MEGABANNER

Lost In Space, de Netflix, Episodios 1x01 y 1x02. La Crítica

Tras los buenos resultados que está cosechando Netflix con la ciencia ficción (Stranger Things, Altered Carbon, Extinction) se han animado a traer a la actualidad una serie que, si bien pocos de nosotros la hemos visto, a casi todos nos debe sonar. Se trata de Perdidos en el Espacio, las aventuras de la familia Robinson, compuesta por unos padres separados y tres hijos, los cuales consiguen un puesto en una nave espacial que busca colonizar otros planetas. Sin embargo, la ruta esperada no se cumple y acaban teniendo un accidente que les lleva a aterrizar en un planeta de un sector desconocido del cosmos. Los problemas que deberán enfrentar los Robinson acaban de empezar. 

Lost In Space

Si bien los dos episodios que hemos podido ver gracias a la gentileza de Netflix demuestran que no parecen haber escatimado en medios, me temo que lo mostrado carece de casi todo lo demás que debe tener una serie para que nos enganche. Si en vez de dos capítulos hubiera tenido que ver cinco, no lo hubiera hecho. La familia protagonista se ve tan irreal como irritante. Los padres muestran una relación tensa desde el principio, debido en gran parte a su condición de matrimonio separado. En unos no demasiado esclarecedores flashbacks, vemos como  Maureen Robinson (Molly Parker) está molesta porque John (Toby Stephens) no pasa tiempo con sus hijos debido a su trabajo en el ejército. El tópico de la madre irritada y el padre que quiere reconciliarse mil veces visto. El problema es que cuando conoces a los niños, entiendes que el hombre prefiera ausentarse. Dos hijas adolescentes sin chispa ni química alguna van pululando sin generar más que hastío a lo que lo estamos viendo. Los flashbacks que intentan presentarnos a la familia fallan al intentar generar interés por ellos. El que tiene algo parecido al carisma es el padre y haciéndole un favor. La falta de química entre los actores que supuestamente forman una familia en una serie que se basa en lo que les sucede es letal para la audiencia. No es tan difícil conseguirlo. Recientemente en The Gifted, en el piloto ya consiguen hacer que empatices con la familia sin que la serie sea una obra maestra. Aquí no hay manera. 

Lost In Space
UNA PELIGROSA EXPEDICIÓN QUE PADRE E HIJO SE TOMAN COMO UN PASEO POR EL PARQUE

El comportamiento tan absurdo e incomprensible de los protagonistas, empezando por los padres, al llegar a un planeta desconocido, remata la serie. El planeta al que llegan me ha recordado a la genial película infantil Zootropolis. Una parte helada, otra boscosa, otra desértica... unas pegadas a otras. Tras muchas explicaciones técnicas, y tanta ciencia, los protagonistas no parecen tener miedo a nada en un planeta del que nada saben. He visto familias más precavidas yendo a tomar el sol a la playa. Después, empiezan a aparecer una serie de peligros que van acechando a distintos miembros de la familia, que se solucionan de tres maneras principales: saltándose cualquier lógica espacio tiempo, con ocurrencias de los más pequeños que sus padres deberían saber mejor que ellos, o porque uno de los hijos se hace el héroe y toma decisiones por su cuenta. Es el caso de ir a buscar un material a pie a una distancia imposible en un cortísimo espacio de tiempo.

ES MÁS FÁCIL IR POR UN BOSQUE DE ESE PLANETA QUE POR ALGUNAS CARRETERAS TERRÍCOLAS

Otra cosa que choca es la irresponsabilidad de unos padres al dejar solos a hijos menores, cuando lo más recomendable sería ir juntos a todos lados y no poner en riesgo gratuito a unos por salvar a otros. ¿Qué problema tienen en ir a la vez? Si les paso algo, muy probable dadas las circunstancias, mejor irse todos juntos que morir solos y abandonados de hambre y frío.

Pero si por algo es famosa la serie clásica de los 60s es por la relación entre el robot y el niño, Will. No, no nos falta el robot. La forma en la que se conocen es confusa, mal presentada y sin demasiado sentido. Como si de una criada se tratase, se pega a Will para satisfacer todos sus deseos, y los de su familia. Encima, como son tan desagradables, el robot se lleva hasta muestras de desprecio. Ya digo que esta familia no hay por donde cogerla. No sólo les salva la vida apareciendo en el momento justo de la nada y proporcionando todo lo que van necesitando. Da la sensación de que se va a poner a cocinar en cualquier momento para ellos con una cofia. Parece que han llegado al planeta de los robots sirvientes. Que suerte...

DON CREE QUE SE SOBREVIVE COMPORTÁNDOSE COMO UN LIGÓN EN UN BAR

A esta familia se une una superviviente, que parece ser una vividora, proveniente como ellos de la nave en la que todos escapan de la Tierra. Su periplo tampoco está muy bien llevado y no nos suponen sus andanzas un alivio respecto a esta inefable familia. Diálogos absurdos en la situación que viven, Don (Ignacio Serricchio) y la Dra. Smith (Parker Posey) llegan a un planeta extraño y dan por sentado que pueden respirar allí sin que sea tóxico, no se maravillan o sorprenden por lo que ven, si hay vida, qué van a comer... Se dedican a tontear y a criticar profesiones como si pasearan por el parque.

La belleza de algunos paisajes, perfectamente terrícolas en su mayoría, sería lo más destacable de la serie, así como a su excelente diseño de producción, los efectos visuales y el cuidado vestuario. Desgraciadamente, no es suficiente para seguirla. Siendo el protagonista un niño y un robot, quizás dirigirla más claramente al público infantil habría sido más provechoso. Lo malo es que no lo han hecho así, tocando temas que no son para ellos pero sin terminar profundizando en nada para enganchar a un público adulto. Quizás termine encontrando su público pero me cuesta imaginar cómo ha de ser éste. 

Publicar un comentario

0 Comentarios