Vengadores: La Era de Ultrón ha supuesto el broche de oro como realizador a la carrera en Marvel Studios de Joss Whedon, un realizador y guionista de televisión, cine y autor de cómics que siempre ha estado ligado a proyectos interesantes, que en pocas ocasiones consiguió que le dejaran llevar a cabo. Puede decirse que esta película ha sido la culminación de la idea que Whedon tenía en mente sobre un Universo Marvel Cinematográfico, y si bien La Era de Ultrón satisfará a la mayoría de los fans de los Héroes Mas Poderosos de la Tierra, puede que se encuentre con alguna que otra incomprensión por parte de un sector del público mas alejada de la fuente de donde surgieron estos coloridos personajes: los cómics. Entonces, ¿podemos usar aquel dicho tan manido de que segundas partes nunca fueron buenas o, por el contrario, estamos ante una gran película? Seguid leyendo y lo averiguareis.
Tras la caída de S.H.I.E.L.D., podrida hasta las raíces por HYDRA, Los Vengadores, ahora solo con el apoyo económico de Tony Stark (Robert Downey Jr.), tal y como el se encarga de dejar claro en una de las escenas, deben dar caza por todo el mundo a los jefes de dicha organización. Uno de esos jefes de HYDRA es el Barón Von Strucker (Thomas Kretschmann), quien ha conseguido, gracias al cetro de Loki y tecnología chitauri robada de las instalaciones de S.H.I.E.L.D., perfeccionar o "mejorar" a dos gemelos, Wanda (Elizabeth Olsen) y Pietro (Aaron Taylor-Johnson), los cuales en un principio supondrán un serio dolor de cabeza para nuestros héroes. Tras la derrota de Strucker, Tony Stark decida ahondar en la tecnología incautada y pone en marcha junto a Banner (Mark Ruffalo) el programa Ultrón, un proyecto sobre inteligencia artificial largamente acariciado del que solo ahora dispone de tecnología lo suficientemente avanzada para llevar a cabo. A partir de aquí, las cosas se tuercen cuando Ultrón toma conciencia de si mismo y decide que la extinción de Los Vengadores y, por extensión, la de la humanidad, es la única forma de traer la paz al planeta.
Este es mas o menos el punto de partida de la película, una película que se inicia con un, en cierta medida, homenaje a las espectaculares escenas de inicio de las películas de James Bond. Aquí vemos, con una trepidante puesta en escena en un bosque helado, como el grupo ha logrado cohesionarse y sincronizarse de tal modo que incluso se permiten el bromear entre ellos (la bromita de Tony al Capi sobre las palabrotas es usada una y otra vez durante toda la película) mientras reparten a diestro y siniestro. Esta escena inicial ya nos prepara lo que nos deparará toda la película: acción a raudales solo interrumpida en contadas ocasiones para plantear el destino de algunos de los protagonistas (el interludio con la esposa de Ojo de Halcón) o futuras historias que se desarrollarán en próximas películas (léase Thor y sus visiones de Hel, el infierno asgardiano, una escena por cierto donde se nota que han metido la tijera).
Sin embargo, y aunque puede decirse que Vengadores: La Era de Ultrón es una especie de montaña rusa cinematográfica que vemos sentados al borde de la butaca del cine, no estamos ante ese film decepcionante que aseguran otras críticas. No encuentro esta película inferior a su predecesora, si acaso superior, ya que al no ser una historia de origen como era la primera, Whedon no ha tenido que perder el tiempo presentando personajes a los que ya hemos tenido tiempo de conocer en otras películas. ¿Y qué ha hecho Whedon? Pues lo que mejor se le da, es decir, un fresco cóctel de acción, ágil interacción entre sus personajes, unas gotas justas de sensiblería, y un sentido de la épica y de la maravilla como pocos directores en esto del cine de superhéroes dominan hoy en día.
Pero, ¿qué sería de un nuevo film de Los Vengadores si no se introdujesen nuevos personajes? La presentación de los gemelos Pietro y Wanda Maximoff en esta película era algo que Whedon estaba deseando hacer desde hacía tiempo, desde la primera película. Ambos personajes, sorteando el no poder denominarlos mutantes por el acuerdo con Fox, son representados como "mejorados" por la tecnología de HYDRA. Aun así, son plasmados con bastante acierto por Whedon, mas con los poderes de Wanda, y menos con los de su hermano mayor por 12 minutos, Pietro. Los poderes de este último no han sido lo suficientemente bien reflejados, ya que en la práctica no lo vemos cuando corre, tan solo un borrón, con lo cual se escatima al espectador lo que hizo Bryan Singer con el mismo personaje en X-Men: Días del Futuro Pasado, donde las pocas escenas con Evan Peters eran de lo mas espectacular de la película.
