Reconozco que, a pesar de ser un gran fan del cómic europeo, nunca me había sentido atraído por las historias de Lucky Luke. Creado por el dibujante y guionista belga Maurice de Bevere, más conocido por el sobrenombre de Morris, este particular vaquero comenzó su andadura el 12 de junio de 1947, en el número 478 de la revista de cómics Spirou. Gran amante del cine, Morris se inspiró en los grandes clásicos del western para sus historias, algo que no cesa de dejar claro en la infinidad de detalles, guiños y personajes prototípicos de este género que introduce en sus viñetas. Gracias a la editorial Planeta DeAgostini he podido leer los tres primeros volúmenes de su Colección 70 Aniversario de las aventuras de Lucky Luke, tres divertidísimas historias publicadas originariamente en 1960 y 1968.
Si hay algo que la lectura de estos tres tomos ha dejado en evidencia es que nunca es tarde para descubrir un personaje del cómic como Lucky Luke. Este vaquero intemporal, mezcla de tantos y tantos actores que han plasmado este prototipo de héroe en la gran pantalla, es capaz, con la flema que le caracteriza, de rellenar páginas y páginas con sus aventuras. Acompañado de su caballo Jolly Jumper —quien también tiene líneas de diálogo, aunque solo el lector sea consciente de ello—, Lucky Luke va deshaciendo entuertos por poblaciones y llanuras del Oeste, topándose con los más variados personajes.
La simbiosis Morris-Goscinny (creador este último de Astérix el Galo) es el perfecto ejemplo de como dos autores de gran calado pueden colaborar para parir historias ingeniosas y divertidas, iluminadas por unos dibujos de trazo ágil pero muy detallados. Morris es capaz de captar a la perfección las características más sobresalientes de los personajes que crea Goscinny gracias a su maestría para la caricatura. Morris, de esta manera, individualiza cada personaje de los cómics de Lucky Luke haciendo que seamos capaces de reconocerlos viñeta tras viñeta sin dificultad.
GOSCINNY (A LA IZQUIERDA) Y MORRIS |
En estos tres primeros tomos de la colección de Planeta DeAgostini —La Fuga de Los Dalton, La Diligencia y El Pie Tierno— disfrutamos de unas historias que, a la par que divertidas, nos cuentan también una parte de la historia real del Oeste Americano. Desde el servicio de diligencias de la compañía Wells, Fargo & Co. hasta como eran recibidos en el Oeste los extranjeros, vemos como cualquier pasaje de este periodo de la historia de Estados Unidos es transformado por Morris y Goscinny en divertidas y bien documentadas historias. De esta manera, las historias de este vaquero van más allá de lo cómico, y nos descubren un Far West que, en cierto modo, si que existió, no solo en la imaginación de un belga y un francés.
El primero de los volúmenes de la colección, La Fuga de Los Dalton, está centrado en unos bandidos que son la verdadera némesis de Lucky Luke. Más allá de la comicidad de las situaciones plasmadas en este cómic, hallamos una historia verdaderamente inteligente y bien hilvanada en la que Los Dalton son capaces, a pesar de su proverbial torpeza, de poner en serios aprietos al héroe.
PÁGINA DE LA EDICIÓN EN FRANCÉS DE LA FUGA DE LOS DALTON |
La Diligencia, la historia contenida en el segundo tomo de esta extraordinaria colección, se basa libremente en la película de John Ford del mismo título de 1939. De las tres historias, es la que me ha resultado más divertida, llegando incluso a transformar la sonrisa en carcajada. La especial habilidad de Morris para la caricatura y su creación de prototipos es el primer ingrediente de un cóctel completado por los chistes recurrentes de Goscinny, como el de las patatas con tocino.
En El Pie Tierno, tercero de los volúmenes de la colección de Planeta DeAgostini, vemos como Morris y Goscinny explotan una anécdota real para desarrollar su historia cómica: las bromas pesadas a las que eran sometidos los emigrantes que llegaban al Oeste Americano buscando una nueva vida. En esta ocasión, Lucky Luke hará las veces de guardaespaldas de un noble inglés que acude al Oeste para recibir una herencia. Aunque algunas de las situaciones nos parezcan grotescas o exageradas, se basan en hechos y costumbres reales de aquella época, subrayando el trabajo de documentación que existía detrás de la obra de estos autores.
Al final de cada tomo, como complemento, varios artículos diseccionan la obra de estos dos grandes autores, analizando desde su narrativa gráfica hasta su trayectoria profesional. Además, se recogen pasajes de la historia del Oeste y sus personajes, fuentes de inspiración inagotable para Morris y Goscinny. Sin duda alguna, son contenidos que ponen en situación al lector de la colección para comprender mejor estos cómics, a la vez que nos hacen valorarlos como se merecen.
VIÑETAS DE LA PRIMERA PÁGINA DEL CÓMIC LA DILIGENCIA |
La Colección 70 Aniversario de Lucky Luke no solamente es recomendable para los más lectores más jóvenes; también los adultos hallarán en ella temas de fondo a poco que rasquen bajo su superficie cómica y desenfadada. Aunque a censura francesa de la época no permitía a los autores expresar todo lo que hubiesen querido —estos pensaron, por ejemplo, introducir a una prostituta de saloon en su historia La Diligencia— el lector experimentado sabrá encontrar los suficientes detalles en los cómics de Lucky Luke como para hacer de su lectura un verdadera placer.
En definitiva, estamos ante una obra imprescindible, una cuidada edición de las aventuras de uno de los personajes más famosos de la historieta europea. Ediciones en castellano de Lucky Luke ha habido muchas, pero la de Planeta DeAgostini reúne unas características y unos estándares de calidad como pocas lo han hecho. Sin duda alguna, una colección que todo aquel que se considere un amante de los cómics debería tener en el lugar más privilegiado de su estantería.
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