 45 minutos que se hacen cortísimos. Aquí te asombrarán con el gran éxito que tuvo esta película a pesar de su mínimo presupuesto y ser rechazada por todos los estudios cinematográficos importantes. Y que este tipo de fenómenos no se pueden planear, ni repetir.
La edición de los programas es muy entretenida, estilo videoclip, pero sin marear al espectador. De hecho, en mi familia lo vemos mientras cenamos, y consiguen atrapar nuestra atención. Tienen muchos gags y se aleja de la seriedad habitual de los documentales, ya que la temática lo requiere. Sin embargo, aprendes del mundo de Hollywood.
Sí tendría una pequeña queja. Netflix no subtitula los cortes que pone de la película en cuestión. Suele ser una apostilla divertida que viene al caso de lo que dicen los entrevistados. A no ser que tengas un nivel de inglés bastante alto no lo puedes pillar, y es una pena porque se pierden buenos gags. Sólo haría falta un pequeño subtítulo, no sé por qué no lo han hecho.
Por lo demás, una estupenda serie que amplía la oferta de la plataforma con propuestas interesantes. Una forma estupenda de recordar el impacto de estas películas que, debido al cambio de la sociedad, posiblemente sean irrepetibles de aquí en adelante. Esperando la segunda temporada con ganas.
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