La reciente lectura del reboot en España de los cómics de Archie me ha animado a ver esta nueva serie que se basa en ellos aunque de una manera muy libre. Si, tenemos a un pelirrojo atractivo que se llama Archie (K.J. Apa); tenemos a dos chicas, Betty (Lily Reinhart) y Verónica (Camila Mendes), que suspiran por él; y un instituto llamado Riverdale. Tampoco falta Jughead por allí, ni las Pussycats. Pero el optimismo e inocencia que desprenden las viñetas de Archie no han aparecido por este piloto. Los puristas del cómic notarán desde la primera escena que este pueblo de Riverdale parece estar en una dimensión bastante diferente, y posiblemente les decepcione. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que al resto no les merezca la pena pasarse por allí. Os cuento ahora por qué puede merecer la pena este subversivo Archie.
No sabía que esperar de la serie, ya que había leído que la historia principal giraba en torno a un asesinato, algo bastante alejado de lo que se supone que va Archie. Sin embargo, una vez visto el piloto todo tiene más sentido. La serie comienza con un misterio en el pueblo: la muerte de uno de los gemelos Blossom. Comienza el curso escolar y vamos conociendo a los protagonistas y las relaciones entre ellos.
La serie está enfocada con seriedad, quizás demasiada para mi gusto. Al fin y al cabo, en un instituto pasan cosas alegres y tristes, pero los jóvenes parecen estar demasiado serios para la edad que tienen. Por lo demás, rápidamente entramos en harina: Betty llega nueva al instituto y rápidamente repara en Archie. Debo decir que la actriz que la interpreta carece del carisma y belleza suficientes para representar de una manera acertada a un personaje icónico de los cómics, quien se supone es todo un sex symbol en el instituto. Tampoco el casting de Betty ha dado en el clavo, ya que el encanto que se le supone a la chica y la personalidad fresca y espontánea tampoco acabo de verlos. Ella y Archie no transmiten la amistad y la química que, según dicen, tiene con él de toda la vida.
Los puristas del cómic notarán desde la primera escena que este pueblo de Riverdale parece estar en una dimensión bastante diferente, y posiblemente les decepcione.
La serie está enfocada con seriedad, quizás demasiada para mi gusto. Al fin y al cabo, en un instituto pasan cosas alegres y tristes, pero los jóvenes parecen estar demasiado serios para la edad que tienen. Por lo demás, rápidamente entramos en harina: Betty llega nueva al instituto y rápidamente repara en Archie. Debo decir que la actriz que la interpreta carece del carisma y belleza suficientes para representar de una manera acertada a un personaje icónico de los cómics, quien se supone es todo un sex symbol en el instituto. Tampoco el casting de Betty ha dado en el clavo, ya que el encanto que se le supone a la chica y la personalidad fresca y espontánea tampoco acabo de verlos. Ella y Archie no transmiten la amistad y la química que, según dicen, tiene con él de toda la vida.
Quizás sea el casting de Archie sea el mayor acierto de la serie, ya que sí transmite ese aura de chico atractivo, bueno e inocente por el que suspiran las chicas. Sin embargo, este Archie ya tiene en el punto de mira (y de otras cosas) a otra chica bastante menos conveniente. Otro salto cualitativo desde el cómic.
UNA PAREJA QUE DIFÍCILMENTE SERÁ ICÓNICA |
La trama del asesinato tiene su interés y es evidente que la van a ir desgranando poco a poco. La familia de los chicos también tiene su peso y se ve que tendrán sus propias historias, queriendo abarcar por tanto más público que el adolescente. Como curiosidad, el padre de Archie es Luke Perry interpretando a un hombre de la edad que ya tenía en Beverly Hills 90210...
La ambientación es buena y muy cuidada. Para ser una serie que transcurre en un instituto con los típicos actores más creciditos de lo normal y los inevitables personajes estereotipados, cumple con creces. De hecho, me ha sorprendido que siendo una serie de Greg Berlanti (Arrow, The Flash), esta serie me resulte más adulta que la mayoría de las que realiza de superhéroes.
Al menos hay escenas de sexo, aunque más sutiles de lo que anunciaban.
Este piloto entretiene y se ve con agrado, pero no olvidemos su temática, de manera que el aire de culebrón está presente. No pasa nada, salvo que el trío amoroso protagonista no acaba de tener la química que debiera y es un fallo bastante importante. Salvando esa desafortunada circunstancia, la serie tiene potencial para entretener e ir ganando peso y simpatía con los personajes... o para ir perdiendo fuelle.
De momento le voy a dar una oportunidad a ver cómo se va desarrollando, pero está por ver que consiga ir desarrollando tramas e historias que no acaben tirando a tramas exageradas a lo gossip girl y consigan ofrecer algo realmente diferente al resto de series centradas en adolescentes.
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