Escribir una crítica de una película perteneciente a una saga como la de Star Wars, la cual uno lleva muy cerca del corazón, es siempre complicado. Ser ecuánime, moderado y dejar de lado apasionamientos y fanatismos al analizar un film de la franquicia que creara George Lucas implica un esfuerzo que no todas veces tiene éxito. Yo lo voy a intentar aquí.
Tras la grata sorpresa que supuso Rogue One: Una Historia de Star Wars (2016), dejando el listón de la franquicia bastante alto, llega Rian Johnson (Looper, Breaking Bad), a cargo tanto del guion como de la dirección de Los Últimos Jedi, labores que no repetirá en el Episodio IX, del que se ocupará de nuevo J.J. Abrams. Sin embargo, parece que Johnson sí será el encargado de la nueva trilogía que ya planea Disney... al menos hasta que los altos ejecutivos de la compañía valoren el resultado en taquilla de esta octava película.
No hay que engañarse: Star Wars siempre ha sido, y será, un valor seguro en taquilla. A pesar de que ahora mismo la puntuación dada por el público en Rotten Tomatoes es sensiblemente inferior a la que le da la crítica, Los Últimos Jedi difícilmente supondrá un fracaso. El film de Rian Johnson no es una mala película, al contrario: es divertida, tiene momentos emotivos, acción, buenos efectos visuales, grandes villanos, grandes héroes... Además contiene una buena dosis de homenajes a la trilogía original, con escenas prácticamente calcadas de El Retorno del Jedi o El Imperio Contraataca.
En realidad, estamos asistiendo a una especie de reboot encubierto de la saga Star Wars dirigido a despertar el interés de las nuevas generaciones. Si en El Despertar de La Fuerza Abrams utilizó la plantilla del Episodio IV, en esta película Johnson mezcla, con más o menos acierto, depende del momento, elementos del Episodio V y VI, incluso alguno de las precuelas de Lucas, como el casino de Canto Bigh al que viajan Finn y Rose.
Pero, ¿dónde está el límite entre el reboot y el refrito? En mi opinión, el guion de Johnson bordea peligrosamente esa difusa frontera, no solamente porque, como he dicho, copia casi escenas completas de películas anteriores a modo de homenaje o guiño a los fans más veteranos, sino porque la trama en sí recuerda bastante a lo ya visto. De nuevo tenemos la huida de los rebeldes de una base acosada por la Primera Orden, la división de la acción y de los protagonistas no en dos subtramas, sino en tres, la enseñanza (bueno...) de los caminos de La Fuerza al pupilo, el derrocamiento del líder por su discípulo más aventajado, la conexión mística entre ciertos personajes... Pero, si no estuvieran esos elementos, no sería una película de Star Wars, ¿no?
Sin embargo, aunque Johnson utiliza lo que podríamos calificar como "lugares comunes" de Star Wars, les da la vuelta de una manera que muchos no van a comprender ni tolerar. El director de Looper, prácticamente, tira por la borda todo lo establecido en el episodio anterior, dejando al espectador descolocado. Donde se dijo esto, ahora se dice aquello, tirando por tierra todas las teorías que se habían conjeturado acerca de los personajes hasta este momento. ¿Quiénes eran los padres de Rey? ¿Quién es realmente el líder Snoke? ¿Va a entrenar Luke a Rey como jedi? Ninguna de las respuestas a esas preguntas, o la propia ausencia de respuesta, va a agradar a muchos de los que vean la película. Johnson ha jugado al despiste con su película, poniendo patas arriba lo establecido hasta ahora, incluso desechando personajes que parecían que iban a jugar un papel importante en el último episodio de la saga.
En realidad, estamos asistiendo a una especie de reboot encubierto de la saga Star Wars dirigido a despertar el interés de las nuevas generaciones
Este giro de timón de Johnson, que a priori no debería ser algo negativo, es llevado a cabo de un modo algo brusco. No deseo entrar en spoilers hasta el final de esta crítica, así que dejaré esos temas concretos para el final, pero ya avanzo que no van a dejar indiferente a los aficionados más puristas. A grandes rasgos, el director y guionista tira de la comicidad en ciertas escenas y con ciertos personajes, llegando a chocar incluso al espectador. Johnson desmitifica, y casi me atrevería a afirmar que ridiculiza, situaciones y comportamientos que se suponían inalterables. Uno de esos momentos desmitificadores es la escena en la que Rey entrega el sable de luz a Luke y la reacción de este. O el marcado tono paródico del personaje que interpreta Domhnall Gleeson, el General Hux. La película está plagada de situaciones como estas, en las cuales Johnson deconstruye el Universo Star Wars de toda la vida y le da la vuelta. ¿Que esto enfadará a los fans más estrictos? Ya lo están, se puede comprobar en Rotten Tomatoes, IMDb y otras webs.
Personalmente, y como alguien que se ha criado viendo estas películas, Los Últimos Jedi me ha parecido una buena película, con fallos, pero un buen film en general. No es lo que podríamos encuadrar como una entrega dentro del canon de Star Wars, pero se le acerca bastante. Sí le achaco ciertos momentos de vergüenza ajena, como la supuestamente divertida escena del principio entre Hux y Poe Dameron, bastante prescindible, sobre todo teniendo en cuenta que abre la película.
