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The Passage, Episodio 1x01. La Crítica

El actor Mark-Paul Gosselaar es bien conocido por aquellos que rondamos los 40 años. Cuando íbamos al instituto, él aparentaba hacer lo mismo en la pésima serie televisiva Salvados Por La Campana. La escasez de canales de aquellos tiempos hacía que todos lo conociéramos como el guaperas Zack Morris. Ahora, como nosotros, ha crecido, y protagoniza esta serie que adapta una trilogía de libros del autor Justin Cronin. El primero de ellos se llama como la serie, y nos cuenta una trama que implica a una niña y una infección vampírica. Es por eso que el elegido para llevarla a serie sea Matt Reeves, el director de Déjame Entrar (2010). El canal Fox no se rinde a pesar de la multiplicación de plataformas con producción de series propias y apuesta por esta. ¿Merece The Passage la pena? 

The Passage

Una de las ventajas que parecen seguir manteniendo las series de canales generalistas sobre las de las plataformas de streaming es la duración ajustada a unos 40-42 minutos. Desconozco el por qué se empeña Netflix en hacer capítulos de casi una hora con casi todas sus series dramáticas sin que lo justifique la historia. Es por eso que, aunque The Passage cae en muchos de los defectos de las series en abierto, le reconozco una virtud de la que carecen casi todas las de Netflix y que añoraba bastante: la trama avanza rápido. Así, en un solo capítulo, se nos presenta de una manera bastante solvente a los personajes y la situación que deben enfrentar. Bien es cierto que esta rapidez es facilitada por la simpleza de los intervinientes. Es esta una de las mayores quejas de aquellos que han leído el libro: se ha perdido el exquisito retrato de los matices de los protagonistas. 

Una de las ventajas que parecen seguir manteniendo las series de canales generalistas sobre las de las plataformas de streaming es la duración ajustada a unos 40-42 minutos


Ante el dilema de buscar una solución a una plaga mortal, los científicos deben tomar medidas drásticas e inmorales. Eso les plantea un conflicto a la plantilla de científicos que debe aportar soluciones. Es difícil creer que en ese nivel de investigación y responsabilidad los gobiernos se permitieran tener a gente que se planteen lo más mínimo sobre la ética de sus actos. Ya se demostró en la Guerra Fría. Estos momentos son el típico blanqueamiento de los personajes televisivos en abierto, aunque luego actúen en consecuencia. 

Caroline Chikezie, Henry Ian Cusick

En cuanto al protagonista, Brad, si bien consigue su misión de caernos bien y de tener química con la niña protagonista, Amy (Saniyya Sidney), sorprende que no se haya encontrado en su larga carrera actos más abyectos ante los cuales haya tenido que hacer la vista gorda. No falta por supuesto el bagaje emocional de Brad con exmujer adorable a la que quiere, y tragedia familiar de libro que lo vincula emocionalmente con Amy. De hecho, es de lo mejor del capítulo la forma en la que Brad entiende a Amy y el tiempo que le dedica a la niña para que no sea una víctima de su pasado. Hay que reconocer también que la niña no resulta repelente, todo un logro. La edad de la cría en el libro es de 6 años, pero en la serie tiene 10, lo que da mucho más juego.

La huida de ambos resulta bastante torpe, ya que en estos tiempos donde se te localiza por el móvil al momento, y debes pagar con tarjeta, sin un plan previo se antoja bastante difícil. Sin embargo, esto es un problema que pueden solventar en los próximos capítulos. No podrán hacer lo mismo con otros agujeros de guion. Dado que Amy es una niña elegida al azar... ¿cuál es el problema en ir a por otro crío abandonado? Su estupendo presidente, Donald Trump, se ha encargado de que haya muchos infantes solos y desamparados con su política inmigratoria, no hace falta perseguir a nadie. Tampoco se entienden decisiones arbitrarias de Brad, que cambia en un segundo para complicar él mismo las cosas más de lo que están. 

Emmanuelle Chriqui, Mark-Paul Gosselaar, Saniyya Sidney

En cuanto a la trama de la enfermedad vampírica en sí, ofrece bastantes misterios, peligros e interrogantes como para captar nuestra atención. Otra ventaja es sin duda que son 10 episodios, lo que en principio favorece el ritmo en todos los capítulos y a mí personalmente me anima a darle una oportunidad al segundo. 

Si bien me parece una buena serie para ver cenando y en familia, no la recomendaría para aquellos que han leído los libros. De hecho, las críticas más terribles vienen de quienes ven que se ha transformado en una serie familiar sin muchas aristas una obra que alaban por lo bien escrita que está. Si bien perdonan los cambios de raza y género, no hacen lo mismo con la falta de respeto a lo detallado de la psique de los protagonistas. Si esto no os supone un problema, podéis echarle un vistazo.

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