De la mano de David Finch y Paul Jenkins nos llega Terrores Nocturnos, dentro de la colección Batman: El Caballero Oscuro. Al dibujo (y también al guión) el fantástico David Finch, y el espectacular y detallista Ed Benes. Incluso si no tuviera guión alguno, este tomo valdría la pena sólo por la belleza de sus viñetas. Afortunadamente, no es el caso, y Terrores Nocturnos acumula más virtudes mas allá de las visuales.
El Bruce Wayne que nos retrata Finch en esta obra, tanto al dibujo como en su personalidad, es un playboy en estado puro. A diferencia de otras ocasiones, donde su papel en la vida pública parece un mal inevitable para él, aquí parece disfrutarlo enormemente. Aprovecha para dinamizar Gotham con su papel de empresario, y de camino se dedica a ligar con jovencitas alegremente. Su papel como Batman también parece divertirle más que representar una condena como en tantas otras ocasiones. Aunque esta descripción (que recuerda a los primeros tiempos de Morrison llevando el personaje) no encaje en la visión clásica del personaje, no por ello estamos ante un Batman desvirtuado o desnaturalizado. De hecho, encaja como un guante con el lujoso dibujo que ha provocado que algunos comparen esta obra con Silencio. Sin embargo, en mi opinión supera a ésta. Aunque no me encuentro entre sus detractores, soy capaz de ver que el desfile de villanos en Silencio no estaba demasiado justificado en algunas ocasiones, cosa que no ocurre en Terrores Nocturnos.
En esta historia, una droga embrutece e incrementa la fuerza y el tamaño de quien la toma: por si fuera poco, la toma la mitad de los internados en Arkham. Esto complica mucho que Batman pueda enfrentarse a todos, así que recurre a la ayuda de otros héroes. Gracias a eso, vemos a Superman, Flash o Wonder Woman desfilar por el cómic junto a miembros de la batfamilia, como (una preciosa) Batgirl, Robin o Nightwing.
A pesar del imponente dibujo, el guión tiene bastante interés y una acción muy espectacular, dando pocos respiros.
Además, a pesar de los invitados mencionados, tienen mucha presencia los elementos esenciales de Batman, tanto de su vida pública como de la privada. Alfred, Gordon, o villanos como El Joker, Dos Caras o El Ventrílocuo hacen acto de presencia. Estas figuras retratadas de una manera bastante certera hacen que a pesar de que Batman no se nos presente excesivamente serio o taciturno, su mundo se vea fielmente reflejado. De esta manera, reconocemos al personaje sin problemas, sin llegar a convertirlo en un héroe genérico como en otras ocasiones.
De hecho, lejos de ser una historia intrascendente, Batman se las vuelve a ver de una manera angustiosa con quien lo mandó a una silla de ruedas, Bane. No quiero olvidar mencionar la presencia de un personaje misterioso que nos va deleitando con su presencia a través de todo el cómic y de quien querrás saber más. O la necesidad de Gordon de visitar un psiquiatra contra su voluntad, momentos bastante bien llevados por cierto.
Un buen tomo que puede confundir por la portada, ya que si lo ves expuesto sin prestarle mucha atención, parece una reedición de La Caída del Murciélago, cosa que no es en absoluto. La única pega que le pondría es que se hace demasiado corto, y que hay personajes de los que quieres saber más. Todas los problemas sean esos.
BATMAN EL CABALLERO OSCURO: TERRORES NOCTURNO
ECC Ediciones
Edición Original: Batman: The Dark Knight 1-8 USAGuión: David Finch, Joe Harris, Paul Jenkins
Dibujo: David Finch, Ed Benes
Cartoné, 192 págs., a color
Precio: 19,50 € cómpralo por 18,52 sin gastos de envío en Generación X
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