La Cosa del Pantano: La Muerte No Descansa, de Len Wein y Kelley Jones. La Crítica

Publicado a finales del pasado año por ECC Ediciones, el volumen La Cosa del Pantano: La Muerte No Descansa recoge la miniserie que abre paso a una nueva etapa del grotesco personaje de DC Comics. Esta serie limitada de seis números, escrita por Len Wein —toda una leyenda viviente y co-creador del personaje— y dibujada por el siempre genial Kelley Jones, aprovechó el pasado evento de DC Convergencia para retomar la senda original pre-Flashpoint de La Cosa del Pantano; unas senda, dicho sea de paso, que la editorial nunca debió abandonar.

Con un inicio clásico, en el que un narrador en tercera persona nos cuenta de manera concisa el origen del monstruo, vemos en las viñetas creadas por Jones lo que nunca debe faltar en un cómic de La Cosa del Pantano: a este luchando con un caimán. Sin embargo, la lucha no es a muerte, como buen avatar de la naturaleza que es Alec Holland. Tras esta pelea entre animal y monstruo, diversos personajes, como el Fantasma Errante o Shade, empujan a nuestro héroe a verse involucrado en un extraño suceso sobrenatural, zombie de por medio incluido.

Tras esta primera historia de dos números, el atribulado Dr. Holland se embarca en una nueva aventura —a primera vista sin conexión con la primera—, de nuevo inaugurada con una pelea, esta vez no con un caimán, sino con una gigantesca serpiente de los pantanos. La lucha es abruptamente interrumpida por Matt Cable, y La Cosa del Pantano se enfrenta a una sorprendente revelación: su gran amigo ha encontrado una cura que le devolverá su forma humana. De nuevo Wein tira de los personajes más icónicos de la parte oscura del Universo DC, como una sensual Zatanna Zatara, Deadman, Espectro o uno de los villanos más icónicos del personaje, Anton Arcane.

El arte de Kelley Jones, perfecto para este tipo de historias macabras, sabe recoger perfectamente la atmósfera tétrica del guion de Wein. Hay que destacar el colorido de Michelle Madsen, algo sin lo que los dibujos de Jones no tendrían las cualidades que los hacen únicos.

La historia no es nada complicada de seguir —no confundir con simplona—, y puede ser leída incluso por un lector que no tenga conocimientos acerca de estos personajes. Es lo que tiene que alguien como Len Wein, co-creador del personaje junto a Berni Wrightson, esté a los mandos de un cómic de La Cosa del Pantano.

En definitiva, estamos ante un cómic que solamente por el extraordinario trabajo de Kelley Jones a los lápices ya merecería estar en nuestra estantería. Pero si a ello le unimos una historia entretenida, de reminiscencias pulp, con personajes invitados del lado oscuro del Universo DC y escrita con un estilo que bordea deliciosamente lo anticuado—aunque esto moleste a algunos lectores "enamorados" de la nueva forma de narrar de autores más actuales—, La Muerte No Descansa merece figurar, puede que no entre las mejores historias del personaje, pero si entre aquellas que valen bastante la pena leer.