Siempre es una buena noticia que una novela o relato de ciencia ficción salte del papel a la gran pantalla. Y si ese relato corto o novela contiene toda una serie de grandes ideas y cuestiones trascendentales que son efectiva y hábilmente trasladadas al celuloide, el resultado puede ser una película como Arrival, o La Llegada, como ha sido titulada para su estreno en España.
Basada en un multigalardonado relato corto del escritor Ted Chiang "La Historia de tu Vida", el cual leí hace ya un par de años, La Llegada nos cuenta una de los argumentos quizás más repetidos de la historia del cine: el aterrizaje en la Tierra de naves alienígenas. En este caso sin embargo, la historia que nos narra el director Denis Villeneuve (Prisioneros) se aleja de lo que habitualmente acostumbramos a ver en este tipo de películas, y se centra en algunas grandes cuestiones también presentes en el relato de Chiang.
Entrar a hablar aquí de esas cuestiones sería arriesgarme a destripar la historia que nos cuenta La Llegada, aunque no es eso lo que pretendo. La cinta entra dentro de la órbita de toda una serie de películas de ciencia ficción en las que se nos ponen sobre la mesa grandes temas que permanecen en nosotros cuando se encienden las luces de la sala de proyección. De esta manera, La Llegada se aparta del cine de ciencia ficción convencional, más cercano a la acción que a otra cosa, convirtiéndose en un excelente ejemplo de como enfocar este tipo de género.
La película, aunque evita la pirotecnia, es espectacular... pero intimista a la vez. La representación de las naves así como el aspecto de las criaturas entra de lleno en el cine de ciencia ficción que estamos habituados a consumir: a lo grande, grotesco y exagerado. Sin embargo, esa espectacularidad, más que decorativa, se utiliza como un instrumento más de la historia, ayudando a crear una atmósfera, a medias entre la tensión y la melancolía.
Y es que La Llegada es, aparte de un film de ciencia ficción "hard", una película emotiva, aunque sin caer en el sentimentalismo. La interpretación de Amy Adams, su protagonista, ayuda enormemente a entender la historia y a que cale en nosotros, una historia que no es sencilla pero que fluye ante nuestros ojos sin necesidad de muchas explicaciones. Al fin y al cabo, La Llegada nos cuenta una historia pequeña, unas vivencias enmarcadas en unos sucesos que trascienden a los propios protagonistas, de ahí el enorme interés de esta película.
La Llegada parece ser una nueva entrega de una tendencia que, esperemos, logre asentarse en la industria de Hollywood. Esa tendencia responde a una idea según la cual una producción de ciencia ficción inteligente no tiene por qué ser aburrida para el gran público si se sabe aderez adecuadamente. Es una apuesta arriesgada, lo se, pero merece la pena intentar ofrecer mejores historias y más elaboradas a un público que ansia que no le tomen por tonto.
No puede decirse mucho más de esta película salvo recomendar encarecidamente su visionado. Si cabría añadir que La Llegada se aparta afortunadamente del pesimismo que suele impregnar este tipo de cintas de ciencia ficción, centradas habitualmente en como somos masacrados por una raza alienígena superior. La cinta de Denis Villeneuve, en cambio, sabe transmitir un mensaje de esperanza en unos tiempos en los que la esperanza es, precisamente, lo que más necesitamos.
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