En un movimiento decididamente arriesgado para una network como la NBC, esta estrenó simultáneamente en su web los 13 episodios de la miniserie Aquarius. Eso si, la cadena emitiría cada semana un nuevo episodio, en lo que parece una extraña mezcla entre la fórmula utilizada por Netflix y la habitual. Ambientada en 1967, en una ciudad de Los Angeles sumergida en el verano del amor y en plena ebullición de los reivindicaciones pacifistas, la miniserie se centra en Sam Hodiak, un sargento de la policía al que da vida David Duchovny (Expediente X) y su búsqueda de la hija desaparecida de un importante abogado. Ayudado por el agente encubierto Brian Shafe (Grey Damon), las pesquisas les conducirán hasta un sujeto inquietante que parece estar detrás de la desaparición: Charles Manson.
Sin duda, la posibilidad de tener al alcance de la mano todos los episodios de una temporada hace mas fácil que nos enganchemos con una serie, ya que la espera de una semana entre un capítulo y otro desaparece, con las ventajas que ello conlleva. Sin embargo, el piloto ha de engancharte... y el de Aquarius no lo hace. A priori, una serie ambientada en Los Angeles de finales de los años 60 debería ser interesante si o si, ya que tanto la época, la sociedad, la moda, las tendencias, la música, y el clima político y social serían factores suficientes para captar el interés de cualquier amante de las series. Sin embargo, este primer episodio de Aquarius dista mucho de aprovechar ninguno de estos elementos.
Ni la ambientación (pobre) ni una historia con bastante poca garra ayudan a unos protagonistas, interpretados por actores semidesconocidos a excepción de Duchovny, que poco o nada atraen al espectador. Si ello fuera poco, muchas situaciones se me antojan algo forzadas, como el que el personaje de Duchovny casualmente sea un antiguo amante de la madre de la chica abducida por la secta de Manson, o la propia facilidad con que este engatusa a sus descerebradas adeptas.
MANSON (GETHIN ANTHONY) ENGATUSA A LA JOVEN EMMA (EMMA DUMONT) |
En cuanto a las interpretaciones, el papel de Duchovny no pasa de ser el típico poli duro y de pocas palabras al que le asignan un compañero medio hippy que piensa que las normas no van con el. En cuanto al resto de personajes, poco se puede resaltar, excepto que me inunda la sensación de que tanto sus expresiones, gestos y maneras de comportarse poco tienen que ver con como lo hacía la gente en aquella época. Gethin Anthony, el intérprete del infame Charles Manson, solo hace repetir los mantras que los guionistas le han escrito, mantras que supuestamente deben convencernos de que era tan endiabladamente seductor, sobre todo con las féminas.
En definitiva, un comienzo bastante desalentador para una historia que pensaba me iba a interesar mas, un aliño poco apetitoso de camisas floreadas, polis duros con el pelo cortado a cepillo, y situaciones interesantes que se dejan sin explorar (ni explotar), mas que posiblemente por las limitaciones de la cadena que emite el show.
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