Crítica de Desolación Jones, de Warren Ellis y J. H. Williams III

Iniciada en 2005 bajo el sello Wildstorm, la colección Desolación Jones, escrita por Warren Ellis, es uno de esos proyectos que, aunque lo bastante interesantes como para ser de largo recorrido, quedaron en el limbo de los cómics tristemente inconclusos. ECC Ediciones, sin embargo, ha brindado la oportunidad a los lectores españoles de disfrutar de un cómic que, si bien no llega a la altura de otras obras de Ellis como The Authority (cuya reseña puedes leer aquí), tiene el suficiente interés y calidad como para echar de menos una merecida conclusión.

Dividido en dos arcos argumentales, el primero de seis números y el segundo, inconcluso, de solo dos, Desolación Jones cuenta las aventuras de un agente del servicio secreto británico exiliado en Los Ángeles, único superviviente de un experimento gubernamental llamado Desolation Test. Como consecuencia del mismo, la piel de Michael Jones se torna gris y su pelo blanco, al mismo tiempo que desarrolla una intensa fobia a la luz solar directa. En cambio, lo peor son los cambios psicológicos que sufre a raíz de dicho experimento: no siente remordimientos, ni temor, convirtiéndose en un adversario mortal, incluso con sus manos desnudas.

Acompañando al protagonista, Warren Ellis nos presenta a toda una serie de personajes secundarios casi tan interesantes como el propio Michael Jones, como el inquietante Coronel Night y su extraña colección de pornografía, Robina, una chica experta en fabricar robots que ayuda a Desolación en algunas de sus investigaciones, o la extraña mujer de presencia insoportable debido a las feromonas que desprende.

Desolación Jones cuenta las aventuras de un agente del servicio secreto británico exiliado en Los Ángeles, único superviviente de un experimento gubernamental llamado Desolation Test

En el primer arco, Hecho en Inglaterra, acompañamos a este particular detective privado por el submundo de la películas porno de Los Ángeles. La misión de Jones esta vez es dar con una película para adultos en la que el propio Hitler es el protagonista, una idea que solo Warren Ellis podía tener. Ayudado por el extraordinario arte de J. H. Williams III (Batwoman), Ellis nos impacta con escenas de peleas brutales entremezcladas con las alucinaciones que sufre la mente de Jones, sin perder de vista en ningún momento el hilo de una trama condimentada con los típicos ingredientes del cine negro norteamericano.

La idea de Ellis era, claramente, trasladar los tópicos y lugares comunes del cine negro a una historia casi de ciencia ficción. El anciano impedido que encarga al detective la búsqueda de algo muy valioso que sirve como mcguffin de la historia; sus hijas, verdaderas mujeres fatales; los compinches del héroe; el inframundo de la gran ciudad... Son todos elementos del género negro que el guionista intenta trasladar, casi con éxito, a este cómic.

El segundo arco incluido en el tomo de ECC nos deja con la miel en los labios. Tras solamente dos números, publicado el último en 2007, la serie quedó inacabada. Warren Ellis comenzaba a plantear una nueva historia con un potente mcguffin, esta vez relacionado con el escritor Philip K. Dick. No se sabe muy bien por qué, ni el sello Wildstorm ni Ellis han mostrado hasta ahora interés en finalizar la historia, una pena teniendo en cuenta que el cómic prometía.

Desolación Jones es todo lo que cabría esperar de un cómic de Warren Ellis. En él vierte muchas de sus filias, dando rienda suelta a las originales ideas de las que casi siempre hace gala. No estamos, en cambio, ante una obra redonda, y no solo porque esté inacabada. Su primer arco argumental de seis números, contiene grandes hallazgos, pero está varios peldaños por debajo de otras obras de Ellis, como la anteriormente mencionada The Authority o Frecuencia Global, una interesante colección que, afortunadamente, sí llegó a finalizar.