Algunas veces, algunos cómics resuenan a través del fandom, en posts, en redes o en comentarios en webs especializadas. Así que, de alguna manera, estás esperando algo bueno cuando cae en tus manos. Ha sido el caso de Caballero Blanco, que era fantástica, o La Chapa, que no lo era tanto... Sin embargo, las pocas referencias al arco argumental Batman: Cold Days (Días Fríos) no me advirtieron de la gran obra que iba a leer. Cuando hice la lista de aciertos y errores del Batman de Tom King, ya destaqué lo bipolar que me resultaba este autor. Un ejemplo sería esta grapa, que continúa a la polémica desatada por La Boda. Salvo algunos momentos, lo visto en ella me pareció fallido, breve y poco emocionante para lo que sucedía. Quizás el enfado de buena parte de los lectores haya hecho que lo que viniera detrás les fuera indiferente, o ni se lo leyeran. Sin embargo, estamos ante una historia a la que si tuviera que poner nota, será un diez. Espero poder hacerle algo de justicia desde esta humilde web. Ahora veréis por qué.
Tom King era consciente de lo que quería contar. El desenlace de "La Boda" iba encaminado a formar este relato, entre otros. Tras la decisión de Selina Kyle, era complicado definir cómo se encuentran Bruce Wayne y Batman. King no nos lo presenta tirado en la cama llorando, con Alfred intentando animarle. Tampoco lo vemos en acción como si nada hubiera pasado. Sencillamente, vemos a Wayne acudiendo como miembro de un jurado popular para un juicio a Mr Frío. Se le acusa de haber asesinado a tres mujeres como parte de un experimento para sus investigaciones criogénicas. Curiosamente, Batman ha formado parte de la investigación que ha llevado a su detención, algo que es público y notorio en el juicio. Como es lógico, trae consecuencias legales.
King debe lidiar con el poco cuidado que han tenido los últimos autores a cargo de la cabecera de Batman (Grant Morrison y su Batman Inc., financiado públicamente por Wayne). En vez de ignorarlo, lo muestra de una forma sutil y bastante plausible. La estrategia de Bruce Wayne en esta misión de civil sorprende cuando comienzas a descubrirla. Digamos que dista bastante de querer irse a casa lo antes posible.
BRUCE WAYNE CONTRA BATMAN ¿QUIÉN GANARÁ? |
La acción en esta grapa triple aparece a modo de flashbacks. El contraste de un Batman fuera de control contra un Bruce Wayne educadísimo, contenido y mesurado frente a sus compañeros del jurado es todo un espectáculo. Frente al eterno debate de quién es más real, Bruce o Batman, y quien domina a quien, aquí tenemos a un claro ganador. No es la primera vez que un autor hace que Batman se vuelva más violento por los desengaños amorosos, o de otro tipo, de su alter ego. Tras el abandono de Silver St. Cloud en Batman: Extrañas Apariciones, machaca a unos pobres matones por su sufrimiento. Lo mismo ocurre tras la muerte de Jason Todd en Batman: Año Tres. Pero sí es la primera vez que se hace tan bien en los últimos años. Ya he comentado en otras ocasiones que la vida de Wayne se daba de lado, que lo mostraban demasiado obsesionado por ser Batman, y eso era un error.
Sin poder dar pistas acerca de su alter ego, Bruce Wayne desarrolla una estrategia asombrosa. El guionista alcanza la maestría mostrando cómo va atrapando a los miembros del jurado con su traje de chaqueta, su tono pausado y su razonamiento a la altura no de un juez, sino de personas corrientes. La introspección a la que llega Bruce, la sinceridad que muestra hablando de su vida, de su relación con Batman, aunque hable a un público que no sabe quién es en realidad, es muy emocionante. Parece mentira que el mismo autor que ha hecho números en los que apenas ha mostrado a Batman sangrando y pegando, se redima de esta manera.
Todo tiene una medida perfecta. Cada conversación, cada silencio, cada gesto. Viñetas que transmiten más que libros enteros sin necesidad de incluir una sola palabra. Lo personajes que conforman el jurado, los habituales de la batfamilia elegidos para aparecer, los momentos en el estrado... Y los momentos que necesita Bruce para dar salida al sufrimiento que le domina.
MR. FRÍO ES EL VILLANO QUE MEJOR RETRATA EL MOMENTO DE BATMAN. ES LO QUE TIENE TENER ENEMIGOS PARA ELEGIR |
Si el guion es maravilloso, que se haya hecho acompañar por Lee Weeks para Días Fríos es la mejor prueba de que King también lo sabía. El estilo de este hombre es asombroso. Frente al excesivo acartonamiento de otros autores actuales, resulta fresco y natural. Las caracterizaciones son fantásticas. Escenas naturales y gestos cotidianos, alejados de poses heroicas, dotan de vida a todos los personajes. Bruce es retratado a la perfección, como un aparente dandy cuya expresión acompaña a cada una de sus palabras. La confianza plena de King de que con un dibujo Weeks va a saber expresar lo que a él le llevaría muchas palabras transmitir se cumple a la perfección. Además, están colocadas en los momentos adecuados, alternando conversación con la falta de palabras.
Por si fuera poco, los homenajes que realiza a momentos considerados canon de la vida de Batman ya son para levantarse y aplaudir. Todo ello nos lleva a un final que no puede dejar las cosas como están, y que nos alejan de ese Batman excesivamente moralista que nos han querido perfilar últimamente. Parece como si todas las quejas que tenemos muchos lectores clásicos de Batman sobre el retrato actual, fueran corregidos en este cómic. No va a durar, ya lo se, pero dejadme disfrutar este regalo tan inesperado.
Por si fuera poco, los homenajes que realiza a momentos considerados canon de la vida de Batman ya son para levantarse y aplaudir. Todo ello nos lleva a un final que no puede dejar las cosas como están, y que nos alejan de ese Batman excesivamente moralista que nos han querido perfilar últimamente. Parece como si todas las quejas que tenemos muchos lectores clásicos de Batman sobre el retrato actual, fueran corregidos en este cómic. No va a durar, ya lo se, pero dejadme disfrutar este regalo tan inesperado.
Además, tenemos la suerte de que se ha editado completa en un solo volumen con tres números, y no hemos tenido que esperar meses. En una grapa que pasará desapercibida para quienes no siguen la serie regular, aunque se merece una tapa dura y ser anunciada a bombo y platillo mucho más que cualquier otra. A pesar de los guiños a los conocedores de Batman, no se me ocurre que nadie que sea capaz de disfrutar mínimamente con una lectura deba pasar de Días Fríos. El precio además acompaña. No creo que podáis obtener tanto por tan poco. Ya me lo diréis.
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