Esta serie es el nuevo intento de HBO de tener una serie de menos de media hora que busque, si no la la risa, la sonrisa del espectador. Togetherness nos cuenta la vida de un matrimonio corriente con dos niños pequeños, que de repente tienen que convivir con la hermana de ella y el mejor amigo de él. ¿Estamos ante una buena propuesta o no merece mucho la pena?
Algunos críticos consideran que si una serie se emite en HBO, automáticamente ya tiene 5 puntos más que si se emite en cualquier otro lugar. Si no, no me explico la benevolencia de las opiniones sobre esta serie cuando lo mejor que podemos decir de ella es que es mediocre. Eso siendo amable. Siendo sinceros, es pretenciosa y aburrida.
Da igual que la queramos tomar por una comedia o una serie que refleje la realidad de una familia media americana. Fracasa en ambos bandos. La familia elegida está formada por el matrimonio Brett (Mark Duplass) y Michelle Pierson (Melanie Lynskey) y sus dos hijos. De repente, y sin que se entienda por qué se acepta esa situación, se van a vivir con esta familia un amigo del marido, Alex (Steve Zissis) y la hermana mayor de la esposa, Tina (Amanda Peet). Éstos pululan por la casa haciendo lo que les da la gana, algo que sería una bomba en cualquier matrimonio pero que no parece que afecte a esta pareja ante la incredulidad del espectador.
Los supuestos chistes están mal introducidos, no tienen gracia y abusan del mal gusto. Para que os hagáis una idea, Tina le muestra sus pechos a Alex para que le haga un favor. Están tan desesperados por hacer reír o mostrar desnudos, que no se dan cuenta que ese acto es más propio de una prostituta bebida que de una mujer medianamente normal. Encima, en una casa que ni es suya, y en la que hay dos críos muy pequeños.
Han querido hacer una mezcla de cuestiones aparentemente cotidianas como problemas de pareja, ser padres de niños pequeños, el fracaso laboral... pero todo muy mal llevado. Para muestra, Tina, que es Amanda Peet, un bellezón de aúpa, le llora a su hermana porque no hay hombres disponibles de su edad. ¿Hola? ¿En la era de internet? Que se quejara de que no encuentra lo que busca, de acuerdo, pero, ¿que no hay hombres para ella? A estas situaciones simplonas, tópicas y superadas, además de poco trabajadas, añadidles malos diálogos y personajes unidimensionales.
No entiendo el mal ojo que tiene HBO para las series que duran menos de media hora, con lo bien que estaba Sexo en Nueva York. He visto dos capítulos por aquello de que es difícil con un solo episodio juzgar a una serie de estas características, pero me temo que sólo he conseguido perder mi tiempo doblemente. A este paso, se van a quedar sin series que merezcan la pena.
Algunos críticos consideran que si una serie se emite en HBO, automáticamente ya tiene 5 puntos más que si se emite en cualquier otro lugar. Si no, no me explico la benevolencia de las opiniones sobre esta serie cuando lo mejor que podemos decir de ella es que es mediocre. Eso siendo amable. Siendo sinceros, es pretenciosa y aburrida.
Da igual que la queramos tomar por una comedia o una serie que refleje la realidad de una familia media americana. Fracasa en ambos bandos. La familia elegida está formada por el matrimonio Brett (Mark Duplass) y Michelle Pierson (Melanie Lynskey) y sus dos hijos. De repente, y sin que se entienda por qué se acepta esa situación, se van a vivir con esta familia un amigo del marido, Alex (Steve Zissis) y la hermana mayor de la esposa, Tina (Amanda Peet). Éstos pululan por la casa haciendo lo que les da la gana, algo que sería una bomba en cualquier matrimonio pero que no parece que afecte a esta pareja ante la incredulidad del espectador.
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| QUE TINA CONSIDERE QUE SU HERMANA MICHELLE LO TIENE TODO ES EL ÚNICO CHISTE GRACIOSO |
Los supuestos chistes están mal introducidos, no tienen gracia y abusan del mal gusto. Para que os hagáis una idea, Tina le muestra sus pechos a Alex para que le haga un favor. Están tan desesperados por hacer reír o mostrar desnudos, que no se dan cuenta que ese acto es más propio de una prostituta bebida que de una mujer medianamente normal. Encima, en una casa que ni es suya, y en la que hay dos críos muy pequeños.
Han querido hacer una mezcla de cuestiones aparentemente cotidianas como problemas de pareja, ser padres de niños pequeños, el fracaso laboral... pero todo muy mal llevado. Para muestra, Tina, que es Amanda Peet, un bellezón de aúpa, le llora a su hermana porque no hay hombres disponibles de su edad. ¿Hola? ¿En la era de internet? Que se quejara de que no encuentra lo que busca, de acuerdo, pero, ¿que no hay hombres para ella? A estas situaciones simplonas, tópicas y superadas, además de poco trabajadas, añadidles malos diálogos y personajes unidimensionales.
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| PERDÓN. QUE ESTA MUJER SE QUEJE DE NO CONSEGUIR HOMBRES, ES OTRO CHISTE |
No entiendo el mal ojo que tiene HBO para las series que duran menos de media hora, con lo bien que estaba Sexo en Nueva York. He visto dos capítulos por aquello de que es difícil con un solo episodio juzgar a una serie de estas características, pero me temo que sólo he conseguido perder mi tiempo doblemente. A este paso, se van a quedar sin series que merezcan la pena.
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