Y ya que hablamos de Quicksilver, nombre que, por cierto, no se menciona en la película, así como tampoco el de Bruja Escarlata, hay que meterse en terreno de spoilers, avisados quedáis. Si, los rumores eran ciertos, y un importante personaje pierde la vida en la película, y el elegido ha sido el personaje que interpreta Aaron Taylor-Johnson. Whedon, no sabemos si por iniciativa propia o por alguna imposición ajena, ha decidido eliminar de próximas películas a uno de los personajes mas interesantes que hayan pertenecido nunca a Los Vengadores. El Pietro Maximoff de los cómics, con su personalidad ambigua, su altanería heredada de su padre, Magneto, y sus conexiones con los Inhumanos (llegaría a casarse con Crystal, miembro de dicha raza) lo convertían en personaje ideal para hacerse un hueco en la nueva alineación de Los Vengadores. ¿Por qué matarlo de una forma tan tonta? ¿Quizás había un acuerdo con Fox que no conocemos de matar al personaje en esta misma película? Una pena, y todo un error por parte de Whedon y Kevin Feige, presidente de Marvel Studios.
Y si hablamos de hacer desaparecer un personaje principal, que mejor manera que como lo ha hecho Clint Barton, Ojo de Halcón (Jeremy Renner). Dos héroes muertos en la misma película eran sin duda demasiado, y presentarlo como un amante padre y esposo era la mejor manera de dejar clara a la audiencia que ya no volverá a estar en la nueva alineación de Los Vengadores en las dos partes de la Guerra del Infinito. Si no, ¿qué sentido tiene presentarlo como padre de familia si no desean quitarlo de en medio de una manera elegante e incruenta?
En cuanto al villano, Ultrón, ha sido un digno contendiente para Los Vengadores, un rival casi insuperable que ha enfrentado a nuestros héroes con sus miedos mas profundos y arraigados gracias a los poderes de su efímera aliada, Wanda Maximoff, como hemos podido ver en algunas escenas oníricas que nos han revelado, no solo el pasado de algunos de los personajes (como el de Viuda Negra), sino también sus deseos irrealizados (Peggy Carter y Steve Rogers), sus mas grandes temores (la visión de Tony), o un incierto futuro (el inevitable ragnarok de Thor). Sin embargo, y aunque un villano secundario quizás hubiera añadido algo de mas tensión a la trama, Ultrón ha tenido la suficiente entidad como para ser un supervillano creíble como gran amenaza para el mundo y para Los Vengadores, lo que no es poco.
Pero una de las sorpresas mas gratas de la película ha sido la presentación de uno de los Vengadores mas icónicos de los cómics: La Visión. Este ser sintético, creado por Ultrón como una especie de paso adelante en la humanidad, se convierte rápidamente en aliado de Los Vengadores, una valiosa adición al grupo que nos va a dejar grandes momentos a los fans de estos héroes. Dejando de lado pequeñeces, la representación de La Visión, al que da vida el actor Paul Bettany, ha sido sobresaliente, tanto en su aspecto físico como las breves líneas de diálogo que le hemos podido escuchar. Y si a ello le unimos algún que otro plano donde Wanda y el cruzan las miradas (recordemos que ambos llegaron a casarse en los cómics), el gozo del fan no puede ser mayor. Este y otros guiños y referencias, como la del vibranium, Wakanda, o el breve papel de Andy Serkis como Ulises Klaue, redondean la cuota de huevos de pascua escondidos que todo fan de Marvel siempre espera encontrar en estas películas.
En definitiva, pocos peros se le pueden poner a la secuela de Los Vengadores. Ni está por debajo de su predecesora ni muy por encima, captando el interés del espectador en todo momento sin lugar al aburrimiento. Los chistes son los justos y necesarios, es marca de la casa Whedon, algo que no quita que la película sea algo mas oscura que la anterior pero sin exagerar. Quizás chirríe un poco la a mi entender forzada relación entre Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) y Bruce Banner, mas una excusa para poder apaciguar a Hulk que un verdadero romance. Mas química veo entre Steve Rogers y Natasha que entre esta y Banner, realmente no concuerda con la imagen que tenemos de la Viuda Negra ni se asemeja en nada que ocurra en los cómics. Punto negativo también a lo ya dicho sobre Pietro y como ha sido tan erróneamente eliminado, un momento que, honestamente, llegó a emocionarme, no porque no lo viera venir, sino porque me entristeció que un personaje como este se desperdiciara para próximas películas. Y por supuesto, no perderos la escena de mitad de los créditos...
Vengadores: La Era de Ultrón sienta las bases para lo que está por venir en el Universo Marvel Cinematográfico, aunque lo hace sin distraer de la historia, en varias escenas donde los miembros del grupo se enfrentan unos con otros, y donde algunos se marchan discretamente (Ojo de Halcón, un acierto), otros deciden desaparecer sin aparente explicación (Banner, algo raro que me sacó un poco de la película por como sucedió), y otros son fulminados definitivamente por el dedo divino de algún gran ejecutivo de los estudios Marvel (Pietro, gran error). Aun así, y en contra de lo que afirman otras críticas, estos guiños al futuro del Universo Marvel Cinematográfico no distraen de la historia en si, una aventura épica que encantará a todo el que se precie de ser fan de los Héroes Mas Poderosos de la Tierra.
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.