Fallecido en 2014, Patrick Woodroffe es uno de los más interesantes y originales ilustradores británicos de la segunda mitad del siglo XX. Con un acusado gusto por el surrealismo (siempre se consideró un gran admirador de Salvador Dalí), este inglés nacido en Halifax un 27 de octubre de 1940 destacó por sus excelentes portadas, tanto para la industria musical como para el mundo editorial.
No fue hasta 1972 cuando Woodroffe decidió dedicarse al arte a tiempo completo, una carrera que comenzó con fuerza gracias al encargo, por parte de una editorial británica, de casi un centenar de ilustraciones para las portadas de sus libros. A la vez, este artista multidisciplinar recibe numerosos encargos para realizar portadas de discos. El arte de Woodroffe no se limitaría a las portadas de álbumes, también diseñaría logotipos para bandas de rock, así como libretos ilustrados para músicos experimentales. Patrick Woodrofe hizo también una incursión en el cine, como artista conceptual de la segunda parte de La Historia Interminable (1990).
Aunque podríamos enmarcar su estilo dentro del surrealismo fantástico, muchas de sus obras pueden considerarse pura ciencia ficción. Su meticulosidad y perfeccionismo son características fundamentales de su obra, algo que, unido al surrealismo, hace que contemplar sus inquietantes pero bellas ilustraciones sea toda una experiencia.
Aquejado por una rara enfermedad degenerativa, Patrick Woodroffe perdió al final de su vida su capacidad para pintar, algo que no deja de ser toda una ironía en alguien que produjo obras de arte tan maravillosas y sugerentes.
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.