Precedida por la polémica generada por las supuestas semejanzas con la serie española El Ministerio del Tiempo, decidí darle una oportunidad a Timeless, de la cadena norteamericana NBC. He de aclarar que no he visto El Ministerio del Tiempo por lo que no voy a basar mi crítica de Timeles en las coincidencias de ambas series, si es que las hay realmente, lo cual dudo mucho.
Timeless nos narra las aventuras de un soldado, una historiadora y un ingeniero informático a través del tiempo, específicamente a lo largo de momentos clave de la historia americana. Como no, hay un villano, García Flynn, al que da vida Goran Višnjić (Urgencias). Hace unos días, la cadena ordenó la producción de 3 episodios adicionales, completando la primera temporada con 16, un indicio de que el show probablemente será renovado.
Timeless no deja de ser un procedimental, un género que el espectador norteamericano adora pero que a mi me resulta algo cansino. Sin embargo, sorprendentemente, me he encontrado con una serie amena, divertida, de excelente factura visual y, lo más importante, que no te toma por tonto.
Abigail Spencer interpreta a Lucy Preston, una profesora de historia que, sin apenas tiempo para pensárselo, se ve envuelta en un extraordinario proyecto secreto de viajes en el tiempo. Creado por un empresario al más puro estilo Elon Musk solo que afroamericano, el dispositivo de viaje temporal es robado por un terrorista (Višnjić), quien se propone cambiar el pasado con objetivos nada claros. Junto a Lucy viajará Logan (Matt Lanter), un Delta Force, y Rufus (Malcolm Barrett), el único que al parecer puede pilotar el ingenio cronal.
El episodio piloto se desarrolla bastante rápido, sin apenas preámbulos, y casi sin darnos cuenta asistimos al viaje de los tres protagonistas al 6 de mayo de 1937, la fatídica fecha del accidente del Hinderburgh que puso fin al reinado de los dirigibles de hidrógeno. La producción de la serie está bastante cuidada, con una ambientación creíble y unos efectos visuales convincentes; se nota que se han gastado bastante dinero, lo que no siempre ocurre en series de este tipo.
Rufus, uno de los protagonistas, es afroamericano, lo que provoca ciertas situaciones racistas que añaden más credibilidad a una historia que no deja de ser absolutamente fantástica. No en todas las series americanas se sabe conjugar la introducción de personajes de raza negra con el marco temporal en el que son inscritos, dando lugar a anacronismos raciales. Esto no sucede en Timeless, es más, el racismo es usado como un elemento más de la trama y también para introducir algún chiste sobre la "invisibilidad" de los negros.
Aunque la estructura del episodio es de un procedimental fantástico puro, hay una trama de fondo, la de "Rittenhouse", que promete extenderse a lo largo de estos primeros 16 capítulos. De esta manera Timeless logra mantener el interés por partida doble: episodio a episodio, y con la trama de fondo de la temporada.
Series sobre viajes en el tiempo han habido muchas a lo largo de los últimos 50 años. Timeless viene a sumarse a ellas explorando los efectos de las paradojas y las ondas que provoca cualquier alteración en el pasado, como las que sufre la pobre Lucy Preston en carne propia. La serie de NBC, sin mucho ruido mediático, ha logrado convencer a crítica y público: el piloto tiene un 84 % en Rotten Tomatoes y un 83 % otorgado por la audiencia. Eso sí, no esperéis demasiada profundidad ni en los diálogos ni en el retrato de los personajes, pretendiendo más que nada entretener, cometido principal de un producto así.
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