Existe una teoría que equipara el reboot de una saga con la reencarnación de las almas. Rápidamente podemos desechar esta idea porque los reinicios no suelen aprender de los errores de sus antecesoras y vuelven a cometer los mismos pecados o unos más graves aún. La nueva película de Spider-Man parece que va a tener este problema.
Tras descartar una película donde Peter Parker se convertía en un oscuro vengador utilizando un coche y una serie de gadgets, incluyendo un foco con su símbolo para iluminar las calles de Nueva York, y otra donde se potenciaba su lado más salvaje, donde las telarañas eran una especie de garras que le salían de las manos, se ha decidido darle una vuelta de tuerca al asunto y hacer una película del trepamuros completamente revolucionaria aunque con un planteamiento desacertado.
Se trata de un nuevo concepto, cuanto menos atípico, que consiste en ser fiel al cómic en el que se basa. Por si a los aficionados a las versiones fílmicas de los cómics no les suena de nada la palabra "fidelidad" intentaremos explicarlo con unos simples ejemplos.
Si en el final de Watchmen (AVISO: hay spoilers de la obra) un pulpo gigante falsamente extraterrestre arrasa Nueva York, en la película pasaría justamente eso mismo y no otra cosa distinta. O si Bane, un enemigo de Batman, debe su fuerza a una droga llamada Veneno, en la película sería también así y no quedaría sin explicación, como si sólo se tratase de un asiduo a los gimnasios.
Permitidme que diga que esta idea de la fidelidad al cómic es un despropósito. ¿No se dan cuenta que lo que nos gusta es que nos sorprendan? ¿No comprenden que lo que hace que vayamos al cine es la creatividad de los directivos?
Señores de Sony, podéis hacerlo mejor, dad rienda suelta a vuestra inestimable imaginación y convertid a Spider-Man en algo distinto. Podéis, no ya igualar, sino mejorar lo que los profesionales del cómic han realizado durante décadas. Queremos ver una película donde personas que no entienden el material original, ni les interesa, cambian cosas porque sí. Queremos que insulten nuestra inteligencia. Queremos, en definitiva, ver una película del arácnido que no nos recuerde para nada los buenos momentos de nuestra niñez que pasamos leyendo (y viviendo) sus aventuras. Traicionad nuestros recuerdos, por favor. Contamos con ello.
ADVERTENCIA AL LECTOR: Todo lo anterior no tiene por qué ser estrictamente real, algo muy fácil de comprobar si echáis mano de, por ejemplo, la Wikipedia. Hombres que vuelan, naves espaciales que viajan a la velocidad de la luz, muertos vivientes, dragones que hablan con acento británico, libros apócrifos escritos en idiomas alienígenas... ¿Y la realidad va a ser un freno? Cesare Perverse cree que no.
){kind=link}
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.