El artista británico Ricky Gervais está resultando ser de lo más prolífico y polifacético. Su última apuesta en Netflix, After Life, escrita y protagonizada por él, cumple con la costumbre británica de hacer temporadas de seis episodios de media hora de duración. Para los que estamos bastante ocupados y nos da pereza embarcarnos en temporadas eternas, es un aliciente. Así que me animé a verla sin saber cuál era la temática, y a pesar de que el nombre de la serie no es especialmente atrayente. Una vez vista completa, debo decir que la he encontrado de lo más recomendable y que, si os animáis a verla, difícilmente os arrepentireis.
Ricky Gervais interpreta a Tony, un periodista de un periódico gratuito local sin mayor trascendencia, que acaba de perder a su mujer por un cáncer. El estado depresivo y desesperado de Tony ante la tragedia es el comienzo de la serie. Al no tener hijos, la compañía se reduce a su perra y a los vídeos que su mujer le dejó grabados para ayudarle a pasar el trance de su ausencia. Gracias a ellos conocemos la gran complicidad que tenían, sin caer en romanticismos estereotipados. Nos hacemos una idea de cómo eran como pareja y entendemos bien el dolor del protagonista.
A pesar de lo que pudiera parecer, Ricky Gervais interpreta bien su papel de hombre venido abajo, que se dedica a trolear todo lo que se le pone por delante: compañeros de trabajo, su psiquiatra, titulares de periódicos, las absurdas limitaciones al menú infantil en los comercios y, sobre todo, en su visión del tipo de noticias que trata su gaceta. Es aquí donde los fans de Gervais podrán ver su lado más corrosivo, resumidas en su famosa frase: "porque algo te moleste, no por eso está mal".
A pesar de lo que pudiera parecer, Ricky Gervais interpreta bien su papel de hombre venido abajo, que se dedica a trolear todo lo que se le pone por delante: compañeros de trabajo, su psiquiatra, titulares de periódicos, las absurdas limitaciones al menú infantil en los comercios y, sobre todo, en su visión del tipo de noticias que trata su gaceta. Es aquí donde los fans de Gervais podrán ver su lado más corrosivo, resumidas en su famosa frase: "porque algo te moleste, no por eso está mal".
A pesar de lo que pudiera parecer, Ricky Gervais interpreta bien su papel de hombre venido abajo, que se dedica a trolear todo lo que se le pone por delante
Sin embargo, no estamos ante una comedia, sino ante una serie que retrata una vida común y corriente, con secundarios que tratan de ayudar a Tony con su dolor, sin conseguir mucho aparentemente. Destacaría a su jefe, hermano además de la fallecida, perfectamente caracterizado como buena persona, sensible y empática, de la que se aprovechan sus trabajadores. Las personas que se va encontrando Tony en su camino nos hacen el transcurrir de la serie muy agradable, pues todos son interesantes y aportan al protagonista una nueva forma de ver las cosas, contribuyendo a su recuperación. Nunca cae en la ñoñez, ni en el drama extremo. Todo cuanto acontece en la serie se siente muy plausible, y la evolución del protagonista a través de ella. Además, está perfectamente ajustada a sus seis episodios y a la duración de media hora que tiene cada uno de ellos.
Se empatiza enormemente con Tony al principio y, yo al menos, coincido con la serie en reclamar ese derecho a darte tu tiempo ante una tragedia de tal calibre, y no tener que obligarse a estar bien a toda costa. No siempre se ayuda queriendo animar, sino compartiendo la frustración que supone una calamidad como perder a tu pareja de esa manera. Actualmente, la sociedad parece querer evitar cualquier tipo de dolor por todos los medios, con mensajes positivos ante cualquier evento y con medicamentos que eviten el menor sufrimiento. Creo que las intenciones de Ricky Gervais posiblemente vayan por ahí, reclamar el derecho a estar mal, algo cada vez peor visto por el buenrollismo imperante.
EL ELENCO DE PERSONAJES QUE ACOMPAÑAN A TONY NO ES CASUAL |
Se empatiza enormemente con Tony al principio y, yo al menos, coincido con la serie en reclamar ese derecho a darte tu tiempo ante una tragedia de tal calibre, y no tener que obligarse a estar bien a toda costa. No siempre se ayuda queriendo animar, sino compartiendo la frustración que supone una calamidad como perder a tu pareja de esa manera. Actualmente, la sociedad parece querer evitar cualquier tipo de dolor por todos los medios, con mensajes positivos ante cualquier evento y con medicamentos que eviten el menor sufrimiento. Creo que las intenciones de Ricky Gervais posiblemente vayan por ahí, reclamar el derecho a estar mal, algo cada vez peor visto por el buenrollismo imperante.
Una propuesta que deberíais tener en cuenta entre la continua avalancha de estrenos seriéfilos en todas las plataformas actuales, y las que vendrán. Independientemente de lo que os parezca este cómico británico que suele generar polémica, dadle una oportunidad sin prejuicios. En este caso se abstiene de extremos políticamente incorrectos, y nos ofrece una producción muy disfrutable que sinceramente, recomiendo.
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.