LOS VENGADORES: LA ERA DE ULTRON, DE BENDIS Y HITCH. LA CRITICA

Publicado en la colección Marvel Deluxe, Panini Cómics reedita en un voluminoso tomo Los Vengadores: La Era de Ultrón, del guionista Brian Michael Bendis, aprovechando el estreno en nuestro país de la película del mismo título con la cual, por cierto, guarda escasas similitudes mas allá del título. Publicado originalmente en 2013 en forma de crossover con varias colecciones, unidas por una historia central de 10 números, el cómic cuenta como Ultrón, tras regresar a la Tierra tras su exilio espacial, usa una estratagema para ser liberado por unos incautos villanos liderados por El Mago, de Los 4 Terribles. Tras vencer a Los Vengadores, nos encontramos con un mundo dominado completamente por la mano férrea de Ultrón, ayudado por millones de drones "ultrones", los cuales han diezmado casi completamente a los humanos, con solo un puñado de héroes que aun permanecen en pie.

ESTE PORTADA ES ALEGÓRICA. EN NINGÚN MOMENTO SE NOS CUENTA COMO ULTRÓN DERROTA A LOS HÉROES

Bendis ha usado la premisa de Ultrón conquistando finalmente el mundo en esta especie de "What if?" elefantiásico, una idea en la que al parecer nadie había caído antes que el. Los reiterados enfrentamientos entre la creación suprema (y mas mortífera) de Hank Pym y Los Héroes Mas Poderosos de la Tierra no podía acabar de otra forma, es decir, con Ultrón conquistando el mundo, algo que era a la larga lo mas lógico. El guionista se inspira en "La Era de Apocalipsis" y "Días del Futuro Pasado", de Claremont, quizás este último uno de los arcos argumentales mas originales de los cómics de mutantes, y aplica esos esquemas a esta historia. Aquí, son Spider-Man, Iron Man, Emma Frost, Hulka, Luke Cage, Susan Richards, Viuda Negra, Caballero Luna, Capitán América y Lobezno el núcleo central de héroes que permanece con vida para luchar contra esta insuperable amenaza.

ULTRÓN: LAS 20 VERSIONES DEL VILLANO DE LOS VENGADORES

Usando una plataforma temporal del Dr. Muerte que Furia custodiaba en uno de sus refugios de la Tierra Salvaje, un grupo selecto de héroes irá en busca de Ultrón, quien parece estar controlando la situación desde el futuro, un hecho que no queda aclarado en este cómic, al menos en 10 los números que conforman el evento central. Lobezno, sin embargo, tiene otros planes: matar a Hank Pym antes incluso de que tenga la idea de construir a Ultrón.

¿PARA QUÉ NECESITA ULTRÓN A LOS SUPERHUMANOS?

Aunque la historia se lee con agilidad y la premisa es interesante, quizás las prisas de Bendis por meternos en harina son excesivas, ya que se nos escatima prácticamente todo el proceso desde que Ultrón escapa de Los Vengadores en la Tierra Salvaje hasta que ya ha conquistado el mundo y la mayoría de los héroes o han muerto o han tirado la toalla. Así, tras esta gran elipsis argumental que nos habría dejado grandes momentos, al lector solo le cabe imaginarse, ayudado por ciertos detalles aportados por Bendis, como el hijo ¿pródigo? del Dr. Pym logró alcanzar su sueño de conquista y destrucción global.

La Era de Ultrón, como buen cómic de Bendis, se centra mas en las conversaciones y el estado mental de los héroes que en las escenas de acción. Bendis se decanta siempre por ofrecer a los lectores mas un retrato de las motivaciones y sentimientos de sus personajes que por describir largas escenas de batalla. Este cómic no es una excepción, y aunque hay algunas páginas en las que los héroes se esfuerzan de manera vana por contener la avalancha de Ultrón, solo sirven para acentuar la sensación de desesperación y patetismo que el guionista explorará en las viñetas siguientes mediante sus habituales conversaciones entre los protagonistas.

EL CAPI NO SE HA RENDIDO, SOLO MEDITA SU GRAN PLAN

Uno de los puntos oscuros de este cómic y que es mas complicado de entender es todo el asunto del viaje en el tiempo de Lobezno. Si el control que ejerce Ultrón desde el futuro se me antoja un deus ex machina artificioso, el viaje al pasado de Logan es algo en lo que, aun poniendo los cinco sentidos en la lectura de este cómic, no logro aprehender. Y mucho menos la aparición de la primera versión de Lobezno, la del clásico traje amarillo, un recurso usado por Bendis que tenemos que aceptar porque si, porque el lo vale. Si es de agradecer en cambio la dura elección que deben tomar estos dos Lobeznos alternativos, algo que no desvelaré aquí.

Sin embargo, y aunque la valoración del cómic se salda con una puntuación de seis sobre diez estrellas, lo que no está mal hoy día, hay algunas cuestiones que quedan sin solventar encima de la mesa. A partir de aquí, spoilers:

¿Cómo y por que Luke Cage viaja a la Tierra Salvaje tras su incursión en la ciudadela de Ultrón?
¿Por qué necesita Ultrón para sus planes un suministro de héroes y superhumanos? ¿Y para qué se sirve para ello de villanos de tercera?
¿Cómo es posible que, aunque se notan los efectos destructivos de los drones de Ultrón en la Tierra Salvaje, esta no haya sido ocupada y los héroes campen allí a sus anchas?
¿Por qué tantos escrúpulos por parte de Rogers, Furia y otros héroes por volver al pasado para eliminar a Pym? El bien de la minoría, en este caso salvar a Pym, ¿es mayor que el de la mayoría, miles de millones de humanos masacrados por Ultrón?
¿Por qué la realidad alternativa de Morgana le Fay es peor que la de Ultrón? Bendis sugiere que esta realidad es peor que la destrucción mundial provocada por el robot, pero a mi, sinceramente, no me lo sabe transmitir. Invasiones como la de Morgana las tiene Nueva York todo los días...
¿Por qué Hulk Rojo mata a Taskmaster? ¿Y para qué necesitaban atrapar a un dron de Ultrón?
¿Por qué me da la sensación que la historia podría haberse contado en 5 números en vez de 10?
¿Por qué los rostros que dibuja Brian Hitch son todos tan iguales y me parecen tan feos, sobre todo ese Luke Cage que parece Donald Sutherland en el Casanova de Fellini?

En resumidas cuentas, creo que mi opinión sobre este cómic está mas que clara. Mientras que no puedo desaconsejar totalmente su lectura, tampoco puedo recomendarla con gran entusiasmo. Siendo un crossover era de esperar que Bendis se viera obligado a meter mucha paja en una historia que podría haberse contado en menos números, poniendo por encima del interés, la claridad y la economía narrativa rellenar páginas y páginas con giros de guión y viajes temporales no tan ingeniosos como el guionista se cree.