Otro elemento negativo de la película es su excesiva duración, a lo que debemos sumar la caída de ritmo, sobre todo en su parte central. Dividir la acción en tres escenarios distintos puede resultar, pero solo si los que protagonizan las distintas subtramas nos interesan por igual, o estas en sí aportan algo a la trama principal. Esto no ocurre aquí. Básicamente, la trama principal se divide en tres secundarias: Rey y Luke en la isla, Finn y Rose en el casino y los rebeldes huyendo de la nave de Snoke. De estas tres subtramas, la más prescindible es la de Finn y Rose la cual, finalmente, no aporta nada a la resolución final de la película.
La subtrama de las naves rebeldes escapando del destructor de la Primera Orden, aunque más potente que la del casino de Canto Bight, también está algo falta de fuerza. En primer lugar, me dio la impresión de estar viendo un episodio de Galáctica más que Star Wars. Además, todo el tema del destructor calamariano de los rebeldes y la persecución por las fuerzas imperiales está lejos de estar bien explicado, desde su inicio hasta su final, aunque habría que recurrir a spoilers para analizarlo más profundamente.
En cuanto a la parte de Luke y Rey en el planeta Ahch-To, aunque más interesante que las otras dos subtramas, también se alarga demasiado. Para colmo, no se ofrecen las respuestas que todos estábamos esperando, sino que se cuela algún que otro momento anticlimático o directamente jocoso. A pesar de ello, es interesante ver el giro que Johnson imprime a la personalidad de Luke, un nuevo Yoda gruñón reacio a enseñar a un nuevo alumno los caminos del lado luminoso de La Fuerza. No es lo que muchos esperaban pero, al fin y al cabo, es una evolución del personaje que ya tocaba.
En resumen, Star Wars: Los Últimos Jedi, sin llegar a ser un peliculón, no es tampoco un film fallido. Rian Johnson rinde homenaje a la trilogía clásica en muchos aspectos, quizás demasiados, aportando su particular punto de vista sobre este universo, un punto de vista que incomodará a algunos y enfadará directamente a otros. Y ahora, sin más demora, entramos en el terreno de los SPOILERS que expondré en forma de puntos con preguntas sin respuesta:
- ¿Por qué a algunos le ha molestado tanto el momento en el que Luke desprecia el sable láser que le ofrece Rey? ¿Un homenaje a la escena de El Imperio Contraataca en la que Yoda tira por los suelos las provisiones y herramientas de Luke?
- ¿Por qué Rian Johnson mete con calzador el chiste infantil de la conversación de Poe Dameron y Hux justo al principio de la película?
- ¿Cómo es capaz de perseguir las naves de la Primera Orden a las de los rebeldes por el hiperespacio cuando, en teoría, eso no era hasta esta película posible?
- ¿Por qué la nave de guerra imperial no aborda el destructor calamariano y juega al gato y al ratón con los rebeldes?
- ¿Por qué el director tira tanto de primeros planos, desperdiciando el potencial que tiene la saga Star Wars para la espectacularidad?
- ¿Por qué una elección de casting como la de Laura Dern como líder rebelde, cuando parece de todo menos eso? ¿Un guiño de Johnson a la posibilidad que tuvo David Lynch, director que tiene como una de sus musas a Dern, de haber dirigido El Retorno del Jedi?
- ¿Desde cuándo en Star Wars los blasters tienen una posición de aturdir, como en Star Trek?
- ¿Por qué Johnson se atreve con un momento como el de la resurrección de Leia en pleno vacío del espacio, cuando la escena queda tan chirriante en pantalla?
- ¿Cómo es posible que Kylo Ren y Rey se puedan comunicar mentalmente a través de millones de años luz y emplee con tanta maestría La Fuerza si la chica es, según palabras del villano, una don nadie hija de unos chatarreros borrachos?
- ¿Para qué la escena en la que Rey se cae en el agujero del Lado Oscuro, cuando en ella no se revela absolutamente nada?
- ¿Por qué Lucas se empeñó en usar el CGI para recrear a Yoda en las precuelas cuando era evidente, como se ve en Los Últimos Jedi, que como la marioneta movida por Frank Oz, no hay nada?
- ¿Por qué Johnson descarta tan alegremente un personaje como la capitana Phasma (Gwendoline Christie), apenas cinco minutos después de aparecer en la película?
- ¿Por qué me importan tan poco los personajes de Rose Tico y Finn? ¿Por qué se nota tanto la cuota racial?
- ¿Por qué desaprovecha Johnson la gran oportunidad de hacer que Rey se una a Kylo Ren en el Lado Oscuro, haciendo menos previsible la parte final de la película y, de paso, estableciendo un gran cliffhanger de cara al Episodio IX?
- ¿Por qué los planos del interior de las naves de la Primera Orden parecen tan abarrotados de material, naves y soldados?
- ¿Por qué el dispositivo que tienen que desconectar Finn, Rose y DJ se parece tanto a un condensador de fluzo (o flujo), el reactor del DeLorean de Regreso al Futuro?
- ¿Por qué la muerte de Luke es tan anticlimática?
- ¿Por qué da la impresión que los rebeldes que quedan vivos son apenas veinte personas?
- ¿A qué viene a poner unos chiquillos a los que no conocemos de nada ni han tenido un papel relevante en la historia en la escena final?
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