BATMAN: GUERRA CONTRA EL CRIMEN, DE PAUL DINI Y ALEX ROSS. LA CRITICA

El nombre de Paul Dini es bien conocido por todo aquel que se quiera considerar fan del hombre murciélago. No solo es responsable de las que probablemente sean las mejores series animadas del personaje, Batman The Animated Series y Batman Beyond, sino que también ha tenido sus escarceos en el cómic, y esta obra, Guerra Contra el Crimen, es un buen ejemplo de lo bien que se le da también este medio.

Guerra Contra el Crimen es una historia autoconclusiva que define de una manera magistral la idea que representa a Batman. En los tiempos que estamos en los que se intenta innovar a base de eventos, recuperar este cómic es todo un acierto. Dini no necesita más que reflexiones del propio Batman/Bruce Wayne para contar todo lo que necesita. Si bien es un recurso que no puedes usar eternamente, ya que para evitar eso precisamente se inventó a Robin, en Guerra Contra el Crimen queda perfecto. La manera en que nos sumergimos en todo lo que el cómic ofrece es impactante gracias a ello. Y eso que el tomo que nos ocupa es bien sencillo en apariencia: una sencilla historia de un chico que comparte circunstancias con el origen de Batman, pero bien alejado de las oportunidades económicas de las que disfrutó Bruce. Las decisiones que toma tanto Batman como Bruce Wayne demuestran que, a pesar de que algunos tengan la idea de que Batman es la verdadera personalidad de Bruce Wayne, en realidad ambos comparten los mismos objetivos, aunque tengan distintos medios para llegar a ellos.

Es imposible no destacar en esta historia la impactante obra de Alex Ross. Su estilo pictórico que ya debéis conocer todos te sumerge de tal manera en el cómic que cuando lo terminas das por sentado que Batman existe y es tal y cómo él te lo ha dibujado. No sólo por el realismo de su estilo, sino porque se detiene a mostrarnos el daño que ha sufrido el cuerpo de Bruce indefectiblemente a lo largo de los años y que tanto evitan mostrar otros dibujantes. Este hombre no se prodiga mucho con las viñetas y si con las portadas, así que hay que aprovechar cada vez que un cómic lleva sus dibujos. El respeto de Dini por su trabajo ha hecho que las letras de las reflexiones que realiza Batman se escriban sobre el dibujo y no en los típicos bocadillos. Una decisión acertadísima. Tampoco se entretiene en ir mas allá de lo que necesitamos saber, para poder recrearnos en cada viñeta con más profundidad.

Una obra imprescindible para quienes somos fans del murciélago y perfecta para quien sólo quiera acercarse al mito sin necesidad de saber nada de la actualidad comiquera del mismo.