Ra's al Ghul es uno de los villanos más recurrentes y famosos de Batman. De hecho, los lazos entre ellos han profundizado tanto que es el abuelo de su hijo Damian. Antes de que eso ocurriera, Greg Rucka (Stumptown) nos trajo esta historia, Batman: La Muerte y las Doncellas, editada por ECC Ediciones. En ella, Ra's se enfrenta a la posibilidad de dejar de existir por problemas relacionados con las Fosas de Lázaro. Para evitar que ello ocurra, pide ayuda a Batman, quien se niega alegando que la naturaleza ha de seguir su curso. Obviamente, el villano no se da por vencido y le ofrece algo que difícilmente Bruce Wayne podrá rechazar.
Como suele hacer Greg Rucka cuando escribe a Batman, este nos muestra su cara más dura e impasible. Hay momentos en los que exhibe una crueldad con Ra's al Ghul que resultan chocantes en el murciélago, aunque hablemos de un villano. Y más con los matices que tiene La Cabeza del Demonio. Pero no es Batman el gran protagonista absoluto de esta historia. Rucka aprovecha las múltiples posibilidades que ofrece un villano tan interesante como Ra's al Ghul para presentarnos a la misteriosa Nyssa.
Esta mujer presenta una personalidad realmente dura y acorde a sus circunstancias. Además, dados los años de vida de Ra's, es de lo más plausible que esta realidad se diera. Poco a poco vamos descubriendo quién es Nyssa, de dónde viene y cuál es su historia. Rucka prefiere así que especulemos sobre la relación que tiene con Ra's, en busca de un giro que sorprenda.
En cuanto a Talia al Ghul, se agradece, y mucho, que el guionista no la retrate como la típica loca unidimensional que tantas veces hemos visto. Aquí vemos a una mujer que ha sufrido y que de alguna manera quiere tomar las riendas de su vida, lejos de su padre y la adoración por Batman. Sin embargo, le esperan bastantes sorpresas que cambiarán radicalmente su forma de pensar. Su relación con Nyssa la va a modelar mucho más de lo que pudiera imaginar.
|
Otro foco de atención es la decisión de Bruce Wayne sobre la oferta de su némesis. Sorprende que lo haga, ya que el Batman despojado de emociones de Rucka no parece que pudiera ceder ante la tentación. Sin embargo, gracias a eso vislumbramos una versión más sentimental de Bruce. Su experiencia resulta onírica y abierta a la interpretación que queramos dar como lectores. Una profundización en lo que de verdad hay tras el Hombre Murciélago. El guionista aquí prescinde totalmente de la batfamilia, salvo Alfred. Claro que Rucka no es el mayor fan de la figura de Robin, soliendo darle a Batman historias en solitario.
En cuanto al dibujo, no es lo que más destaca de este tomo. Klaus Janson no es el mejor precisamente trabajando las proporciones. Las caras varían bastante de viñeta en viñeta y creo que esta historia se habría beneficiado de un dibujante que retratara mejor las emociones.
Queda este tomo como una de las historias de Ra's al Ghul donde más en serio se toma al personaje, su familia y su trasfondo. También para mí es de mis villanos favoritos, tristemente actual en sus motivaciones a pesar de los años desde su creación. Me alegro de que en La Muerte y las Doncellas se nos muestre como el personaje poliédrico que es. Quizás esté a un pequeño salto de ser una de las mejores obras de Batman. No llega a tanto, pero sin duda es una notable historia autoconclusiva. Muy a tener en cuenta.
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.